Arrecian las críticas por el declive de los apeaderos del Baixo Ulla.

Publicado por Redacción en

Denuncian que el de Pontecesures está sin alumbrado en los andenes. ADIF instala nuevas traviesas entre Vilagarcía y Catoira.

El deterioro de las estaciones de ferrocarril como las de Catoira y Pontecesures vuelve a ser motivo de noticia. Es un viejo motivo de preocupación para no pocos usuarios, y muy particularmente lo fue para aquella comisión creada en defensa del tren de cercanías que se formó hace una década con el exconcejal pontecesureño Luis Sabariz como principal exponente.

Es él que ahora vuelve a la carga para denunciar el estado de los apeaderos como el de su pueblo, reiterando la existencia de «jardines abandonados, pintadas en la fachada del edificio, carencia de mobiliario urbano, suciedad por todas partes, ausencia de megafonía para informar de la llegada y salida de los trenes y supresión de los servicios con los que contábamos antes de la pandemia».

Por si esto no fuera suficiente, «ahora nos encontramos con que el alumbrado de los andenes no está operativo», por lo que «a primera hora de la mañana y última de la tarde los usuarios tenemos que permanecer a oscuras bajo la marquesina de la estación, con problemas de seguridad al subir o bajar de los vagones».

Sabariz lo considera «inconcebible en los tiempos que vivimos» lo cual lo lleva a lamentar que las pequeñas poblaciones parecen «condenadas al abandono más absoluto, mientras los anuncios de la potenciación de los trenes de proximidad se quedan siempre en meras palabras».

Y no contento con ello, denuncia también que el viernes «las taquillas de la estación de Pontevedra permanecían cerradas cuando iba a pasar un convoy Vigo/A Coruña de doble composición; a lo que suma el paso de varios trenes sin interventor y que cada vez hay menos personal en taquillas».

Estas reflexiones sobre los apeaderos del Ullán, que llevan a Sabariz a pedir que las autoridades competentes que «tomen medidas en defensa del ferrocarril» se producen cuando el ADIF afronta la instalación de 8.581 nuevas traviesas de hormigón monobloque.

Se colocan en la línea de ferrocarril convencional entre Vilagarcía y la conocida como la «bifurcación» de Angueira» en Padrón.

Como se explicó en su momento este proyecto, que se licitó por 574.768 €, «incluyen la descarga del nuevo material y la retirada del antiguo, completándose con tareas de homogenización de vía, nivelación, alineación y perfilado», según explicaron los contratantes.

Con esta actuación y la renovación de traviesas en el tramo comprendido entre Catoira y Pontecesures se quiere «renovar un material que termina su vida útil, lo cual redundará en la optimización de la fiabilidad de la línea, disminuyendo a su vez los costes de mantenimiento», sostiene ADIF

Faro de Vigo

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