Las placeras de Cesures denuncian la venta ambulante de ropa y alimentos.
La plaza presentaba ayer un aspecto desangelado
En Pontecesures, la venta ambulante está de moda. No es un fenómeno nuevo: hace ya tiempo que coches cargados con todo tipo de productos desembarcan en la localidad e intentan colocar sus mercancías puerta a puerta. Al principio, las vendedoras de la plaza de abastos cesureña observaron con incredulidad el fenómeno. Pero hace un par de años, cuando uno de esos ambulantes entró con sus ofertas en el edificio del mercado, su paciencia se agotó. Era el 8 de marzo de 2012. Las mujeres lo recuerdan con precisión porque aquel mismo día, tras cerrar sus puestos, acudieron al Concello a exigir que se tomasen medidas. Ni aquel escrito, ni todos los que presentaron después, surtieron efecto. Tampoco, las conversaciones mantenidas con los distintos grupos políticos locales. «Ninguén mira por nós», sentencian.
La concejala responsable del mercado, Cecilia Tarela (BNG), asegura que el problema no tiene fácil solución. «Non atopei ningunha ordenanza nin normativa, e teño miradas moitas, que permita restrinxir a venda ambulante nunhas determinadas zonas e noutras non, que é o que elas [las placeras] queren», explica la edila.
Las vendedoras de la plaza no tienen ningún problema con que los coches cargados con pescado, fruta, verduras, pan, empanadas, pasteles, congelados e incluso ropa, mantengan sus rutas por las zonas más alejadas del casco urbano. Siempre que cumplan con todas las normativas a las que están sujetos, esa actividad no solo no les molesta, si no que la entienden como un servicio para aquellos vecinos que viven más lejos.
Sin embargo, recuerdan las placeras, Pontecesures es una localidad eminentemente urbana, con tejido comercial, y por la que los coches de los ambulantes circulan con una intensidad pasmosa. Suponen, para ellas, «unha competencia desleal, porque nós temos que pagar impostos e pasar todo tipo de inspeccións, mentres que moitos deles andan en coches que nin sequera están preparados».
La Voz de Galicia
0 comentarios