Es el momento del tren.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

En estos días pude asistir a importantes reuniones sobre el momento ferroviario. Con enfoques tan variados como amplio es el tema, claro está. Tecnólogos, economistas, sociólogos, urbanistas, gestores, transportistas, políticos, constructores y hasta representantes de instituciones financieras internacionales, cual fue el caso del Banco Mundial, coincidieron en que este es, no sólo a nivel español sino mundial, el momento del ferrocarril. El tren sobresale, en primer lugar, por su amabilidad ambiental. Con respecto al automóvil, permite una drástica reducción del volumen de emisiones de anhídrido carbónico. Y en los ambientes estrictamente urbanos también porque sólo él permite una reordenación razonable de los tráficos. Las ciudades, incluso las pequeñas, sufren los efectos de la contaminación, los atascos, la pérdida de tiempo y el consecuente deterioro de la calidad de vida, provocados por un sistema de transporte basado mayormente en el automóvil, e incluso, ofreciendo la cara más agresiva de esa opción, el de uso particular e individual. He podido conocer los grandes proyectos que se están culminando ya en ciudades como Berlín o São Paulo, implicando grandes centros intermodales de comunicación y transporte, en los que millones de personas pueden acceder, de manera muy cómoda, a diversos medios en momentos o direcciones distintas, con rapidez, seguridad y con amabilidad ambiental y espacial. También se habló, como no podía ser de otra manera, de lo que se está haciendo en España, y no sólo con la alta velocidad, en lo que destacamos mucho, sino también en la modernización de los suburbanos en Madrid y Barcelona, o en la reincorporación de los tranvías en Valencia y Andalucía, por ejemplo. En Galicia, donde la llegada del AVE ya está garantizada, es importante que empecemos cuanto antes a desarrollar públicamente el debate sobre un nuevo sistema y red para el transporte de cercanías y mercancías. Para nosotros, además, con la componente inexcusable de aprovechar todo ello para favorecer una ordenación territorial adecuada para un espacio de doblamiento disperso. También aquí es, pues, el momento del ferrocarril. De aquí a veinte años, como mucho, debemos haber tomado decisiones que pueden darle la vuelta a la suerte futura del país.

Artículo de Jaime Barreiro Gil, ex Decano de Económicas de la USC
EL COREO GALLEGO, 03/12/09

Categorías: Opinión

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