Condenado a 6 meses por desobedecer y morder un dedo a un policía pontecesureño.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

El agente le recriminó un mal aparcamiento y el conductor le contestó con una respuesta «grosera»

Un vecino de Pontecesures, J.S.P., ha sido condenado a seis meses de prisión por un delito de resistencia a la autoridad y un mes de multa a razón de seis euros diarios por una falta de lesiones tras haberse enfrentado a un policía local que le recriminaba un mal aparcamiento.
La resolución acaba de ser comunicada por el Juzgado de lo Penal número 3 de Pontevedra, cuya magistrada descarta el delito de atentado a agentes de la autoridad como proponía el Fiscal y la acusación particular al entender que no ha habido un «acometimiento, ni empleo de fuerza o intimidación».
Los hechos a su juicio fueron espontáneos y consistieron en una grosera respuesta al agente que le invitaba a aparcar bien el turismo y la reacción del mordisco cuando el agente se le interpuso en su camino.
Los hechos ocurrieron a las 11,30 horas del 8 de septiembre de 2008, momento en que J.S.P. «mantuvo por motivos de tráfico una discusión con el agente de la Policía Local de Pontecesures F.F.H. quien se hallaba en el ejercicio de sus funciones, al cual le dijo que se fuera a tomar por el culo y que le denunciase si tenía cojones intentando el acusado abandonar el lugar negándose a identificarse, de modo que el agente se puso en su trayectoria, momento en que el acusado lo empujó y le mordió en el dorso del dedo meñique de la mano derecha».
Como consecuencia de la agresión, el policía resultó con heridas que precisaron una única asistencia tardando en cuarar seis días no impeditivos.
La juez que dictó la sentencia, Julia Monteagudo Limeres considera probado los hechos con base en el «testimonio firme y congruente del agente de la Policía Local, corroborado por J.M.T., persona ajena a los hechos que casualmente se encontraba en las proximidades del incidente.
Así, dice la sentencia, «el agente declara que circulaba en una motocicleta oficial cuando observó como el acusado detenía su vehículo y bajaba del mismo en un lugar donde no estaba permitido el estacionamiento». Por ello, se señala, «le hizo una señal de que continúe la marcha con intención de seguir el agente su trayectoria; sin embargo, al ver que el acusado le responde, le manda parar más adelante, le requiere que se identifique pero trata de irse».
Se agrega en la sentencia que para reducir al acusado fue necesaria la intervención de un agente de la Guardia Civil pues no se dejaba poner los grilletes.

FARO DE VIGO, 26/09/10

Categorías: Concello

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