La crecida y las corrientes condicionan la ´nefasta´ campaña de la lamprea en el Ulla.

Los “valeiros” de Pontecesures, el colectivo que se dedica a la pesca de lamprea en el Ulla, solo tiene una palabra para definir la campaña de pesca actual: “nefasta”. Consultados ayer, indican que “las cosas no podían ir peor”, por lo que se lamentan de su “mala suerte” y esperan ansiosos a que las condiciones meteorológicas cambien.

El gran caudal del río y las intensas corrientes dificultan enormemente su labor -y la hacen más peligrosa-, de ahí que ayer, cuando levantaron sus aparejos, vieran que estaban vacíos.

“Solo trabajamos tres días y fueron muy flojos, porque apenas cogíamos tres o cuatro piezas por barco, pero es que hoy (ayer para el lector) todo fue a peor y apenas pudimos capturar cuatro o cinco lampreas entre todos”, esgrimen con resignación los pescadores.

Saben que las adversas condiciones meteorológicas son un handicap difícil de superar, por eso esgrimen que “lo ideal sería que el tiempo cambiara pronto, que llegaran los vientos del norte y que las cosas se tranquilizaran en el río; solo así podremos salvar de verdad esta nefasta campaña”.

Ni que decir tiene que con esta complicada situación en aguas del Ulla los curiosos que suelen tomar la zona portuaria pontecesureña para ver las evoluciones de los pescadores deberán esperar a mejor ocasión para ver levantar las nasas butrón cargadas de lamprea. Y lógicamente, aquellos que disfrutan saboreando este manjar tampoco lo tienen fácil para encontrar un lugar en el que degustarlo.

Faro de Vigo

Las primeras lampreas de Pontecesures salen a la venta por 35 euros la pieza.

FARO AROUSA

Los valeiros regresaron ayer por la mañana al muelle de Pontecesures con una quincena de lampreas, y los que consiguieron venderlas lo hicieron a entre 30 y 35 euros la pieza.

No es un precio muy elevado teniendo en cuenta que las primeras de Herbón -un pueblo del vecino municipio de Padrón- salieron a 50, y que otros años se llegó a pagar por los primeros peces de la campaña hasta 70 euros, pero José Barreiro, directivo de los valeiros, explica que “tenemos clientes que nos compran durante toda la temporada y tampoco queremos vendérselas carísimas solo por el hecho de ser el primer día”.

Los pescadores de Pontecesures largaron los aparejos el viernes, después de que el temporal se lo impidiese el 2 y el 7 de enero. Cuatro de ellos volvieron ayer al muelle para ver que tal habían ido las cosas, y según Barreiro “no estuvo mal teniendo en cuenta que donde más hay es entre las piedras y que no hemos podido echar allí las nasas porque estos días podrían romper”.

La pesca final rondó una quincena de ejemplares, de entre 1,4 y 1,6 kilos y un metro de longitud de media, y la mayoría fueron adquiridas por vendedores de la plaza de abastos de Padrón. Más adelante, cuando el número de capturas aumente, muchas lampreas del Ulla irán a parar a restaurantes tanto de las proximidades -los hay con mucha tradición en Catoira o Dodro- como de Santiago de Compostela o A Coruña.

De todos modos, ayer no se vendieron todas. Los valeiros dejaron unas cuantas vivas fondeadas en los aparejos, a la espera de que aparezca comprador. En este sentido, José Barreiro manifestó hace unos días que por el momento no se nota la demanda de lamprea de otros años, aunque también lo atribuye a que muchos hosteleros e intermediarios estaban esperando a que empezase la campaña para llamar a los valeiros.

Se espera que el número de peces aumente mucho en cuanto se estabilice la meteorología, ya que hay más de una docena de valeiros que todavía no han echado las nasas a la espera de que el río baje de caudal.

Una nueva borrasca

La pesca se desarrolló sin incidentes, aunque con los gajes típicos del oficio. Hubo nasas que se engancharon al fondo y que no había manera de levantar, hasta el extremo de que tuvieron que hacerlo entre los pescadores de dos embarcaciones. Y también hubo aparejos rotos, que fue necesario coser en tierra nada más atracar la planeadora.

Después de levantar las nasas se volvieron a depositar en el río, aunque éstas no se levantarán hasta el lunes. José Barreiro está preocupado por el tiempo, habida cuenta de que las previsiones meteorológicas anuncian para hoy domingo la entrada en Galicia de una nueva borrasca.

Si esto frustra la jornada de mañana -por la crecida del río o por si éste vuelve a ponerse peligroso para la navegación- podría no haber lamprea de Pontecesures en los mercados hasta media semana, puesto que el martes es día de descanso en lo que a capturas se refiere.

Solo se puede pescar en la mitad sur del río.

Faro de Vigo

Las primeras lampreas del Ulla se degustarán en Rois.

Las malas condiciones meteorológicas anteriores al inicio del año hacían presagiar un peor comienzo de campaña en la captura de la dama del Ulla, la lamprea. Y aunque día tras día los baleiros comprueban el caudal en Pontecesures, a día de hoy aún no pudieron soltar sus redes. Un hecho que hizo retrasar la temporada, prevista para el día 1 de enero y que está preocupando a los naseiros que esperan pacientes a que cambie el viento al norte para que no haya peligro de que se rompa en el cauce su material de trabajo y puedan arrancar con la pesca para obtener buenos resultados.

La sorpresa venía dada ayer por las pesqueiras de Herbón, que obtuvieron por la mañana los primeros ejemplares en la zona alta del Ulla y con las que se hizo en el mismo día la taberna O Pemento, situado en el municipio de Rois.

El peso de las lampreas es de 1,600 y 1,450 kilos y fueron adquiridas por un precio medio de 50 euros.

El Correo Gallego

Una mujer que iba en tren hasta A Coruña a vender el pez.

La lamprea y su pesca están muy vinculados a la historia de Pontecesures. Evitó que muchas familias pasasen hambre en tiempos difíciles -fue alimento y fuente de recursos económicos-, hasta el extremo de que “lo llevamos en la sangre”, en palabras de José Barreiro.

?l, por ejemplo, explica que al menos hasta su bisabuelo fueron valeiros, y que una abuela “comproba lampreas por todo el río Ulla y luego iba en tren a venderlas a Santiago y A Coruña”.

Por ello, le encanta trabajar en las cercanías del muelle de Pontecesures, y sabe que a los vecinos también les gusta ver a los valeiros.

La unión entre el pueblo y este oficio tradicional se nota tanto en el hecho de que en las fiestas del Carmen -patrona de los marineros- hay un “desfile valeiro” como en el de que la villa consagra su fiesta gastronómica principal a la lamprea. “Al principio va cara y suelen comprarla solo los restaurantes, pero después, cuando anda sobre los 15 euros, la coje mucha gente de Pontecesures para hacer una comida de a diario o de fin de semana”, añade.

La mayoría de los valeiros son de Pontecesures, aunque en los últimos años también se dedican a esta especie pescadores de Rianxo o Carril.

 

Faro de Vigo

Cuatro barcos estrenan la campaña de la lamprea al mejorar la situación del Ulla.

valeiros /

Las lluvias han dado una pequeña tregua y algunos valeiros de Pontecesures se han aventurado a estrenar la campaña de pesca de la lamprea en el Ulla. Fueron pocos, apenas cuatro, los barcos que salieron a faenar. ??O río está ben de caudal, pero parece que vai ser por pouco tempo porque dan moita chuvia para domingo, luns e martes?, comenta uno de los pescadores que ayer surmergió sus nasas en el Ulla, Ramón Barreiro. ??Largamos porque levabamos moito tempo sen facer nada, case por aburrimento?, pero cree que durante el fin de semana tendrán que interrumpir de nuevo la faena ante las previsiones de mal tiempo. ??Supoño que mañá (por hoy) xa gardaremos? las nasas, ??ou recolleremos o domingo?, cuando lo normal es que ese día no se revisen los aparejos. A juicio de Barreiro, todo enero va a ser ??un mes complicado? porque ??non hai previsión de anticiclón por ningún lado?. Además, ??tampouco hai pedidos, está todo parado?.
Lo cierto es que el inicio de la campaña está siendo, hasta el momento, nefasto para los valeiros. Han perdido más de una semana de trabajo a consecuencia de los sucesivos temporales y el excesivo caudal del Ulla, que impidió que las embarcaciones autorizadas pudiesen trabajar ante el riesgo de rotura de los aparejos o incluso de sufrir algún accidente. Para compensar las pérdidas que les supuso este paro forzoso algunos pescadores, como Pepe Barreiro, plantearon esta semana la posibilidad de que Medio Ambiente les permitiese faenar los días estipulados como descanso. ??Sería o lóxico, que nos deixaran traballar seguido?, concuerda Ramón Barreiro, aunque estima que la propuesta no tiene posibilidades de prosperar. ??Non creo nin que se chegue a plantexar? a Medio Ambiente porque ??xa sabemos a resposta de antemán. A a súa actitude sempre foi a de quitarnos os máximos días de traballo posible?. Lo que sí cree que puede gestionarse es ??que nos devolvan os dous días que nos roubaron? al adelantarse el final de la campaña al 13 de abril, en lugar del 15. Pero por el momento ??non sei se a Confraría fixo algo? al respecto.

 

Diario de Arousa

 

 

El Ulla sigue con exceso de caudal y los valeiros desisten de echar las nasas.

Los valeiros decidieron finalmente no lanzar ayer los aparejos de la lamprea, tal y como tenían previsto, tras comprobar que el caudal del río Ulla todavía es excesivo y que esa circunstancia podría hacer peligrosa la navegación. José Barreiro, que es uno de los directivos de la asociación de valeiros, señala que varios de ellos fueron por la mañana al muelle de Pontecesures, con la esperanza de poder ir al río a echar las nasas. Pero al final desistieron “porque había más agua de la esperada”.

Los pescadores habían decidido empezar a trabajar hoy (después de suspender el inicio de la campaña de la lamprea tanto el 2 de enero como el 7), pero ya anteayer por la noche, cuando volvió a llover, se dieron cuenta de que sus planes podrían torcerse, como así ocurrió finalmente. José Barreiro sostiene que ya hay restaurantes que le han solicitado lamprea, y que además los pescadores tienen mucho interés en empezar la campaña porque apenas han ganado nada desde que cerró la pesca de anguila, en octubre.

Desde entonces, la flota se dedicó durante dos meses a la pesca del chopo, pero se vieron afectados por el frío y los temporales, pero desde enero no tienen ninguna alternativa de trabajo.

 

Faro de Vigo