No equivocar el tiro en el conflicto de las basuras.
Siquiera fuera por su perdurabilidad, no es el mejor ejemplo que pudieron dar los trabajadores de la planta de reciclaje de Servia, en Lousame, quemar un bidón para marcar diferencias con Sogama, empresa con sus particulares problemas pero distintos de esa amenaza de cierre que se cierne sobre tan ecologista proyecto de tratamiento de las basuras. Efectivamente, nadie en su sano juicio rechaza las bondades del compostaje frente a las de la incineración, ni siquiera Sogama. Tema distinto es su viabilidad económica a la hora de repercutir la tasa en el bolsillo del ciudadano. Unas cuentas que, condicionados como estaban sus promotores por el interés político, es dudoso que se plantearan con seriedad al constituirse la Mancomunidade de Serra do Barbanza y que ahora arrojan estas amenazas que nadie desea. Ni siquiera hoy, con un lustro a sus espaldas, la planta opera dentro de la legalidad. Volviendo al conflicto, harían mejor los trabajadores en sentar a la mesa de negociación a la empresa que gestiona la planta antes que equivocar el tiro contra la Xunta o los concellos morosos. Porque desde la lejanía que permite contemplar el bosque en su totalidad, más parece que se estén cociendo otros intereses ajenos a los meramente laborales, como también ocurriera hace escasas semanas a propósito de la huelga de basuras en Padrón.
Columna «Espinas»
TIERRAS DE SANTIAGO, 26/10/10
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