Una churrería y una tasca del casco histórico de Santiago, nuevos Soletes de Navidad de la Guía Repsol.

Xabier Rúa, en A Tasquiña da Senra (foto de la izquierda) y Ibai Castiñeiras junto a su abuela en la churrería La Quinta (derecha). La relación calidad-precio y la ubicación están entre los pluses de estos dos establecimientos del casco antiguo compostelano premiados con un Solete.

La Quinta y A Tasquiña da Senra están entre los establecimientos recomendados para «celebrar con alegría las fiestas navideñas»

Hoy presentó la Guía Repsol sus Soletes de invierno en Granada y, entre las 18 nuevas distinciones gastronómicas para Galicia, han recaído en Compostela dos de estos reconocimientos dirigidos a establecimientos en los que «celebrar con alegría las fiestas navideñas».

«A quién no le gusta celebrar y dejarse atrapar por la ilusión de unos días tan chispeantes. En Guía Repsol nos hemos inspirado en las ganas colectivas de celebrar y hemos alumbrado unos Soletes de Navidad para pasarlo bien las 24 horas del día y dar respuesta a todos los instantes. Aperitivos de los que te vas con nuevos amigos o cómo surtir la despensa de productos únicos», explica María Ritter, directora de Guía Repsol.

Y, en el caso de la capital gallega, los locales elegidos han sido una churrería y una tasca del casco histórico. Se trata de la churrería La Quinta, que abrió sus puertas hace algo más de dos años y medio. Detrás de ella está un veinteañero que quiso dar un giro al negocio familiar. Representa a la quinta generación de un puesto ambulante de churros de Pontecesures y él quiso asentar el negocio en el corazón de Compostela. Con una experiencia y receta que ha ido pasando de generación en generación, desde su tatarabuelo, cuenta Ibai Castiñeiras que, cuando su abuelo falleció, su abuela se encontraba «sin fuerzas para seguir» y eso hizo que él diese un paso al frente para dar continuidad al oficio familiar, aunque de una forma diferente. Ahora en el 42 de A Caldeirería estos especialistas en endulzar vidas desde 1842 ofrecen churros, chocolate, café y mucho más.

Por otra parte está, a tres minutos de allí, en el límite de antigua zona amurallada de Santiago, A Tasquiña da Senra, en el número 4 (junto a El Muelle, donde antes estuvo A Tasquiña de Jacobus o la tapería Senra). A pesar de que su trayectoria es también bastante reciente, ya se han ganado un nombre en una ciudad en la que no faltan opciones gastronómicas. Se definen como un «restaurante de cocina de mercado con productos de la ría gallega», que cambian de la carta cada día en función de lonja, y cuentan con una buena carta de vinos que van actualizando. La relación calidad-precio está entre sus fuertes y la ubicación es otro plus de este céntrico establecimiento que mira a la Praza de Galicia.

La Voz de Galicia