Seis valeiros ´largan´ las nasas para que la lamprea del Ulla llegue hoy a las mesas.

Seis de los 18 valeiros que pescan lamprea en la parte baja del río Ulla largaron ayer finalmente los aparejos, después de haber aplazado el inicio de la campaña desde el 2 de enero por culpa del mal tiempo. Los pescadores, todos ellos de Pontecesures, quedaron en el puerto a media mañana, y tras comprobar que la corriente había bajado de intensidad, y que el agua estaba más clara se animaron a echar las nasas.

De este modo, las primeras lampreas del Ulla de la temporada ya se podrán degustar hoy. Un inicio de campaña que coincide con la intención de la Xunta de Galicia de variar la forma de comercialización de este pez. En la actualidad, cada valeiro cuenta con sus clientes propios (ya sean particulares o hosteleros) o se las venden a intermediarios, que después las reparten a su vez entre los restaurantes de ciudades como Santiago o A Coruña.

Pero la Xunta pretende que haya un punto único de venta, al modo de una lonja. Uno de los directivos de la asociación de valeiros, José Barreiro manifiesta que esa medida les perjudicaría. «En primer lugar porque en Pontecesures no tenemos un punto de venta. Y en segundo, ¿quién va a venir a una subasta de lamprea? Nos quedaremos sin compradores». Sea como fuere, la asociación tiene que convocar una reunión con los pescadores para abordar esta situación.

En las planeadoras de los valeiros van entre dos y tres pescadores, y tienen autorización para portar ocho nasas por cada tripulante debidamente enrolado. Los aparejos se colocan en la orilla sur del Ulla (en las proximidades de la factoría de Nestlé), pues la otra mitad del río tiene que quedar libre para que las lampreas puedan remontar la corriente sin obstáculos.

Las nasas se colocan en grupos de dos o tres (dependiendo de la fuerza de la corriente), en hileras dispuestas longitudinalmente y sujetas por un ancla y una piedra de unos 15 kilos de peso. Los aparejos se identifican con unas boyas en las que figuran los datos del propietario.

Se recogen o «levantan» al día siguiente, y a veces los pescadores dejan las lampreas fondeadas hasta que vayan por allí los compradores a mirarlas. Otras las reparten ellos mismos puerta a puerta, o las llevan los intermediarios a los restaurantes de lujo de las grandes ciudades.

 

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Una mujer que iba en tren hasta A Coruña a vender el pez.

La lamprea y su pesca están muy vinculados a la historia de Pontecesures. Evitó que muchas familias pasasen hambre en tiempos difíciles -fue alimento y fuente de recursos económicos-, hasta el extremo de que «lo llevamos en la sangre», en palabras de José Barreiro.

?l, por ejemplo, explica que al menos hasta su bisabuelo fueron valeiros, y que una abuela «comproba lampreas por todo el río Ulla y luego iba en tren a venderlas a Santiago y A Coruña».

Por ello, le encanta trabajar en las cercanías del muelle de Pontecesures, y sabe que a los vecinos también les gusta ver a los valeiros.

La unión entre el pueblo y este oficio tradicional se nota tanto en el hecho de que en las fiestas del Carmen -patrona de los marineros- hay un «desfile valeiro» como en el de que la villa consagra su fiesta gastronómica principal a la lamprea. «Al principio va cara y suelen comprarla solo los restaurantes, pero después, cuando anda sobre los 15 euros, la coje mucha gente de Pontecesures para hacer una comida de a diario o de fin de semana», añade.

La mayoría de los valeiros son de Pontecesures, aunque en los últimos años también se dedican a esta especie pescadores de Rianxo o Carril.

 

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Más de un metro de longitud.

La lamprea mediana es la que pesa entre uno y 1,6 kilos, mientras que la grande va de 1,7 a 1,9, y mide en torno a 1,15 metros. Se trata de un pez que ha evolucionado muy poco desde la Prehistoria, que ya era adorado por los romanos y que en la actualidad tiene desde defensores a ultranza hasta detractores que no quieren verlo ni cocinado. A estos últimos José Barreiro les pide «que lo prueben. Es un producto exquisito en sabor y muy nutritivo».

 

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Cuatro barcos estrenan la campaña de la lamprea al mejorar la situación del Ulla.

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Las lluvias han dado una pequeña tregua y algunos valeiros de Pontecesures se han aventurado a estrenar la campaña de pesca de la lamprea en el Ulla. Fueron pocos, apenas cuatro, los barcos que salieron a faenar. ??O río está ben de caudal, pero parece que vai ser por pouco tempo porque dan moita chuvia para domingo, luns e martes?, comenta uno de los pescadores que ayer surmergió sus nasas en el Ulla, Ramón Barreiro. ??Largamos porque levabamos moito tempo sen facer nada, case por aburrimento?, pero cree que durante el fin de semana tendrán que interrumpir de nuevo la faena ante las previsiones de mal tiempo. ??Supoño que mañá (por hoy) xa gardaremos? las nasas, ??ou recolleremos o domingo?, cuando lo normal es que ese día no se revisen los aparejos. A juicio de Barreiro, todo enero va a ser ??un mes complicado? porque ??non hai previsión de anticiclón por ningún lado?. Además, ??tampouco hai pedidos, está todo parado?.
Lo cierto es que el inicio de la campaña está siendo, hasta el momento, nefasto para los valeiros. Han perdido más de una semana de trabajo a consecuencia de los sucesivos temporales y el excesivo caudal del Ulla, que impidió que las embarcaciones autorizadas pudiesen trabajar ante el riesgo de rotura de los aparejos o incluso de sufrir algún accidente. Para compensar las pérdidas que les supuso este paro forzoso algunos pescadores, como Pepe Barreiro, plantearon esta semana la posibilidad de que Medio Ambiente les permitiese faenar los días estipulados como descanso. ??Sería o lóxico, que nos deixaran traballar seguido?, concuerda Ramón Barreiro, aunque estima que la propuesta no tiene posibilidades de prosperar. ??Non creo nin que se chegue a plantexar? a Medio Ambiente porque ??xa sabemos a resposta de antemán. A a súa actitude sempre foi a de quitarnos os máximos días de traballo posible?. Lo que sí cree que puede gestionarse es ??que nos devolvan os dous días que nos roubaron? al adelantarse el final de la campaña al 13 de abril, en lugar del 15. Pero por el momento ??non sei se a Confraría fixo algo? al respecto.

 

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El Ulla sigue con exceso de caudal y los valeiros desisten de echar las nasas.

Los valeiros decidieron finalmente no lanzar ayer los aparejos de la lamprea, tal y como tenían previsto, tras comprobar que el caudal del río Ulla todavía es excesivo y que esa circunstancia podría hacer peligrosa la navegación. José Barreiro, que es uno de los directivos de la asociación de valeiros, señala que varios de ellos fueron por la mañana al muelle de Pontecesures, con la esperanza de poder ir al río a echar las nasas. Pero al final desistieron «porque había más agua de la esperada».

Los pescadores habían decidido empezar a trabajar hoy (después de suspender el inicio de la campaña de la lamprea tanto el 2 de enero como el 7), pero ya anteayer por la noche, cuando volvió a llover, se dieron cuenta de que sus planes podrían torcerse, como así ocurrió finalmente. José Barreiro sostiene que ya hay restaurantes que le han solicitado lamprea, y que además los pescadores tienen mucho interés en empezar la campaña porque apenas han ganado nada desde que cerró la pesca de anguila, en octubre.

Desde entonces, la flota se dedicó durante dos meses a la pesca del chopo, pero se vieron afectados por el frío y los temporales, pero desde enero no tienen ninguna alternativa de trabajo.

 

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Los valeiros proponen trabajar los días de descanso para compensar las pérdidas por el mal tiempo.

La campaña de pesca de lamprea con nasa-butrón sigue sin estrenarse en el río Ulla. Aunque ayer algunos valeiros tenían previsto salir a faenar, las intensas lluvias caídas en la noche anterior y la fuerte corriente del río los hicieron cambiar de opinión. ??Toca esperar porque as condicións no melloraron, baixa moita auga? y supone un riesgo tanto de rotura de los aparejos como para la propia integridad de los pescadores. Si ??houbera norte e anticiclón, aínda me arriscaría, pero nestas condicións non?, asevera Pepe Barreiro, directivo de la agrupación de valeiros de Pontecesures. Y lo peor es que las perspectivas no son mejores. ??O domingo parece que entra outra borrasca con moita auga?, dice prácticamente resignado.
Así las cosas, la situación de estos pescadores es ??límite? e ??insostible?. En estos momentos ??dependemos só da lamprea?,  ya que la anguila está en veda desde el 1 de noviembre. ??Son case tres meses sen traballar e estamos totalmente colgados?, porque a pesar de la inactividad tienen que hacer frente a los gastos de la Seguridad Social y, sobre todo, ??pagar a vida cotiá?, subsistir en el día a día. Algunos, como el presidente de la agrupación, Antonio Pesado, trabajan con otras artes como el bou de vara, pero son excepciones. La mayoría ??contabamos co mes de xaneiro? para empezar a ??remontar?, pero está siendo todo lo contrario. ??Levamos dez días perdidos? y parece que la situación ??non vai mellorar? a corto plazo.

Alternativas
Desde que empezó la campaña, el pasado 2 de enero, los valeiros no han podido faenar ni un solo día y algunos ya empiezan a valorar alternativas para poder compensar las pérdidas que este parón les ha reportado. Ampliar la campaña más allá de mediados de abril no es una opción viable a juicio de Pepe Barreiro. ??Non vale apena, porque a partir de abril xa case non hai lamprea e non se vende ben? porque la demanda del producto decae.
Lo que sí vería con buenos ojos Barreiro es compensar las jornadas perdidas a consecuencia de los temporales y el mal tiempo permitiéndoles trabajar algunos días de descanso (la Consellería de Medio Ambiente establece, entre las condiciones de la campaña de la lamprea, un día de descanso semanal, entre las doce de la mañana del lunes y la misma hora del martes), aunque por el momento ??non falamos nada disto? en la agrupación ni trasladaron la propuesta a la adminsitración autonómica, que tendría que autorizarla.

 

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