A Delfín Fernández. Carta de Antonio Posse Fernández sobre el asesinato de la valguesa Mari Luz Posse.

Mari Luz Posse falleció victima de la Violencia de Genero. Murió asesinada el pasado día 16 de diciembre de 2007 en el cuartel de la guardia civil de Cambados (Pontevedra) por su ex pareja sentimental; un guardia civil destinado en ese mismo cuartel.

Pretendía poner una denuncia por malos tratos, acoso y amenazas. El acosador, maltratador y amenazador (todo presuntamente, por supuesto) la estaba esperando allí.

Tres de los hermanos de Mari Luz se reunieron con el Subdelegado a petición de éste el pasado día 19 de febrero a las 18,00; el cuarto hermano, que es quien firma, no pude hacerlo por motivos laborales y residir fuera de la Comunidad. Lo que si hice fue concretar con la jefa de prensa de la Subdelegación en sucesivas llamadas telefónicas el tema básico de la reunión: que el Subdelegado rectificara las declaraciones efectuadas el día 17 de diciembre y publicadas en diversos medios el día 18. Así se me aseguró que sería.

En esas declaraciones el Subdelegado afirma que a mi hermana Mari Luz no la asesinaron dentro del cuartel sino fuera del mismo. Asimismo relativiza el hecho de que el ?suceso? tuviese lugar a las puertas del Cuartel de la Guardia Civil de Cambados, «porque ahí es donde vivía él».

Sr. Subdelegado; declaraciones como estas, o como las realizadas por el Coronel Jefe de la Comandancia de Pontevedra D. Rafael Daza insistiendo en la necesidad de «rebajar el perfil» del caso crean malestar y confusión. ¿Qué buscan conseguir con estas declaraciones? ¿A que nivel hay que rebajar el perfil para que el señor Daza esté satisfecho?

El sr. Subdelegado no está dispuesto a rectificar sus declaraciones, pues así se nos hizo saber en la reunión. Pues parece ser que recibió la noticia entre las 6,30 y las 7,00 de la mañana en una llamada desde el cuartel y se limitó a trasladarla a la opinión publica. También se nos dijo que desde la Subdelegación se había enviado una nota a los medios quejándose de que lo publicado no se correspondía con lo declarado por el Subdelegado.

Parece evidente el alto nivel de soberbia del Subdelegado del Gobierno. Sr. Subdelegado, sus declaraciones se produjeron pasadas más de 24 horas desde el asesinato, por lo tanto tenía más datos sobre los hechos y sabía que sus primeras declaraciones se habían convertido en una mentira. Esta mentira persiste mientras usted no rectifique públicamente.

Sr. Subdelegado, mi familia, y especialmente mis padres llevan mas de dos meses esperando su rectificación; cada día que pasa nos sentimos mas dolidos.

DIARIO DE AROUSA, 02/03/08