Juan Manuel Vidal Seage chegou á Alcaldía de Pontecesures en 2016 mediante unha moción de censura e tras lograr o apoio de Independentes e Tega, cos que formou goberno.
¿Cal é o seu balance do último mandato? A mellor maneira de valoralo son os feitos. Hai algo irrefutable, e é que pasamos de 600.000 euros de inversións a catro millóns. Houbo melloras na promoción das festas da Lamprea e do Churro. A implantación da administración electrónica tivo os seus máis e os seus menos, pero mellora a xestión diaria. E todo pese ao problema da diarrea lexislativa da Lei de Contratos.
Tres anos é menos tempo que un mandato normal, ¿deu para facer todo o que querían? Puxemos a semente do que queremos que sexa Cesures no futuro. E hai cousas que están en marcha, como as melloras nos colexios e instalacións infantís, que xa están executadas. Un problema que debemos mellorar é a limpeza viaria e o ornato público, e vai no noso programa.
¿Cal é o voso proxecto para os próximos catro anos? Pontecesures é un pobo pequeno en extensión, pero non en poboación. Ten un saldo vexetativo positivo. O noso proxecto ten en conta esa idiosincrasia. Apostamos, por exemplo, polo río Ulla como fonte de riqueza e como potencial turístico, facendo do municipio un referente náutico. Tamén proxectamos unha mellora das instalacións deportivas e da promoción turística, para o cal propoñemos un Plan Estratéxico.
Segue latente e sen solventar o problema da RPT no Concello de Pontecesures… Estivemos centrados noutros proxectos e puxémonos neste último ano. O que si temos claro e que queremos que a administración xexa eficiente. Máis cedo que tarde teremos o documento inicial.
¿Que pasará despois o 26 de maio se non hai unha maioría clara? Conseguir a maioría absoluta é difícil en Cesures porque con poucos votos un partido consigue representación. Haberá que tirar de alianzas. Eu espero reeditar a que hai agora. So me plantexo pactar con forzas da dereita.
De izquierda a derecha y de arriba a abajo, los candidatos arousanos a estas elecciones generales Jorge María, Diego Bravo, Gaspar González Somoza, David Torres, Modesto Pose, Daniel Chenlo, Elena Suárez y María Xosé Cacabelos, esta semana en Vilagarcía.
El paro, la
emigración de los jóvenes, los problemas de las cuotas pesqueras,
coeficientes reductores y enfermedades profesionales de trabajadores del
mar, el saneamiento de la ría de Arousa, la transferencia de la AP-9 a
Galicia o que Vilagarcía tenga una parada del AVE constituyen algunas de
las prioridades de los candidatos arousanos que se presentan a las
elecciones generales. Doce políticos de la comarca de siete partidos
diferentes (PP, PSOE, BNG, En Marea, En Común-Unidas Podemos, Ciudadanos
y Vox) integran las listas, entre titulares y suplentes. FARO ha
reunido a la mayoría de ellos en el ecuador de la campaña.
La campaña electoral del 28-A llegó anoche a su ecuador y FARO ha
reunido a los políticos arousanos que aspiran a hacerse un hueco en
Madrid, ya sea en el Congreso o en el Senado, para que la comarca tenga
voz propia en las instituciones en las que se toman las decisiones que
nos afectan a todos. Ocho candidatos de distinto color político
reflexionan sobre lo que se juega Arousa en estos comicios y sobre los principales problemas que se podrían solventar desde las Cortes.
| Modesto Pose (PSOE). El
cabeza de lista al Senado por Pontevedra prioriza para Arousa la
Autovía A-57, «que comunica Vilagarcía con la salida de Vigo y que
estuvo en un cajón en los gobiernos del PP». También se compromete a
defender en la Cámara alta mejoras marítima y de seguridad ciudadana.
Además, «Arousa, como toda España y toda Galicia, tiene pensionistas que
necesitan que sus pensiones sean dignas, tiene jóvenes que necesitan un
gobierno que piense en ellos y trabajadores que necesitan ver
defendidos sus derechos en una reforma laboral racional». Pose se
sentiría «satisfecho» si se consiguiese «dar un impulso económico
estable que redujese el paro en la comarca». Considera urgente «un liderazgo económico inversor que dinamice la iniciativa privada».
| Elena Suárez (PP). La
número 3 del PP al Congreso ensalza a su partido como el único «que
defiende los intereses de los arousanos» y arremete contra Pedro Sánchez
por «minusvalorar Galicia
al ser la única de las comunidades autónomas que no quiso pisar siendo
presidente y a la que ha castigado con 200 millones de euros menos de
inversión». «Cuatro años más de socialistas y sus socios serían muy
dañinos para esta comarca», espeta Suárez.
Los
principales problemas de Arousa que pueden encontrar solución en Madrid
son, en opinión de la candidata conservadora, que Vilagarcía tenga
parada del AVE «aunque el PSOE esté obsesionado en borrarnos de un
plumazo», desbloquear la segunda fase del paseo de la playa de A Compostela,
la regeneración de los arenales de bandera azul y hacer realidad el
nuevo cuartel de la Guardia Civil «en contra de las previsiones de
Sánchez, que lo mantiene en el fondo de su cajón», concluye la aspirante
a diputada.
| Daniel Chenlo (PSOE). El número 3 al Senado por el PSOE
está convencido de que «nos jugamos la posibilidad de que en los
próximos cuatro años los falsos ajustes presupuestarios de la derecha
dejen paso a las necesidades de las personas como eje de la acción
política». Como principales problemas que se pueden resolver desde
Madrid cita el paro juvenil, la ría y «en especial el río Ulla y sus
posibilidades de pesca y promoción turística, que van a tener un aliado
en el gobierno socialista con la ayuda de la Unión Europea», expone el
pontecesureño.
| Jorge María López (PSOE). Este
vilanovés número 4 del Partido Socialista al Congreso, tiene claro que
están en juego «las políticas para las personas, tales como tener
garantizado el incremento de las pensiones,
darles más posibilidades y más medios a nuestros jóvenes,
extraordinariamente preparados, para que puedan desarrollar sus
capacidades y formar su proyecto de vida, o que no se produzca una
involución en temas de igualdad entre hombres y mujeres». En materia
medioambiental, aboga por lograr un desarrollo sostenible para la ría de
Arousa «y dejarle a nuestros hijos y nietos, sino un mundo mejor, al
menos igual que el que heredamos».
| Gaspar Somoza (En Marea). El
saneamiento de la ría de Arousa, la recuperación de sus sectores
productivos, la mejora de sus infraestructuras, la transferencia de
competencias, la gestión de Costas, las pensiones, los emigrantes
retornados y unos «presupuestos justos para que la gente no emigre y
tenga aquí un futuro» constituyen las principales preocupaciones del
número 5 de En Marea.
«Básicamente lo que esperamos de Madrid son unos presupuestos justos
para poder desarrollar la comarca y poder vivir donde realmente queremos
sin tener que emigrar», concluye el vilagarciano.
| María Xosé Cacabelos (BNG). El
principal objetivo de la número 6 del BNG al Congreso es «tener más
capacidad de decisión sobre nuestros problemas».Por ejemplo en el mar,
un sector «fundamental en la economía de la comarca y es Madrid quien
establece los criterios de reparto de cuotas, tipos de cotización y
coeficientes reductores». Cacabelos también menciona la Ley de Costas,
«que condiciona la ordenación de nuestro litoral», y Salvamento
Marítimo, una competencia del Estado: «Deciden y dirigen desde Madrid
algo tan fundamental como es la seguridad y protección de la gente del
mar». Ocurre lo mismo con los puertos de interés general, como el de
Vilagarcía, «competencia del Estado y por tanto es quien determina el
papel que juega y las prioridades».
En
sanidad y educación -continúa la candidata nacionalista-, también el
Gobierno central establece las tasas de reposición, decide el número y
ubicación de los juzgados y tiene competencia en infraestructuras como
la AP-9. «Si el BNG está en el Congreso, Galicia está», finaliza.
| David Torres (BNG). Suplente
en la lista que lleva el BNG al Congreso, este grovense defiende la
transferencia de la AP-9 a Galicia y dejar libre de peaje el tramo
Curro-Pontevedra.
«No pueden seguir sangrando nuestras nóminas con peajes por ir a
trabajar. Y sin peajes en este tramo, nuestras empresas serían más
competitivas al reducir costes de transporte, costes que también se
reducirían con una tarifa eléctrica gallega». David Torres también hace
alusión a la tasa de reposición de los empleados públicos, que depende
de Madrid, y a las decisiones sobre el sector del mar, cuyas normativas
«deberían diferenciar aguas del interior de la ría con mar abierto».
Apuesta por conseguir «un reparto justo de cuotas y Tacs para nuestra
flota» y por un tren de cercanías «acorde a las necesidades de nuestros
vecinos».
| Diego Bravo (Vox). Es el suplente segundo de la cabeza de lista de Vox al Senado por Pontevedra, María de los Ángeles Romero. Diego Bravo considera que Arousa se juega en estos comicios «que su voz y sus problemas reales sean escuchados y solucionados en el Congreso y en el Senado». Este joven vecino de Vilagarcía asegura haberse reunido con diversas asociaciones y colectivos para conocer de primera mano sus demandas y se compromete a seguir escuchándolos después de los comicios.
El Concello de Pontecesures
presentó ayer su «XXIV Festa da Lamprea do Ulla», una cita ineludible
para los amantes de la buena mesa que esta vez va a desarrollarse, sobre
todo, en los locales de hostelería colaboradores.
El
regidor, Juan Manuel Vidal Seage, acompañado de sus primeros tenientes
de alcalde, Ángel Souto e Isabel Barreiro, dio a conocer un nuevo modelo
de promoción, ya que la tradicional fiesta
que se desarrollaba bajo carpa en la zona portuaria cede protagonismo a
la ruta de pinchos por los negocios participantes, conocida como «Tapea
Lamprea» y que alcanza su quinta edición.
Además
la degustación que se desarrollaba cada año bajo carpa, a pie de
puerto, va a desplegarse esta vez en los propios bares y restaurantes
participantes.
A 4 euros la tapa
La «XXIV Festa da Lamprea do Río Ulla» va a celebrarse los días 5, 6 y 7 de abril, con un precio de 4 euros por tapa.
El
afamado pez motivo de homenaje anual, capturado por el colectivo de los
valeiros con sus nasas butrón en el cauce fluvial, a la altura del
puerto pontecesureño, podrá saborearse en locales expertos en su
elaboración, como es el caso de Parrillada Isidro.
Pero
también de Café Bar Mambís, Cafetería Nu-2, Casa Chaves, A Casa do Río y
Salón de Té Soles. Al igual que en el restaurante Carabela, los
bares-cafetería O’Meco y Belsay o el restaurante O Candil.
A 10 euros la ración
El
último día de celebración, el primer domingo de abril, tendrá lugar la
fiesta propiamente dicha, en este caso con la ración de lamprea al
estilo bordelesa -con sus picatostes y arroz en blanco- a un precio de
diez euros.
El gran aliciente
de la celebración es, no cabe duda, la posibilidad de degustar este
preciado pez cartilaginoso rebautizado como «dama del Ulla».
Otro de los focos de atención puede estar en la lectura
del pregón -el día 7 de abril a las 12.30 horas-, este año a cargo de
un gran experto en la materia, como es el periodista y escritor
catoirense y pontecesureño Miguel Piñeiro.
Presente
también en el acto desplegado ayer para anunciar la fiesta, junto a
Sonia Bustelo, en representación de Parrillada Isidro y la hostelería
local, Piñeiro es autor del libro «Lampreas e Pesqueiras», de Editorial
Galaxia, además de dirigir el periódico gratuito de pesca deportiva «O
Trueiro».
Conoce como pocos la
pesca de lamprea en el Ulla, tanto desde embarcación como, sobre todo,
empleando las nasas butrón en las tradicionales construcciones situadas
aguas arriba que ya utilizaban los romanos, las conocidas como
«pesqueiras».
En el citado
libro explica, por ejemplo, que las «pesqueiras» se dividen en cuatro
tramos o grupos, situados en Herbón, Carcacía-Lapido, Barcala-Sinde y en
Reis.
Pero el día del pregón hablará, sobre todo, de la lamprea y de Pontecesures, que al fin y al cabo van siempre de la mano.
La temporada avanza con demasiados altibajos y un pobre balance global.
La campaña de pesca de lamprea en el río Ulla entra en su recta final -concluye a mediados de abril-, y de nuevo lo hace con mucha más demanda que oferta. Los pescadores de las cofradías de Carril y Rianxo que se dedican a su captura en aguas de Pontecesures, lo integrantes del colectivo de valeiros, hablan de «un mal año» cuando se les pregunta por la evolución de esta que, no cabe duda, está siendo una temporada con excesivos altibajos y un pobre balance global.
La pesca de este pez cartilaginoso mediante el empleo de nasa butrón desde embarcación empezó de manera formidable, con importantes capturas de una lamprea quizás más madrugadora de lo habitual.
Pero aquello fue un espejismo y la «dama del Ulla» desapareció de escena a medida que avanzaba enero y descendía el caudal del río.
Llegó desde principios de febrero una etapa de transición y aparente recuperación que invitaba al optimismo, de tal forma que las capturas empezaron a aumentar de nuevo. Y así continuó la actividad hasta que, en los últimos días, parece apreciarse un nuevo bajón, coincidiendo de nuevo con el empeoramiento de las condiciones meteorológicas.
A 25 o 35 euros
Los pescadores se quejan porque no hay lamprea, como tampoco anguila, y algunos llegan a decir que la actual está siendo «la peor campaña de los últimos tiempos».
Parece que se están pescando entre cinco y diez ejemplares diarios, en cada barco, y se venden a unos 25 euros, si se trata de lamprea mediana, o a más de 35, en el caso de las grandes.
En los años 60, este vecino, que era concejal, coordinó el operativo en una gran inundación.
Todos los años se esperaban las inundaciones en Padrón; la gente ya estaba pendiente». Así lo recuerda Jesús Ferrón Martínez, un vecino de Padrón de 84 años que, a principios de los 60, tuvo que coordinar las labores de actuación en una de las riadas fuertes que sufrió la villa, al ser concejal en el Ayuntamiento.
Las inundaciones son una cicatriz en la historia de Padrón por su frecuencia y, a menudo, por su intensidad, tanto que algunas fueron históricas, como la que a finales de los años 60 tiró el puente que unía la zona de A Barca con la del Bordel o la de 1987, la más reciente, cuando el agua anegó más de un metro en los comercios de la villa. También por estos días del mes de febrero de 1966 hubo otra riada fuerte.
Y fue así hasta que en el año 1994 se inauguró el canal de derivación del río Sar que, construido por la Xunta, puso fin a las riadas en el casco urbano. De las inundaciones de principios de los años 60, en concreto, en torno al año 1962, habla Jesús Ferrón. A él le tocó tomar el mando de la situación una vez que el alcalde de entonces, Ramón Pazos Giménez, vivía en Santiago y no pudo trasladarse a la villa, precisamente porque quedó aislada por las inundaciones. «Tuve que actuar yo», cuenta.
Así, Ferrón montó el cuartel general en su casa, frente la feria, en la zona de Fondo de Vila, para coordinar todo el operativo en el que participó la Escuela Naval de Marín. «Le pedimos auxilio y vinieron rápidamente», recuerda el vecino. En esa ocasión, la «principal preocupación» eran los vecinos de A Ponte, lugar en el que desbordó el río Ulla. «La gente se subía a los tejados y había que rescatarla», relata Jesús Ferrón. También acudieron a ayudar los bomberos de Santiago. «Llevaba varios días lloviendo y los ríos iban llenos», cuenta. Cuando desbordó el Sar, las calles de la villa y hasta la carretera N-550 quedaron bajo el agua. Los comercios, que ya vivían pendientes de las crecidas del río, «se anegaron y tenían toda la mercancía levantada; sufrieron grandes pérdidas económicas», señala el que fue concejal durante un mandato. Algo similar sucedió también en el año 1987, cuando se registró la inundación más reciente del casco urbano.
En esa riada de principios de los años 60, Jesús Ferrón recuerda que el pueblo pasó más de un día bajo el agua y varios más limpiando todo, porque la crecida también «traía lodo y troncos de árboles que bajaban de Santiago». «El Concello colaboró todo lo que pudo con los vecinos pero no había dinero como hay hoy para las ayudas», señala este vecino de Padrón.
«Las inundaciones eran habituales hasta la construcción del canal de derivación. Ya había un dicho que reza que Caldas, Cuntis y Padrón muchas veces anegadas son», añade Ferrón, quien también precisa que, además del alivio del canal, «ahora ya no llueve como antes».
El canal de derivación fue la solución para evitar las riadas en el tramo urbano del río, pero no en los núcleos situados aguas arriba, como Lamas, en Extramundi, o la zona de Pazos, que siguen desprotegidos en caso de lluvias intensas y de crecidas del Sar. En su día hubo un proyecto para realizar una segunda fase del canal del río y hasta inversión anunciada por parte de la Xunta, pero por ahora se quedó en nada.
El Concello de Valga lleva tiempo queriendo conquistar el Ulla. Convencidos de los potenciales del río, los responsables municipales han barajado, a lo largo de los años, varios proyectos encaminados a conseguir captar visitantes a través del mismo. Parece que lo han logrado. Así lo anunciaban ayer: «Valga será, a partir do vindeiro mes de abril, porto escala da campaña Cruceiros Costeiros, un proxecto promovido pola Asociación galega de actividades náuticas (Agan+), en colaboración con Turismo de Galicia e Portos».
La ruta, según el itinerario que se está rematando, partirá del Puerto de Vilagarcía y remontará el río hasta Valga. En este municipio hará una parada el catamarán, a fin de que los viajeros, acompañados por un guía, realicen visitas a distintos enclaves culturales del municipio. Acto seguido, al barco volverá a ponerse en marcha para llevar a sus pasajeros a Sálvora.
Esta será la primera ruta fluvial del proyecto Cruceiros Costeiros, que en 2018 realizó más de un centenar de viajes por las rías de Arousa, Pontevedra y Vigo. En ellos participaron más de 5.000 personas. Y la intención es seguir creciendo, de hecho, el objetivo para este año es alcanzar los 120 viajes, y un tráfico de más de 6.000 personas.
Esos datos han servido al alcalde de Valga, José María Bello Maneiro (PP) para destacar «o enorme pulo que este proxecto pode supor para Valga, convertendo ao río Ulla en porta de entrada de visitantes e posicionando turísticamente a vila como porto cultural, de natureza e gastronómico».
Por su parte, el representante de Agan+ destacó la proximidad del Xacobeo y la vinculación entre la tradición jacobea y el Ulla. El nuevo itinerario fluvial, dijo «pode supor un novo pulo para esta ruta xacobea a dous anos vista do Ano Santo». Hablaba tras hacer una auditoría al pantalán de Vilarello y realizado una inspección de la zona de Campaña donde se va a instalar un nuevo punto de atraque en el que se invertirán 250.000 euros.