Pontecesures vuelve a ser una “sopa de letras” que permite reeditar el actual tripartito.

Si un consuelo queda al PP después de lo de ayer es que gana las elecciones en Pontecesures, tradicional feudo del Bloque. Pero claro, lo tiene difícil para gobernar, pues la “sopa de letras” que vuelve a ser esta corporación permite reeditar el actual tripartito. El PP sube de 2 a 3 concejales (de 342 a 441 sufragios), convirtiéndose en la primera fuerza, mientras que el BNG, esta vez sin Manuel Luis Álvarez Angueira a la cabeza, baja de 4 a 2 representantes (de 563 votos pasa a 375).

El BNG de Cecilia Tarela, por tanto, puede repetir gobierno si vuelve a pactar con sus actuales socios, que lejos de caer sí mejoran sus resultados. Terra Galega sube de uno a dos concejales (de 181 a 314 votos), logrando superar incluso al PSOE, que también pasa de uno a dos ediles (de 206 a 269 sufragios). Así pues, BNG, Terra Galega y PSOE suman seis ediles en una corporación de once de la que desaparece la Agrupación Cidadá de Pontecesures, que no se presentó a la contienda.

Mención especial merece María Isabel Castro Barreiro, de Independentes de Pontecesures (IP) por la fidelidad de sus votantes, pues tuvo 309 apoyos en 2011 y 305 ayer, conservando sus dos actas.

Faro de Vigo

Bello Maneiro gobernará Valga cuatro años más.

El Partido Popular obtuvo 9 concejales, frente a los 4 del PSOE.

El veterano José María Bello Maneiro (PP) volverá a gobernar Valga durante cuatro años más. Los vecinos han hablado, y lo han hecho para conceder a su partido 9 concejales. Mayoría absoluta, sí, aunque con un concejal menos que hace cuatro años. Si en 2011 había conseguido 2.769 votos, esta vez el PP logró 2.500. En frente, el PSOE de María Ferreirós ha subido un crecimiento espectacular. De los 595 sufragios que captó esta formación hace cuatro años, en esta ocasión alcanzó los 1.083. Parece evidente que la propuesta electoral realizada por el partido del puño y la rosa ha logrado captar los votos del BNG, que no se presentó a las municipales.

La Voz de Galicia

El PP se convierte en la fuerza más votada en Pontecesures.

La corporación ha quedado completamente fragmentada al empatar cuatro formaciones con dos ediles cada una.

Pontecesures es un municipio pequeño, de apenas 3.000 habitantes. Ayer votaron 1.814 personas, que tenían que elegir entre cinco candidaturas diferentes. El resultado de esta ecuación engrosará la leyenda política cesureña, ya que todas las formaciones obtuvieron representación municipal. La gran novedad este año es que el Partido Popular, encabezado por Juan Manuel Vidal Seage, ha conseguido colocarse como fuerza más votada: ha sacado tres concejales. Supera así al BNG que lideraba, por vez primera, la veterana concejala Cecilia Tarela. El relevo de Angueira y el desgaste del gobierno han provocado el retroceso de la formación nacionalista, que ha obtenido dos únicos representantes en la corporación, la mitad de hace cuatro años.

También con dos concejales estará representada en el salón de plenos cesureño la formación Terra Galega que lidera Ángel Souto, que ha pasado de ser la sexta fuerza en las elecciones del 2011 a la tercera en este 2015; Independientes de Pontecesures y el Partido Socialista de Roque Araújo.

La Voz de Galicia

Sigue la obra de Carreiras en el propio día electoral.

mescar

Pinchar en la fotografía tomada a primera hora de esta mañana.

En la mañana de hoy, 24 de mayo, jornada electoral, continúan los trabajos en el parque de Carreiras para terminar la instalación de una mesa con los correspondientes asientos.

Después de esta actuación ordenada por el gobierno local sobran los comentarios. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

En Pontecesures no se construyó ni solo edificio de nueva planta en 2012 o en 2013.

No es un secreto que O Salnés, y en general las Rías Baixas, es una de las comarcas que más sufrió el bum urbanístico y la construcción masiva a la que dio lugar, en los años de vacas gordas, la apetencia por adquirir una vivienda a primera línea de playa. Y no lo es porque, aparte de que algunas aberraciones hechas en las últimas décadas saltan a la vista, la comarca y la ría de Arousa tienen el dudoso honor de aparecer a menudo en los informes que hace Greenpeace bajo el título Destrucción a toda costa.

Todo ello ha dado lugar a un incremento desproporcionado del número de viviendas, de tal manera que, según figura en el Instituto Galego de Estatística, en lo que va de siglo se levantaron cerca de 5.000 inmuebles nuevos en la comarca. Es decir, que en tan solo 13 años se incrementó un 7,6% el número de viviendas, teniendo en cuenta que hay cerca de 65.000 registradas.

Claro está que ese inusitado incremento del ladrillo se concentró en los años anteriores a la crisis, porque en la actualidad, la actividad en el sector bajó de forma exponencial. Fue en el año 2006 cuando se levantaron más inmuebles en la comarca, con 601 edificaciones nuevas, un dato que contrasta con los registrados el año pasado y que hacen referencia al número de edificaciones de nueva planta construidas en el 2013, y que se quedan en 62. Es decir, que en un año se levantaron en toda la comarca el mismo número de edificios que en Sanxenxo en el año 2000, cuando la Marbella gallega no era todavía epicentro del bum urbanístico.

Fue Sanxenxo precisamente el ayuntamiento que registró en el 2006 el récord en el número de viviendas nuevas, con 214 levantadas en tan solo un año. Al otro lado de la balanza está la situación actual y el panorama de concellos como Pontecesures donde, según el IGE, no se construyó ningún edificio de nueva planta ni en el 2012 ni en el 2013.

Y es de suponer que esa situación se mantendrá en el tiempo porque, al margen de que la crisis económica, de superarse, lo hará a cuenta gotas, las consecuencias de esa construcción masiva y sin control es que el 40% de esas viviendas, o son de segunda residencia o están vacías, por lo que la oferta inmobiliaria en la comarca tardará años en equilibrarse con la demanda.

La Voiz de Galicia