La firma cesureña logra un principio de acuerdo con Cecoagro para cobrar.
Para el propietario de Gama e Hijos, Andrés García, el de ayer fue un día intenso. Una jornada de interminables negociaciones con Cecoagro, la empresa que adeuda a su firma algo más de 200.000 euros. Al final, todas las horas invertidas en conversaciones, ofertas y contraofertas, dieron su fruto: a media tarde se alcanzaba «un principio de acordo». «Quedamos en ter unha reunión mañá [por hoy]. Imos levantalo todo, sacar as pancartas e incluso, o luns, retomar o traballo».
El problema que hizo que él y varios de los trabajadores de su empresa se concentrasen ante una de las naves del grupo Cecoagro parece, pues, estar en vías de solución. Para ello, explica el empresario cesureño, «todos temos que ceder un pouco». El mundo de los negocios, explica Andrés García, es así. Si hoy prospera el acuerdo, los operarios de Gama e Hijos retomarán los trabajos y concluirán una obra que decidieron interrumpir «ao ver que non cobrábamos». Si fluye el diálogo, las máquinas volverán a funcionar y los operarios, auténticos especialistas en la materia, volverán a ponerse en marcha.
Que Andrés García y sus trabajadores saliesen a la calle pancartas en mano, reclamando una importante deuda, hizo saltar muchas luces de alarma. Pero asegura el propietario de esta empresa cesureña que se ha tratado de un malentendido. «En 25 anos, a nosa empresa botou raíces fortes, máis longas que 200.000 euros, e está garantida a nosa continuidade», recalcaba ayer García.
Su firma, como todas, ha notado el sablazo de la crisis económica. «Cando empezou tiñamos cincuenta operarios, e chegamos a baixar a trinta, a corenta… Pero agora estamos en 62 traballadores e a previsión é ampliar plantilla». La razón de ese renacer, dice García, hay que buscarla en los despachos de la empresa, donde trabaja un equipo de gestores económicos «que son moi bos, son os mellores. Saben cando hai que reducir gastos, saben cando se pode invertir…».
En estos momentos toca invertir ya que la empresa se encuentra inmersa en una fase expansiva auspiciada por la gestión empresarial que se ha realizado en los últimos tiempos. Gama e Hijos está embarcada en muchos grandes proyectos: desde la construcción de la nueva nave de Urovesa al lado de casa, hasta ambiciosos proyectos en Ecuador, una vía, la de la internacionalización, que se ha convertido en la mejor de las salidas para esquivar las turbulencias financieras.
«Para poder atender toda esa demanda, temos que invertir. Estamos facendo unhas obras na fábrica, e a falta destes 200.000 euros [la deuda de la empresa de Lugo] claro que se nota». Cuando se detectó el problema de los cobros de los trabajos ya realizados, la empresa cesureña mandó parar para ahorrarse unos gastos que no tenía ninguna certeza de cobrar. Y los gestores económicos, atentos a cualquier movimiento, ordenaron interrumpir el plan de ampliación de la fábrica cesureña para evitar males mayores. «Había unha ducia de homes traballando alí e tiveron que deixalo», señala.
El final del conflicto con Cecoagro podría poner fin a este período de incertidumbre y reactivar los trabajos en las instalaciones fabriles.
La Voz de Galicia