A Londres se llega en canoa.
Apartar en un mismo año a todo un tetramedallista olímpico como David Cal de sendas plazas en los campeonatos del Mundo y de Europa es algo de lo que hoy solo puede presumir una persona. Por dos veces el cesureño André Oliveira le amargó la existencia a Cal, derrotándolo en el 2010 en los controles selectivos con los que la Real Federación Española de Piragüismo eligía a su representante internacional en la nueva prueba olímpica, el C-1 200 metros. «Aí supoño que é onde vin que o meu no piragüismo ía para adiante», recordaba esta semana Oliveira, que en el 2010 se movía entre los 19 años y los 20 recién cumplidos.
Su proeza frente al gigante cangués supone el punto de inflexión en la carrera deportiva de André. Una trayectoria que el canoísta confía en poder elevar a un nuevo nivel conquistando la próxima primavera un pasaporte para los Juegos de Londres en el C-2 1.000 metros, tras ser descartado el pasado año del C-1 200 por una estrella emergente de nombre Alfonso Benavides y DNI balear.
La llegada del olimpiable cesureño al mundo del piragüismo llegó por la vía de la contemplación. «Tería uns 13 anos», rememora Oliveira, y «a pandilla de amigos andabamos xogando pola beira do Ulla. Quedámonos mirando uns rapaces remando no río, e o presidente do Náutico Pontecesures, Ángel Barreiro, víunos e díxonos que fosemos ata o club a probar. Era verán, e valíanos para pasar o rato. Xa no inverno, a maioría deixárao».
Los dos nombres de su carrera
¿Qué le hizo seguir a André? Pues como en muchos casos de chavales que empiezan a practicar cualquier actividad no obligatoria, una figura de referencia. En su caso, dos. La primera, la de Javier Bouzas, el técnico del As Torres de Catoira que durante el largo y duro invierno preparaba a los chavales de la vecina Pontecesures. «Ver que nos ía adestrar un deportista que xa tiña medallas servíume de motivación. Ese inverno tomeino en serio, e saíume unha tempada bastante boa. No verán fixen as probas para entrar no Centro Galego de Tecnificación Deportiva. Aceptáronme, e comecei a tomalo máis en serio». David Cal y sus recién conquistadas dos primeras medallas olímpicas orientaron a Oliveira a la canoa casi sin tiempo de aprender a mantener el equilibrio sobre un kayak.
Desde su título de campeón de España de 5.000 metros en su segundo año cadete, André no ha dejado de engordar su envidiable currículum, alternando el barco individual con el doble, y los 200, 500 y 1.000 metros.
Su carrera internacional arrancó muy pronto, en el 2008, cuando con el precozmente retirado Rodríguez Galbán acudió sin suerte al C-2 500 del Preolímpico de Milán siendo todavía juvenil de último año. Con el aval de su doble victoria sobre Cal André fue en el 2010 decimosexto en el C-1 200 del Mundial Absoluto y demostró con su actual pareja y compañero en el Náutico Firrete, Yeray Picallo, su potencial para el C-2 1.000 con la novena plaza en la final A del Europeo. Un puesto que repitió el año pasado en el Mundial en el C-2 200.
Junto a Picallo, con el que se prepara en el río Eume, André necesita superar dos cortes para alcanzar Londres. Primero, ganar el selectivo nacional del 13 de abril, en el que «seremos catro barcos fortes», con el grovense Tono Campos y José Manuel Sánchez, el catoirense Diego Romero y el meco Ángel Cristian Ribadomar, y los palistas del Tudense José Luis Bouza y David Fernández. El segundo, derrotar a potencias de la talla de Hungría o Francia en el Preolímpico que del 16 al 18 de mayo se disputará en Poznan, Polonia.
André dice no tener preferencia por el C-1 o por el C-2. Lo que sí reconoce es que «prefiro as distancias curtas ás longas». En todo caso, aclara, «para min o 1.000 non é un problema».
El cesureño lo confiesa. «Son un pouco máis vago co resto nas pretempadas». O así era. Porque «esta é a mellor pretempada da miña carreira. Collín ben o ritmo desde o comezo». Londres bien lo vale.
Oliveira figuraba en el 2010 en el equipo nacional sub 23 con sede en Pontevedra. Pero sus desencuentros con el técnico, Manuel Fernández, lo llevaron a dejarlo, aún perdiendo el paraguas federativo.
El canoísta debe ganar el selectivo nacional del 13 de abril, y después el Preolímpico de mayo.
LA VOZ DE GALICIA, 04/02/12
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