Catoira y Pontecesures reavivan la guerra al pitillo.
Cuando el tabaco quedó desterrado de bares, cafeterías y restaurantes, el pitillo y sus malos humos parecieron dejar de ser un problema. Sin embargo; «o tabaquismo é a primeira causa de mortalidade evitable no estado español, ao ocasionar anualmente uns 55.000 falecementos, o 16% do total nas persoas maiores de 35 anos». Los datos los ofrece el servicio de prevención de drogodependencias que comparten Catoira y Pontecesures, un organismo que ha decidido reavivar la guerra contra el tabaco. Para ello están ultimando unos talleres en los que ayudarán a los vecinos que así lo quieran a deshacerse de su dependencia de la nicotina y el humo.
En un momento en que los vaporizadores se han puesto de moda, evidenciando el deseo de muchos fumadores por dejar atrás el humo, Catoira y Pontecesures recuperan los métodos más tradicionales de lucha contra el tabaco. Los talleres qkue impartirán a partir del mes de mayo en ambas localidades tendrán horario de mañana o de tarde «en función da demanda. «Por dez euros (precio que cuesta la matrícula) los participantes recibirán un tratamiento que consistirá, básicamente, en una «reducción gradual da nicotina». Ir trabajando la dosis de forma paulatina «permite controlar a dependencia física e psicolóxica que provoca o tabaquismo sen sufrir ningún síntoma do síndrome de abstinencia que provoca a adicción». Las sesiones de trabajo serán semanales durante el primer mes. Después se espaciarán durante quince días durante dos meses más.
Pero tan importante como ayudar a los fumadores a abandonar su hábito que acorta vida y salud, es formar a los jóvenes y evitar que caigan en las redes de este hábito. Y en eso anda también el servicio de prevención de drogas de Catoira y Pontecesures, que ha organizado varias charlas y actividades en colegios de los municipios para concenciar a los rapaces de todo lo que entra en su cuerpo con cada calada que le dan a un cigarrillo.
Este paquete de actividades vuelve a poner el foco sobre una droga que, como el alcohol, es legal pero dañina y con efectos que pueden resultar devastadores.
La Voz de Galicia
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