La Xunta invierte 241.000 euros en mejorar las canalizaciones del río Valga construidas en 2006.

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Trata de evitar las inundaciones que con tanta frecuencia afectaban al municipio valgués.

La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras ha iniciado los trabajos de acondicionamiento de los canales de derivación construidos en el río Valga -afluente del Ulla- hace ya nueve años.

Se trata de una inversión de 241.000 euros que se considera fundamental para evitar las inundaciones que con cierta frecuencia -y casi siempre que llovía con intensidad durante el invierno- afectaban al municipio valgués, sobre todo en la parroquia de Campaña.

Los trabajos se desarrollan, precisamente, en la parroquia de Campaña y también en la de Valga, considerándose las más afectadas por el estado y efectos del río cuando se producen las crecidas derivadas tanto de la intensidad de la lluvia como de la acumulación de sedimentos en el cauce fluvial.

En la Xunta de Galicia explican que la actuación se desarrolla a través de Augas de Galicia y que tiene un plazo de ejecución de tres meses.

Faro de Vigo

La crisis lo bajó del andamio y él se subió a la parra en Barro.

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En sus viñedos, Luciano Cepeda Torres cultiva uvas de las variedades albariño, caíño y ratiño.

«A crise cambioume a vida, pero a mellor», sostiene un joven vecino de Barro que se vio obligado a dejar el andamio y el martillo por la parra y la tijera de podar. Con quince años dedicados a la construcción que le permitieron formar una familia, Luciano Cepeda se vio, de golpe y a causa de la crisis, sin trabajo. Harto de entregar currículos sin suerte y de «traballar sen cobrar ou por un prato de caldo», decidió dar un giro radical a su vida. Abandonó el cemento y el ruido de la ciudad, por la tierra y la tranquilidad del campo. Desde hace cuatro años gestiona un viñedo que le hace «moi feliz».

Nacido en Valga en el año 1982 en el seno de una familia rural, Luciano Cepeda comenzó a trabajar como obrero a los quince años de edad. Acompañado de su pareja, se mudó a Caldas donde construyeron una vida que en el 2010 estuvo a punto derrumbarse al perder su trabajo.

«Tiña que pagar aluguer, luz, auga e había que buscar unha maneira de vivir». Después de trabajar una temporada en la vendimia, le picó el gusanillo de la viticultura y decidió jugárselo todo a una carta.

Alentado por un pariente, Cepeda decidió hacerse cargo de pequeñas plantaciones de vecinos de Barro, que al ser mayores ya no podían mantenerlas, y se las cedieron a Luciano a cambio de un porcentaje de la producción.

«Eu cando comecei coa viña non sabía nin descorchar unha botella de viño», confiesa Luciano, aunque ahora ya es todo un experto en el cuidado de la vid. «Podo, ato, dou sulfato, sego, desneto e vendimo, que é o único que non me gusta do traballo», presume el viticultor que lleva un año asentado en Barro.

Optimismo con el cambio
Paseando bajo las parras, Luciano se muestra realmente entusiasmado con su nueva profesión. Al mismo tiempo que quita las hojas sobrantes o las uvas pochas de la vid, rememora sus inicios, que no fueron fáciles. En el primer año asumió un enorme riesgo, puesto que la cosecha se paga a año vencido. «Sen ingreso ningún, tiven que investir todo o que tiña», admite Cepeda. De hecho cuando le comunicó la decisión a su familia, «dixéronme que estaba tolo», recuerda entre risas. Sin embargo, la situación actual ya es más desahogada porque «se pasas o primeiro ano, xa pasou todo».

Tanto es así que si mañana mismo le llama una empresa de la construcción, Luciano lo tiene claro. «Quédome coa viticultura, sen dúbida», sentencia el agricultor y añade «co traballo que me deu chegar aquí, sería tirar con estes catro anos e nunha empresa non sabes canto tempo vas botar», explica.

Y es que el negocio va viento en popa. Su intención es ampliar la plantación en cinco mil metros cuadrados más, llegando a los treinta mil metros cuadrados para la próxima temporada. «Este ano a viña vai dar sobre 25.000 quilos, de aí o 10 % ou 15 % lévao o dono da parra, un pouco máis do 7 % é para gastos, quédame un 40 % que son catorce ou quince mil euros», resume Cepeda.

Admite Luciano Cepeda que «de viño non entendo, só sei diferenciar un branco dun tinto, pero de coidado da viña si que sei».

De hecho aprendió un truco muy útil de un vecino del lugar, «parece un chiste pero non é», advierte antes de ilustrarlo. «El dicíame, cando teñas ganas de mexar, faino debaixo da parra, mentres, miras cara arriba e vas quitando as follas ou uvas secas», bromea un Luciano que anima a los parados a emprender una aventura laboral en el rural gallego.

La Voz de Galicia

El Camino Portugués coge fuerza.

Las aglomeraciones de la Ruta francesa obligan a los peregrinos a buscar una opción en alguno de los itinerarios alternativos // En solo una década, los senderos del Norte duplicaron su número de caminantes.

Algunos peregrinos prefieren huir de las aglomeraciones y masificaciones del Camino Francés -para muchos el periplo xacobeo por antonomasia-, y por eso buscan en otras alternativas un peregrinaje más sosegado.

Según los datos que ofrece la Oficina de Acogida al Peregrino en su página web, en lo que va de año recogieron su Compostela, después de peregrinar por la Ruta Portuguesa, un total de 22.967 personas, casi 4.000 más que en el mismo período del año pasado, superando así en más de 5.000 peregrinos a los que recorrieron estas sendas en el 2010, último Año Santo.

El Correo Gallego

Padrón estrea o autobús metropolitano.

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Chegará en setembro a Padrón, A Estrada, A Baña, Vila de Cruces e Ordes.

O Plan de Transporte Metropolitano estará en funcionamento no mes de setembro nos concellos de Padrón, A Estrada, A Baña, Vila de Cruces e Ordes. A directora xeral de Mobilidade, Helena de Lucas, remitiulle un escrito aos rexedores municipais para informalos de que a Xunta está dando os últimos pasos para a posta en marcha da iniciativa.

A día de hoxe, a Dirección Xeral está a coordinar coa entidade bancaria a adaptación das oficinas para a comercialización das tarxetas metropolitanas, ao tempo que se traballa na integración das empresas e na adaptación dos vehículos.

A área metropolitana de Santiago constitúena na actualidade 13 concellos: Ames, Boqueixón, Brión, Negreira, O Pino, Oroso, Rois, Santiago, Teo, Touro, Trazo, Val do Dubra e Vedra. Coa incorporación dos novos municipios, serán xa 18 os que se beneficien deste servizo, que afectará directamente a case 250.000 persoas. Coa posta en marcha do plan, un veciño de A Estrada que viaxe a Santiago pagará 1,84 euros, fronte aos 3,01 euros que ten que abonar agora. Un veciño de A Baña que se desprace ata Santiago aforrará máis dun euro, ao ter que pagar 1,30 euros, no canto de 2,50 euros.

No escrito remitido aos concellos tamén se lles informa de que é necesario que abonen a anualidade relativa correspondente aos últimos catro meses de 2015, para que os máis de 50.000 veciños destes cinco novos municipios se poidan aproveitar dos descontos. Así, a Xunta de Galicia contribúe co 80 % da bonificación no traxecto principal e cada un dos concellos aporta o 20 % restante. A Xunta asume ademais a bonificación do 100 % dos transbordos e os descontos adicionais aos usuarios habituais (do 15 %) e ás familias numerosas (do 20 % ou 50 % segundo se ten tres fillos ou máis).

O plan de transporte metropolitano de Galicia funciona actualmente en cinco áreas: Santiago, Lugo, A Coruña, Ferrol e Vigo. Consecuentemente, e un total de 65 municipios vense beneficiados por este programa. En total, o número de usuarios supera os 1,2 millóns de persoas. A intención agora é a de integrar a Curtis e Carballo na área metropolitana en A Coruña, e facer o mesmo co concello de Baleira con respecto á área de Lugo.

O obxectivo fundamental deste plan é que os cidadáns dispoñan dun mellor servizo de transporte público colectivo, que sexa unha alternativa real, competitiva e eficiente fronte ao transporte privado. No caso da área metropolitana de Santiago, leva en activo máis de catro anos, dende o 14 de marzo de 2011.

La Voz de Galicia

Pontecesures documenta sus 90 años.

El Concello busca fotos de la localidad fechadas en la época en la que se independizó de Valga.

En el mes de marzo de 1925 «se iniciaron las primeras gestiones para la segregación de Pontecesures del Ayuntamiento de Valga». Así lo narra José Piñeiro Ares en su libro sobre la historia de este pequeño y joven municipio pontevedrés. Según se explica en ese volumen, fue el 9 de octubre de aquel año cuando tomó posesión el primer alcalde cesureño, José Novo Núñez. Es decir: dentro de un par de meses, la localidad tendida al lado del Ulla soplará las velas de su noventa cumpleaños.

El Concello está organizando ya los actos con los que se celebrará esta efeméride. Para ello, el gobierno local ha publicado un bando en el que invitan a los vecinos a bucear en sus álbumes de fotos, a revisar sus desvanes para recuperar las fotos que tengan de la Pontecesures de principios del siglo pasado. Hace cien años, esta villa bullía de actividad comercial, industrial y cultural. Era un pueblo pequeño -1.645 habitantes de hecho y 1.811 de derecho, según cuenta Piñeiro Ares-, pero en el que se editaban periódicos, en los que se ensayaron nuevas fórmulas culturales -ahí está la Cerámica Celta-, en el que triunfaban las tertulias sobre política y cultura… Un rincón, animado por la importancia que entonces tenía su puerto, capaz de alentar el nacimiento de la primera feria del automóvil de ocasión de España.

Recuperar las imágenes de aquella Pontecesures y de sus habitantes es uno de los objetivos que se ha marcado el Concello. Con todas esas fotos, que serán escaneadas y devueltas a sus propietarios en perfectas condiciones, se creará una suerte de banco visual con el que podría prepararse bien una exposición, bien un trabajo audiovisual.

La Voz de Galicia