Nueva operadora de Internet.
Hace unos meses, una nueva operadora de telefonía e Internet aterrizó en la comarca. Empapeló Santiago con sus grandes ofertas, 20 megas a muy buen precio, y soltó a unos cuantos agentes comerciales para hacer el puerta a puerta y conseguir clientes.
Hasta aquí lo lógico y normal de una empresa que llega nueva a un lugar y se quiere divulgar. Ahora paso a contar mi experiencia personal. Un buen día se me ocurrió informarme sobre sus productos, entré en Internet en varias páginas en las que me pedían datos personales para facilitarme información. Cambiando y buscando encontré una en que con sólo poner el teléfono fijo indicaban la cobertura en esa zona y las ofertas de precios. Tonta e ignorante de mí, tecleé el número de mi casa en lugar de poner el dato de un vecino odiado porque, desde aquel día, sufro en mi línea un acoso continuo por parte de esa empresa, con acentos de Singapur, Ecuador y Perú, desde los que intentan convencerme, hasta donde les dejo, de lo bueno de sus servicios, llamando a cualquier hora del día o casi noche, interrumpiendo mi vida casera con excesiva frecuencia y generándome una absurda tensión de molestia cada vez que suena el teléfono. Unas veces les cuelgo yo, otras veces me cuelga la operadora sin despedirse cuando preguntan por «el titular de la línea» y les digo que no está, en otras llamadas ya me aclaran que seguirán llamando hasta que logren dar su información a quien la solicitó, si les digo que he sido yo, no les sirvo, quieren hablar con el titular de la línea. ¡Que parte de felicidad tenían en la selva, solo comunicándose por tambores!
Carta de Ana González (Ames). TIERRAS DE SANTIAGO, 10/02/09
* Vecina de Ames
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