La Ría de Arousa soporta más de ochocientos vertidos

Un test de la salud de la Ría de Arousa no puede pasar por alto los efectos sobre sus aguas de los numerosos vertidos que debe soportar (urbanos e industriales). La administración tiene contabilizados 210 puntos de vertidos en una Ría que es, productiva y ambientalmente, la más rica del mundo.

El debate sobre la contaminación en la costa gallega y las medidas a adoptar para frenar esta tendencia, a la que hasta no hace tanto administraciones y afectados se limitaban a poco más que resignarse, cobra cada vez más fuerza. Y no son sólamente los colectivos ecologistas los que alzan la voz y exigen medidas, políticas y judiciales, contra los vertidos contaminantes.

Y la situación no es para menos. Un informe elaborado por la administración autonómica señala que los ríos gallegos soportan en torno a 4.600 vertidos, de los cuales, sobre dos millares estarían «autorizados» (en base a unos controles y normas).

El citado documento indica que en la Ría de Arousa se dan 211 puntos de vertido, cantidad superior a la de Vigo (más pequeña, pero con una fuerte presión urbanística e industrial), donde se registraron 190.

Pero la presión que deben soportar las aguas de Arousa es mucho mayor si se le añaden aquellos vertidos contaminantes que afectan a los cauces de ríos que, como el Ulla o el Umia, acaban desembocando en la Ría. Entonces, estos vertidos superarían los ochocientos, pues en el Ulla están registrados en torno a 500 (es el más afectado de Galicia), y en el Umia algo más de cien.

Preocupación > Evidentemente, estos datos llevan a la preocupación en diferentes sectores ciudadanos, y cada vez más en el productivo, con una economía ligada al mar arousano.

De hecho, la Federación Galega de Confrarías denunció ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) la situación de contaminación marina que sufren las costas gallegas. E instó a los pósitos que integran esta plataforma del sector a denunciar cualquier vertido o derrame en sus concesiones.

En un detallado estudio encargado por la FGC se analiza pormenorizadamente la situación que atraviesan las diversas rías gallegas, entre ellas la de Arousa. Respecto a ésta, se señala que existe un problema de coliformes (bacterias cuya presencia sirve para indicar el nivel de contaminación existente), además de que los tres ríos que desembocan en la Ría «traen outro tipo de problemas máis complexos, coma é o dos metais pesados que teñen unha especie, o reló, coa prohibición de extracción, cando este recurso representa entre o 10 e o 20 por cento dos ingresos dos mariscadores » de la comarca.

Pero estos no son los únicos problemas señalados en dicho estudio encargado por la Federación.

El informe también hace referencia a las riadas derivadas «do mal funcionamento dos encoros» o bien las avalanchas de restos de montes quemados que la lluvia arrastró a la costa, «inutilizando milleiros de metros cadrados e afectando a moitos mariscadores».

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