El legado de Camilo José Cela.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

Alerta el dicho y el sentido común de las nefastas consecuencias de pretender matar moscas a cañonazos como, por lo que se sabe, acaba de suceder en el seno de la Fundación Cela con esa drástica solución de trasladar a la Cidade da Cultura buena parte del legado personal y literario del Nobel padronés como consecuencia de que sus gestores actuales, los de la Fundación, no dan salido de los balances negativos, que ya tiene mérito.

Y siendo esta la causa de la desazón, no se entiende en qué puede mejorar la economía de la Fundación la circunstancia de que se gestione desde el monte Gaiás y no desde Iria, como correspondería. Salvo que las razones obedezcan a otro conocido dicho de desvestir un santo…

Es difícil encontrar en la historia reciente de este país mayor desplante que el que la decisión supone para el respeto que debiera merecernos la memoria de uno de los más grandes escritores de la literatura española, que dejó dicho (y escrito) dónde y por qué quería que se custodiase su valioso (también en lo material) legado: Esa Iria Flavia que amó por encima de muchas personas y cosas y que siempre le conmovió, hasta los postreros días de su vida.

Que la Fundación Cela no haya encontrado todavía el rumbo económico y social no es más que culpa directa de quienes la han venido gestionando, pero en absoluto implica que no pueda dar pingües rentabilidades a poco que se ponga algo de interés y saber en el empeño. Sólo es cuestión de acertar con la persona adecuada.

Por contra, tomar la determinación de trasladarla no hace sino agrandar injustificadamente la supuesta debacle de la institución iriense y, a la par, mostrar las grandes debilidades (estas sí) que el proyecto de la Ciudad de la Cultura sigue teniendo en cuanto a definición y contenidos, pese a lo ya andado y debatido por supuestos entendidos de dentro y de fuera.

No es por el camino del pillaje cómo la Ciudad de la Cultura debe asentar su futuro, como tampoco es por la senda de la violentación de la voluntad del fallecido cómo mejor podemos honrar la memoria de Camilo José Cela y agradecerle su excepcional legado.

Debieran pensarlo el pueblo de Padrón, sus dirigentes y los demás representantes institucionales. Seguir adelante no es más que la constatación de dos fracasos. El de Iria y el del Gaiás.

Carta de Juan Salgado al director de TIERRAS DE SANTIAGO. 01/06/10

Categorías: Opinión

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