Morreu “Adelina a Grela”.

Aos 86 anos de idade morreu hoxe a veciña de Condide, Avelina Pereira Grela, viúva de Ramón Jesús Dopazo Martínez. O velorio está instalado no Tanatorio Iria Flavia de Padrón. Mañá luns 9 de xaneiro, ás 15:45 horas, terá lugar o funeral “Corpore Insepulto” na Igrexa de Pontecesures. De seguido os restos mortais recibirán sepultura no Cemiterio Parroquial de San Xulián.
Descanse en paz.

El Belén de Valga cierra hasta la próxima Navidad.

El domingo 8 es el último día para ver el famoso Nacimiento.

Terminadas las Navidades toca recoger los Belenes. En los hogares, las figuras y las luces vuelven estos días a las cajas, donde permanecerán durante los próximos once meses. Y lo mismo ocurre con los grandes Nacimientos públicos que se montaron para las fiestas en Valga o Vilanova.
El de Valga cierra el domingo, 8 de enero, sus puertas. Durante la jornada, podrá visitarse entre las 12 del mediodía y las 14.00 horas, y volverá a abrir por la tarde entre las 17.00 y las 20.30 horas. La entrada es gratuita.
Se trata de una composición que está situada en el lugar de Campaña, y que ha alcanzado tal fama en los últimos años que incluso encabeza el díptico especial editado en Navidades por la Xunta de Galicia para promocionar los atractivos turísticos que había durante las fiestas en la comunidad.
El humor y el desenfado son dos de los principales ingredientes de un belén que cuenta con un buen número de piezas articuladas. Además, están hechas a mano por vecinos de la localidad, lo que le confiere un valor añadido.
No obstante, la composición destaca sobre todo porque va más allá de la representación tradicional religiosa, e incluye escenas de la actualidad política, social o cultural de los últimos meses. También hay espacios para la etnografía e incluso para la historia y la arquitectura de Valga.
También cierra el domingo 8 la exposición de “Belenes del mundo” que ha montado en la parroquia de Caleiro el sacerdote vilagarciano Gonzalo Rodríguez, que colecciona desde hace años este tipo de Nacimientos. La muestra está en el local parroquial, al lado de la iglesia, y ha sido una de las sorpresas de la Navidad en O Salnés, al congregar un gran número de visitas.
En la muestra pueden verse hasta 300 composiciones, procedentes de varios rincones del mundo, con culturas y religiones mayoritarias diferentes.

Faro de Vigo

El bar de Valga que se adelantó a los tiempos.

Lleva cincuenta años yendo un paso por delante, pero sin olvidar que las tapas tradicionales funcionan.

Pedirle a Carmen Potel que cocine es abrir el abanico de opciones a colocar sobre la mesa. Le gusta innovar ante los fogones. No es sorprendente. Creció cerca de ellos. Aunque es necesario hacer un buen retroceso en el tiempo, el bar que regenta en Valga comenzó siendo una casa de comidas del plato del día. Ya llovió desde aquella, cincuenta años concretamente, pero a Carmen Potel no le cuesta echar la vista atrás. Ni poner fechas. «Celebramos las bodas de oro el pasado 1 de septiembre», señala Potel. Fue su madre, Agustina Touceda, quién apostó por lanzar su propio negocio familiar «a pesar de que ya había dos casas de comida en las cercanías». Esto no fue un impedimento. «Desde el principio fue muy bien», recuerda la ahora propietaria. Desde muy joven, tanto ella como su hermano, al que le lleva diez años, comenzaron a ayudar. «Si no servías para servir, podías recoger los platos», señala. Toda mano era siempre de agradecer.

En este retroceso al pasado, resulta imposible no fijarse en como el paso del tiempo dejó su huella en los servicios que ofrecían. Especializados en el menú del día, al último plato le seguía una copa. «Ahora es impensable verla incluida. Ya ni se piden, fueron sustituidas por los cubatas», relata. También fue cambiando la relación con las empresas de la zona. En un principio, estas pagaban la comida de sus trabajadores, que acudían en autobús hasta los alrededores del bar. Pone el ejemplo de la constructora Malvar. «Generalmente, era mi padre el que iba una vez al mes hasta la oficina de Pontevedra para cobrarles», explica.

Cuando cambió el sistema y las empresas apostaron por los vales para sus empleados, «no tuvimos ningún problema». Potel señala que, aunque los trabajadores podían elegir el lugar donde comer, no notaron una reducción de los que apostaron por ellos. Acudían además profesionales de sectores de lo más dispares, que hicieron del bar una gran familia. «Al grupo escolar formado por profesores del colegio y de las escuelas unitarias se terminaron uniendo el médico y el farmacéutico de aquel entonces», cuenta.

Fue, con el paso del tiempo, la enfermedad de su madre la que provocó que optasen por cerrar el servicio de comedor. Continuaron así con el de barra. «Conservamos también las tapas», cuenta Potel. Todavía las mantienen. Empanada de berberechos o zorza, callos y filloas son algunas de sus especialidades para acompañar la consumición. No falta, entre ellas, la tortilla. El plato que escoge para la ocasión. Aunque son muchas las veces que opta por prepararla rellena (ya sea de chorizo, jamón o, incluso, de anchoas) se decanta por la que más éxito tiene entre sus clientes. «La normal, la de toda la vida, es la que más gusta», afirma. Tampoco pasa desapercibida su lamprea a la bordelesa.

Pioneros.

Carmen Potel puede presumir de regentar el primer bar que incorporó una cafetera y el grifo de cerveza en Valga. «Llegamos a retirarlo», cuenta sobre este último, porque «la gente prefería la cerveza de botella». Y, del tiempo. «En la nevera teníamos muy pocas», indica. Ahora, sin embargo, sus clientes las prefieren frías. También fueron los primeros en comprar lotería. «Se enviaba en autobús», recuerda. Desde la quiniela hasta la de Navidad, que repartió, gracias a la maquina, la combinación del segundo premio del año que recién concluyó.

Entre las vivencias que acumula durante todos estos años entregada al bar, le resulta difícil quedarse con una. Las noches de fin de año son, sin embargo, un gran momento entre sus recuerdos. «Como casi no había televisiones, los vecinos se acercaban para pasar la velada. Cantábamos y bailábamos hasta altas horas», señala. Aunque esta tradición ya no se mantiene, en parte porque cierran, son muchos los vecinos que siguen acudiendo hasta allí para tomar algo antes de la cena. «Es de agradecer. Más allá de lo económico está lo sentimental», señala. Aunque a veces es un trabajo esclavo, asegura que también gratificante.

La Voz de Galicia

El PSOE reprocha que el secretario municipal de Valga solo trabaje un día a la semana.

El PSOE de Valga considera que a este municipio del Baixo Ulla le espera un año complicado, «en el que solo tendrá secretario un día a la semana y unos presupuestos no adaptados a los cambios que el nuevo año trae consigo». Así lo recogen los socialistas en un comunicado de prensa en el que achacan este negro horizonte a la «gran falta de previsión» del gobierno que encabeza el popular Bello Maneiro.

Los socialistas afirman que la vida municipal arrastra ya «un año de caos», ya que en ese tiempo «hubo dos interventores y tres secretarios». «El ayuntamiento se encuentra ahora con la disponibilidad del cuarto secretario, que ocupará el cargo por acumulación. Es decir, ejercerá su cargo en el municipio en el que ya tiene plaza y ejerce sus funciones, y a mayores ejercerá un día a la semana en Valga». El hecho de que la resolución del nombramiento del nuevo secretario recoja que «esta situación será permanente hasta que se cubra la plaza de forma reglamentaria», no tranquiliza a los socialistas toda vez que el gobierno local ha convocado una plaza interina. «Un poco de pegamento», dicen los socialistas al respecto de esa actuación del ejecutivo local.

Que Valga no tenga secretario se traduce en que la localidad no tenga, tampoco, presupuestos. Al no haber sido aprobadas las nuevas cuentas, se prorrogan automáticamente las del 2016, lo que supone que se sigan pagando «las comisiones de coordinación». «Esperamos que o goberno faga unha modificación puntual e as elimine», explica la portavoz del PSOE, María Ferreirós.

La Voz de Galicia