La piscina municipal de Padrón lleva un año cerrada y sin fecha para reabrir.

Un año lleva cerrada la piscina municipal del Campo do Souto de Padrón y, a día de hoy, no tiene fecha para su reapertura, pese a la necesidad de este servicio que el Ayuntamiento prestaba a nivel comarcal. La instalación cerró a finales de junio del año pasado para una primera fase de obras, por importe de más de 200.000 euros, trabajos que estaba previsto acabar en septiembre para reabrir ese mes al público, pero no fue así.

La empresa que gestionaba el servicio, y que por entonces debía dos nóminas a los 11 trabajadores que, a su vez, estaban en un expediente de regulación de empleo, entró en concurso de acreedores. Los propios empleados advirtieron, antes de acabar las obras de mejora, que el correcto funcionamiento de la piscina municipal estaba «en riesgo», aunque lo que se hizo efectivo fue su cierre, que dura ya un año.

Ayer, el concejal del gobierno local Andrés Sanmarco no quiso pronunciarse sobre los planes que tiene el Concello para esta instalación. Tras invitar a tres empresas, el gobierno local adjudicó a finales de enero el servicio a una de ellas, con el anuncio de reabrir la instalación el día 2 de febrero. No fue así, una vez que la empresa no se presentó a la firma del contrato.

Desde entonces, nada más se sabe. Los usuarios se han buscado alternativas y muchos se han decantado por piscinas próximas en los concellos de Rianxo y Brión, mientras Padrón sigue sin un servicio básico que atraía a muchas personas a la villa. Los 11 trabajadores del servicio están en el paro desde finales del mes de mayo, según confirmaron ayer. Con ellos se acaban de reunir los grupos de la oposición.

Si la anterior legislatura arrancaba con el contrato de la basura pendiente de regularizar, esta lo hace igual y, a mayores, con la reapertura de la piscina pendiente. El Concello tiene que dar los pasos legales para ello, sin contar el gasto que puede conllevar hacerlo ya que, por ejemplo, los destrozos provocados en las instalaciones rondan varios miles de euros. Por ello, según fuentes consultadas, poner en marcha la piscina podría requerir de un gasto aproximado de 100.000 euros.

La Voz de Galicia

A utilidade do tren de proximidade.

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Imaxes de 50 nenos de Padrón cos seus monitores na Estación de Ferrocarril de Vilagarcía antes de subir ao tren das 15:58 horas que os deixou na capital do Sar.

Ás 10:29 horas subiron na estación de Padrón 50 nenos da localidade cos seus monitores para pasar a mañá na Praia de Compostela de Vilagarcía de Arousa e dentro das actividades organizadas pola Sociedade Cultural Padronesa. Regresarón no tren das 15:58 horas todos felices e contentos, pois bastantes deles aínda non subiran nunca ao tren na súa vida.

Esta é unha boa iniciativa para potenciar o uso do ferrocarril, e nos amosa o importante que é o tren para toda a comarca. Ogallá nunca se perda o servizo pola vía convencional con máis parada e mellores frecuencias.

Luis Ángel Sabariz Rolán
Comisión de Defensa do Tren de Cercanías Vilagarcía/Santiago

El ladrillo toca fondo: En Pontecesures no se levantó ningún edificio nuevo ni en 2012 ni en 2013.

En concellos como Vilagarcía apenas se levantaron ocho edificios nuevos en el 2013 cuando llegaron a ser decenas en pleno bum; en otros como Pontecesures, ninguno.

Durante unos años sostuvo aquella hipérbole triunfalista que equiparaba la economía española con la de potencias industriales como Francia. Fueron miles los ayuntamientos de la Península que cayeron en las tentadoras redes del ladrillo. De pelotazo en pelotazo, las finanzas ibéricas miraban al cielo catapultadas por un crecimiento desordenado y caótico que infló la burbuja hasta que esta no dio para más. Y el sector saltó por los aires. De la era dorada de la construcción apenas queda nada. La comarca es fiel testigo de ello. El Instituto Galego de Estatística (IGE) divulgó ayer un minucioso informe que da cuenta del vertiginoso desplome de esta actividad.

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Vilagarcía, por ejemplo, apenas vio levantarse ocho edificios nuevos en el 2013 (último dato analizado por el IGE), una cifra incluso inferior a los de los tres ejercicios precedentes, con la crisis económica en plena ebullición. Muy lejos quedan los tiempos en los que Ravella contabilizaba las licencias por decenas. Entre el 2003 y el 2007, y con la única excepción del 2004 (89), en la capital arousana se construyeron no menos de un centenar de nuevos inmuebles.

Desde entonces, esa estadística ha entrado en caída libre y año tras año se ha ido desplomando sin dar ni una sola señal de recuperación. Lo explica gráficamente un joven arquitecto vilagarciano que hace tiempo ya que desistió de trabajar en lo suyo en su lugar de origen: «El sector es un erial. Apenas hay trabajo y lo que es peor, no se ve ningún síntoma de que vaya a recuperarse».

Registro a cero

El análisis del IGE resulta elocuente en este sentido. En municipios como Pontecesures no se levantó ningún edificio nuevo ni en el 2012 ni en el 2013, y en otros las cifras son poco menos que anecdóticas: uno en Valga, dos en Ribadumia, tres en Catoira… Sanxenxo es el único concello de la comarca en el que se construyeron al menos una decena de edificios en el 2013 (quince en total), un dato en todo caso que está a años luz de los 214 del 2014, los 186 del 2006 o los 191 del 2007.

La rehabilitación de viviendas o edificios, una alternativa en la que se habían depositado esperanzas para que animase la actividad, tampoco está como para echar cohetes, a tenor de lo que dicen las estadísticas. En Vilagarcía apenas se sustanciaron cuatro proyectos de estas características en el 2013, mientras que en otros ayuntamientos como Ribadumia, Catoira o Meis no se tramitó ni uno. El caso de este último concello es ciertamente llamativo, pues en el 2013 se construyeron en su término municipal nueve edificios de nueva factura, la cifra más elevada de la comarca tras Sanxenxo.

La Voz de Galicia

Os catro pasos das rúas centrais de Pontecesures, que ían ser elevados, foron pintados como se nada.

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Se hai uns días dicíase que xa foran pintados dous pasos de peóns, agora se pode dicir que xa están pìntados os catro (un deles é o da foto na rúa San Lois, fronte ao coche de Pedra). Todo indica que non se van construir os badéns elevados a pesar de que a obra foi adxudicada en maio. O contrario, o de empregar a pintura é a mano de obra agora para despois facer a obra dentro duns días, sería un disparate.