A una semana de la toma de posesión de las nuevas corporaciones, la gobernabilidad en Pontecesures es aún una incógnita. El BNG, con cinco de once concejales, necesita uno más para alcanzar la mayoría, pero el Bloque se está encontrando con dificultades para lograr este apoyo.
La alianza que a priori presentaba menos problemas sería con Independientes por Pontecesures, que lidera Maribel Castro, dado que este bipartito lleva funcionando desde hace un año. Pero la teniente de alcalde parece que quiere hacer valer su posición de «llave» y está dando largas a los nacionalistas a la hora de sentarse a hablar, hasta el punto de dejar caer que podría pedir la alcaldía.
La probabilidad, por remota que fuera, de que el socialista Luis Sabariz y el nacionalista Luis Álvarez Angueira acercaran posturas en Pontecesures pareció ayer posible. Pero por poco tiempo, ya que Sabariz volvió a rechazar con contundencia un pacto con el BNG. 
Salomé Peña, alcaldesa de Ribadumia, Rafael Louzán, presidente de la Diputación, Modesto Valledor, presidente de la Federación Gallega de Piragüismo, José Paredes, directivo de la FEP, y José Manuel Vázquez, máximo responsable del Club Náutico O Muiño de Ribadumia, presentaron ayer la decimotercera edición de la Baixada do Río Umia que es puntuable para el Gran Premio de Galicia de Ríos y Travesías-Copa Xunta 2007 y en la que van a participar cerca de trescientos palistas pertenecientes a 33 clubes de toda Galicia.
Uno de los principales motivos de la disgregación fue el económico. El Ayuntamiento de Caldas consideró que era necesario subir las aportaciones de cada concello para poder afrontar el servicio, algo que no sentó bien a varios mandatarios de la comarca.