Juan Maneiro justifica en el Parlamento que la lamprea tenga que pasar por lonja.
El arousano Juan Maneiro Cadillo, secretario xeral do Mar, compareció ayer en sede parlamentaria para justificar la decisión de que toda la lamprea pescada deba pasar por lonja. Se refirió así a la nueva regulación de la comercialización en origen de especies «eurihalinas», es decir, las que como la lamprea y la anguila pueden vivir en zonas acuáticas con diferentes grados de salinidad, tanto en el mar como en el río.
Lo que se quiere, básicamente, es «controlar el desembarco, transporte y primera comercialización de estas especies en las lonjas o centros de venta».
Esgrime Maneiro que el control en origen de la anguila y la lamprea capturadas en los tramos finales de los ríos Miño, Tea y Ulla trata, paradójicamente, de acabar con el «descontrol» en la comercialización y la carencia de trazabilidad de las especies.
Igualdad de condiciones
Desde la Xunta esgrimen, y Juan Maneiro lo dejó de nuevo claro ayer, que «es necesario que la actividad profesional que realizan los pescadores de lamprea y anguila en los tramos finales de los ríos gallegos se lleve a cabo en igualdad de condiciones respecto a los profesionales que se dedican a otros recursos» en Galicia.
Parece ser que ya se mantuvieron diferentes reuniones con el sector para darle cuenta de las nuevas medidas y exponer «las ventajas de esta regulación, tales como la lucha contra la competencia desleal, la posibilidad de promocionar de manera global y eficaz el producto pescado o la defensa del origen en el etiquetado».
Pero no solo eso, sino que en la consellería que dirige Rosa Quintana están convencidos de que con la nueva normativa y el control de las capturas de lamprea y anguila se conseguirá mejorar la trazabilidad, al igual que se brindará al sector «la posibilidad de iniciar el proceso de registro de marcas de calidad diferenciadas para evitar la competencia desleal de productos foráneos».
Marca propia
Esto abre las puertas, por ejemplo, a la creación de la marca «Lamprea del Ulla», para comercializar este preciado pez cartilaginoso con mayor facilidad y, a la postre, para mejorar los ingresos de los pescadores.
Al menos esa es la teoría que maneja la Consellería do Mar, en la que también se dice que el control de la comercialización en origen va a generar una mejor gestión de las capturas «por medio de centros de recogida» que se crearán al efecto.
En Mar son conscientes de que en los tramos finales de los ríos Tea, Miño y Ulla «existe una profunda tradición de explotación pesquera y un importante colectivo de pescadores que ejercen la actividad profesional en sus aguas, principalmente para capturar anguila y lamprea».
Este importante movimiento es el que lleva a Mar a querer regular también la descarga y primera venta de dichos productos frescos de la pesca, como se hace ya con todas y cada una de las especies de peces, bivalvos, crustáceos y cefalópodos que habitualmente pasan por las lonjas gallegas.
Faro de Vigo
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