Políticos.
Sucede cada cuatro años. Los que gobernaban con anterioridad critican los sueldos de los que ocupan el poder. Y los nuevos regidores, que antes denunciaban el despilfarro de su ahora oposición, se embolsan lo que, en cada caso, estiman oportuno. Porque, y ese es el verdadero problema, nuestros políticos no quieren fijar por ley sus retribuciones. Si lo hacen, ya no tendrían de qué hablar.
LA VOZ DE GALICIA, 29/06/11
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