Soy comercial anónimo del albariño, lo regalo a todos mis clientes
El industrial valgués Andrés Quintá, referente mundial en el sector del aluminio de la mano de empresas como Extrugasa, ejerce, como no podía ser de otra manera, como embajador del albariño siempre que tiene ocasión, tanto dentro como fuera de España. ??Soy un gran consumidor de vino albariño y un comercial anónimo, ya que lo regalo a gran parte de mis clientes?. Y es que, ??¡qué bien sienta una copa de albariño en una comida!?, sentencia. Al igual que él aplica esta máxima en sus negocios, apuesta por la innovación para que el sector vitivinícola continúe expandiéndose y ganando posiciones en los mercados internacionales.
Diario de Arousa: ¿Cuáles son las potencialidades que detecta en el sector del vino para mantener o, si cabe, mejorar su posición en los mercados?
Andrés Quintá: El albariño tiene en su prestigio, ganado
durante décadas, su mejor carta de presentación. Pero esta imagen hay que mantenerla e incluso fortalecerla, y lo digo por mi propia experiencia empresarial. Es difícil ganar posiciones en el mercado pero, sin embargo, es muy fácil perderlas. Para que esto no ocurra es imprescindible apostar por la innovación tecnológica lo que, junto con el respeto por la tradición y la gran calidad del producto, pueden llevar al sector del vino a seguir creciendo. Hay que tener en cuenta que Cambados y, en general, la comarca de O Salnés, además del vino, siempre tuvieron una cultura agrícola y ganadera muy fuerte. Las ferias que se celebraban en Mosteiro y que atraían a gentes de todos los puntos de Galicia, fueron un ejemplo. Y este reconocimiento se logró en base a la calidad, algo de debe seguir manteniéndose como bandera.
D.A.: Entonces, ¿esa es la receta que usted recomienda al sector para superar de la mejor forma posible estos tiempos de crisis?
A.Q.: Las crisis se producen por ciclos. Para resistir a ellas hay que estar preparados y esto se consigue, por una parte, con el ahorro y la buena gestión de los recursos y, por otra, con con la reinversión de capital para no quedarse estancado, sino evolucionar y mantener las posiciones de mercado. Los empresarios deben ser también buenos gestores y buscar la manera de que sus compañías no dependan en exceso de las entidades financieras para que, en épocas de dificultades como la actual, las posibilidades de verse afectados por la reducción del crédito sean mínimas. Además, desde mi punto de vista, también cobra mucha importancia el talento. Es realmente complicado que empresas como las del Grupo Quintá puedan sobrevivir sin subvenciones, por eso hemos visto en los últimos meses cómo han
cerrado factorías como Cedonosa o Novo y Sierra, por poner dos ejemplos de la comarca del Ulla-Umia. Para hacer frente a esta falta de ayudas cobra relevancia el talento del empresario. Por eso la sociedad tendría que valorar más y estar más orgullosa de sus empresarios e industriales, porque están creando puestos de trabajo.
D.A.: ¿Cómo ve al país desde el punto de vista de la economía? ¿Cree que lo peor ya ha pasado?
A.Q.: Al país lo veo bastante mal. Donde sí percibo recuperación es en otros estados europeos, como Francia, Holanda, Alemania… incluso en los países del Este. En estas zonas la economía está desarrollándose prácticamente con normalidad y, gracias a ellas y a América Latina, las empresas nos estamos sosteniendo, manteniendo el equilibrio. Por eso opino que deberían fomentarse más y apoyarse las exportaciones, como hace, por ejemplo, el ??gigante asiático?.
D.A.: Siempre ha sido usted, además, un gran defensor de la formación…
A.Q: Así es. Pero, lamentablemente, tengo que decir que siguen faltando especialistas, gente bien formada. Desde la asociación de empresarios del Ulla-Umia, de la que soy presidente, llevamos tiempo intentando poner en marcha un centro de formación profesional homologado para paliar estas carencias formativas, pero por el momento no hemos contado con el respaldo necesario para que esta iniciativa pueda salir adelante.
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