La lamprea o la belleza de lo feo.
Ha costado trabajo, pero finalmente los valeiros de Pontecesures han logrado reunir las 300 lampreas necesarias para alimentar la que será la edición número 17 de la fiesta de exaltación de este peculiar producto del Ulla. «Houbo que rascar moito, pero finalmente conseguímolo», explica la concejala Cecilia Tarela, responsable de la intendencia culinaria de la fiesta. La sequía ha espantado este año a las lampreas, y las capturas son bajas. Por eso los valeiros «levan quince días xuntando para nós».
Quienes se decidan a acercarse mañana a Pontecesures podrán disfrutar, por un precio de cinco euros, de una ración compuesta por dos trozos de lamprea a la bordelesa con arroz y picatostes. El producto será preparado por cuatro mujeres, cuatro cesureñas que aprendieron hace tiempo el secreto que transforma a un animal de aspecto monstruoso y dessagradable en un auténtico placer para el paladar. Y ese secreto es «a limpeza». A la lamprea hay que sacarle el limo y la hiel, manipularla con cuidado para no perder la sangre (necesaria para la bordelesa) y arrancarle los dientes que, a modo de vampiro acuático, clava en las víctimas de las que se va a alimentar.
Ya cocinada, la lamprea es un producto de culto para los amantes de la gastronomía y de los sabores con personalidad. Pero en Cesures también han pensado en quienes prefieren gustos más tradicionales, más conocidos. Para ellos habrá carpas con churrasco y pulpo.
LA VOZ DE GALICIA, 24/03/12
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