“Vengo de una familia humilde y que ahora vea su nombre en una plaza de Padrón es muy grande”.
Pepe Domingo Castaño
Se trata, sin duda, de una de las voces más talentosas de la historia de la radio española. Por todo lo vivido, Pepe Domingo Castaño Solar (Lestrove, 1942) tiene siempre una historia que contar. El relato de su dilatada trayectoria en la música, la televisión y ante los micrófonos radiofónicos es el mejor ejemplo de la constancia y superación de un niño que se crio en tiempos difíciles en las plazas y rúas de Padrón y que, haciéndose a sí mismo, consiguió dar el salto al estrellato. Hoy nos habla, emocionado, del gran premio que este mediodía (13.00 horas) va a recibir en la villa rosaliana, donde se estrena la Praza de Pepe Domingo Castaño. El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, le arropará en el acto de inauguración, al que también se sumarán numerosos familiares, amigos del alma y vecinos.
Padrón tendrá desde hoy una Praza de Pepe Domingo Castaño. ¿Se le pasó alguna vez por la cabeza que llegaría este momento?
Cuando sales de tu pueblo a la aventura, pensando en hacer realidad tus sueños, siempre piensas en que algún día tu familia, tus amigos, tus paisanos sean testigos de tu triunfo. Y, por qué no, buscas también el reconocimiento de tu pueblo. Yo vengo de una familia humilde, que sabe lo que cuesta abrirse paso en la vida. Quizás por eso, nunca pensé que alguna vez la familia Castaño Solar pudiera tener su nombre en una plaza de Padrón.
Me consta que cuando algunos amigos le comentaban que esta plaza era una deuda pendiente de su pueblo solía decir siempre que no, que no quería calles ni monumentos ni nada que se le pareciese…
No quería calle porque nunca sabes qué calle te van a poner y, además, me parecía que no me la merecía. Pero, cuando me hablaron de esta plaza, donde nacieron todos mis sueños y donde jugaba de niño, algo dentro de mí me dijo: adelante. Y por eso acepté, sobre todo por mi familia, que hoy estará muy orgullosa.
Es un reconocimiento a toda una vida de éxito en la música, la tele y la radio: de todo lo conseguido. ¿Qué es lo que más le enorgullece?
Haber tenido la valentía de ir dejando cosas para conseguir el triunfo en mi profesión. Haber salido primero de Padrón a Santiago, de Picusa a Radio Galicia; y luego salir de Santiago a Madrid, una auténtica locura en aquellos tiempos. Más tarde, pasar una prueba de 5 años en Radio Centro esperando una llamada de la SER, que era mi objetivo, hasta que la llamada se produjo y esa llamada fue la confirmación de que, como decía mi paisano Camilo José Cela, el que resiste, gana siempre.
Continúa en la radio y con 80 años su voz y creación siguen siendo inconfundibles. Ha dicho que hasta que se le acaben las palabras. Pero ¿se pone algún límite?
Yo suelo decir, como motivación extra para no venirme abajo y dejarlo todo, que estaré disfrutando de la radio hasta que consiga hacer el mejor programa de mi vida. Continuaré hasta lograrlo o, como dice el título de mi libro, hasta que no pueda más o hasta que se me acaben las palabras.
La concesión de la plaza en Padrón ha tenido una gran repercusión mundial. Julio Iglesias le ha felicitado desde América…
Julio me ha llamado casi tan emocionado como yo. Está deseando venir a Padrón conmigo y tomar unos pimientos en la Pulpería Rial. Me lo promete todos los veranos, pero, por una razón o por otra, nunca ha podido venir. Hace unos días me dijo que en junio pensaba estar en Galicia y que el marisco y los pimientos se fueran preparando porque está deseando darse un atracón de su comida favorita.
Últimamente estamos viendo en redes sociales al Pepe Domingo más poeta. ¿Con qué animo se levanta cada mañana?
Con muchas ganas de vivir y de darle a la gente todo lo que llevo dentro. Creo que con los años tu forma de entender la vida va cambiando y necesitas más a la gente que te rodea, a tu familia, a tus amigos, a tu pueblo…
¿Qué se va a montar hoy en Padrón para inaugurar su plaza?
No sé qué va a pasar. Me da miedo, porque que la familia Castaño Solar vea su nombre en una plaza tan emblemática es algo muy grande. Por mi padre Antonio y por mi madre Rosa, por mis hermanos Antonio y Chicha, que ya no están, por mi novia eterna Tere, por mis hijos Óscar y Hugo, por mis nietos María y Alfonso, por mis amigos y padroneses todos… ha valido la pena todo lo vivido.
El Correo Gallego
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