El Flavia perdió la final de la Copa del Sar en los penalties.
El Flavia partía como favorito en la final de la Copa del Sar que disputó este domingo en el campo de Santa Isabel ante el Calo, pero ya se sabe que no hay enemigo pequeño y menos en enfrentamientos de este nivel.
El equipo padronés partía con la ventaja de ser un habitual en este tipo de encuentros y su entrenador, Camilo Perol, se puede considerar el rey de copas ya que levantó hasta en ocho ocasiones el trofeo, una vez como jugador con el Esclavitud, dos veces como técnico de las plantillas juveniles del Urdilde y el Flavia y cinco más ya dirigiendo al conjunto de O Souto. Hay que sumar además las cinco finales perdidas por los padroneses, que demuestran su interés en esta competición que ya cumplió su edición 55 y que también contabiliza los triunfos del Padrón Frente de Juventudes en la primera edición de 1968 ante el Esclavitud y del Padrón en 1978 con el Bastavales (2-1) y en 1979 ante el Dubra (2-0). Hay que tener en cuenta que se puede considerar que estos dos equipos dieron lugar a la fundación posterior del Flavia, por lo que los de Padrón sumarían hasta 13 finales.
Por su parte, el Calo estuvo presente en cuatro finales, ganando las de los años 1983 ante el Xuventude de Trazo por 2-1 y la de 1989 ante el Luaña por 2-0. Perdió la de 1984 con el Silleda (4-1) y la de 2011 frente al Dubra (4-3).
Formación titular del Calo en la final de la Copa do Sar.
Para ahondar más aún en el, a priori, favoritismo de los padroneses no hay más que ver el camino de ambos equipos para alcanzar la final. El Flavia eliminó con claridad al Trazo (1-4), Carreira (1-3), Carcacía (0-5) y Dodro (0-4), superando la semifinal por penaltis ante el Vea después de empatar a dos goles.
El Calo tuvo muchas más dificultades ya que dejó en el camino al Lamela (2-5), Tordoia (2-3), Taragoña (5-6), al Villestro en los penaltis después de empatar a uno y finalmente al Cacheiras, también en los penaltis tras una igualada a dos tantos.
La experiencia parecía estar del lado del Flavia, pero ya lo advertía su entrenador. Las finales las puede ganar cualquiera.
De principio, los padroneses alinearon a Lucas, Óscar, Alberto, Triñanes, Martín, Iván, Rama, Damián, Pedri, Toni y Uxío, con Pablo, Santi, Suárez, Losada y Marcos en el banquillo.
El conjunto teense, por su parte, partió con el once formado por Óscar, Martín, Adrián, Denis, Villa, Paulo, Burés, Jacobo, Mateo, Ander y Rubén, mientras que en el banquillo se sentaban Xavi, Maikel, Boo, Juanma y Djalma.
El encargado de impartir justicia fue el árbitro de la delegación santiaguesa Nicolás Elespe Tireux, auxiliado por Darío Rodríguez Moar y Adrián Ponte Aponte, ejerciendo de cuarto árbitro Jesús Piñeiro Lugo.
Jugadores titulares del Flavia en Santa Isabel.
Solo tres minutos después de pitar el inicio del encuentro ya se adelantó el Flavia, pero el Calo no perdió la compostura y tras el saque de un córner Mateo se supo adelantar y llevar el balón al fondo de la red. Con 1-1 se cumplió el tiempo reglamentario y fue necesario ir a la prórroga. Ya no había favoritos.
El Calo se adelantó con un tanto de Adrián tras una gran jugada de Djalma, pero pronto igualaron los padroneses por medio de Suárez. Nadie daba su brazo a torcer. Las espadas estaban en todo lo alto.
El reloj avanzaba y el marcador no se movía. Todo apuntaba a un final trágico desde el punto de penalti.
Es la segunda vez que la final de la Copa do Sar, después de 55 ediciones, se juega a esta suerte de cara y cruz. Solo en el año 2019 el Zona Vella superó al Laro desde los once metros para llevarse el trofeo.
En esta ocasión, los jugadores del Flavia, más experimentados en la disputa de finales, parecían tener ventaja, pero los futbolistas del Calo estaban dispuestos a romper con ese favoritismo, tal y como había hecho ya durante el tiempo reglamentario y la prórroga.
El comienzo de la tanda mostraba el nerviosismo en ambos bandos, ya que los dos equipos fallaron los tres primeros lanzamientos. Fue necesario llegar a la muerte súbita y en el segundo de los penaltis que apeaba al que cometiera un fallo el Calo fue más preciso y se llevó el trofeo. Los hombres dirigidos por Juan Carlos Pájaro demostraron que no hay favoritos Y lo hicieron sobre el césped.
El Correo Gallego
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