La localidad celebró ayer el centenario de una bandera gallega regalada por Sociedad Cesureña en La Habana.
En el año 1912, José Llerena Braña, presidente de la Sociedad Cesureña en La Habana, volvió a su pueblo natal, Pontecesures, con un encargo muy especial: hacer entrega a la Liga de Amigos del Carmen una bandera gallega, de seda natural, que tenía pintado al óleo, en el centro, el puente romano de Cesures a un lado y otro el escudo de Galicia. Esta mañana, los desdencientes de Llerena protagonizaron los actos de celebración del centenario de ese estandarte, cuyo original se conserva enmarcado en el salón de plenos del Concello.
Arrancó la jornada a las once y media, en la calle de A Paxareira, donde reside uno de los nietos de aquel Llerena que vino de la Habana. Marcial Villamarín es el depositario de la réplica de la bandera que desde hace años ocupa el lugar de la original en los actos del Carmen.Esa réplica ondeó de nuevo en la calle, de la mano de otro de los descendientes de Llerena, Daniel Seijas. Además de encabezar una comitiva de la que formaron parte vecinos y varios concejales tanto del gobierno como de la oposición, Seijas fue una de las personas que tomó la palabra durante el acto institucional que tuvo lugar, a mediodía, en el Concello. En su discurso ensalzó no solo a los emigrantes cesureños en La Habana, sino que quiso hacer de su intervención un reconocimiento a todas aquellas personas que tuvieron que dejar su país, que «viron o que había fóra e que quixeron colaborar a que Galicia medrara e progresara». La madre de Daniel, María Segunda Llerena, también intervino en el acto, en este caso para dar lectura a algunos poemas escritos por su abuelo y recogidos bajo el título «Recordos de Aldea». Angueira, el alcalde, también tomó la palabra y, de nuevo, su discurso quiso ser un homenaje y un agradecimiento a todos los emigrantes.
LA VOZ DE GALICIA, 07/10/12