Un cierre de temporada con sabor agridulce.

Los valeiros parecen quedarse con una sensación agridulce tras el cierre de temporada de pesca de la lamprea. Y es que las incesantes lluvias del otoño y el invierno hicieron que subiera el caudal del Ulla de manera considerable, lo cual facilita que la especie remonte el cauce para desovar. Pero al mismo tiempo, cuando más lamprea aparece es cuando llegan los días soleados y con vientos suaves del norte, y la verdad es que de esas jornadas hubo muy pocas este año.
“Podemos hacer un balance muy regular, porque nos perjudicaron mucho las borrascas atlánticas que se produjeron de manera incesante”, explican en el sector, donde como ejemplo vaticinan que esta semana (cuando ya no se puede pescar) todo apunta a que las condiciones serán propicias para que la lamprea remonte el Ulla de manera masiva para desovar. “Si entre enero y marzo hubiéramos disfrutado de más jornadas de buen tiempo como el que se anuncia ahora, a estas alturas estaríamos hablando de una campaña fantástica, pero no ha podido ser”, concluyen.

FARO DE VIGO, 16/04/13

Una veintena de barcos en la ría autorizados para usar nasa butrón.

En el Registro de Buques de Galicia hay 66 barcos autorizados para el empleo de la nasa butrón, que es el arte de pesca empleada tanto para la lamprea como para la anguila. Entre ellos aparecen un total de 21 embarcaciones con puerto base en la ría de Arousa, la inmensa mayoría en Carril (Vilagarcía). En concreto aparecen las embarcaciones carrilexas Gima, María del Carmen, Viviana, Xurxo, Auxiliar del Pesado, Tilocha, Nena Cuarta, Camba, Ángeles, Porto, Vicenta, Eu, Pesado y Tami Uno. Junto a estas catorce naves con puerto base en Carril se incluyen una de Cambados, la Nena, otra de Vilanova, llamada Villamar y cinco de Rianxo, como son la Curota, Peruco, Conde Primero, Parana y la embarcación Xoana. Una buena parte de estas embarcaciones arousanas tienen una potencia máxima de entre 20 y 30 caballos.

FARO DE VIGO, 16/04/13

Una peculiar arte de pesca en la que varía la malla.

El butrón con el que se pescan lampreas y anguilas es una nasa de forma alargada. Dispone de una parte central rectangular de red que se llama “parada” y en ambos extremos dispone de tres embudos concéntricos de red que desembocan en una última cámara, en la que quedan atrapados los peces. El tamaño de la malla varía dependiendo de la especie a pescar (para la anguila es más pequeña que para la lamprea), al igual que la cantidad de butrones autorizados a bordo; para la anguila son 10 por barco.

FARO DE VIGO, 16/04/13

Luis Sabariz: ´Es una lástima que tiren por tierra tantos años de trabajo y esfuerzo´.

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La carpa de degustación de la lamprea, en la fiesta celebrada el domingo.

Luis Sabariz Rolán, portavoz de la Agrupación Cidadá de Pontecesures (ACP), considera que “es una lástima que el gobierno tripartito tire por tierra el trabajo y sacrificio de tantos años y tanta gente”. Se refiere a la organización de la Festa da Lamprea, que el domingo cumplió 18 años y que fue objeto de numerosas críticas. El edil independiente se suma a ellas, y lo hace para dejar claro que “la lamprea es un producto excelente del que debemos presumir y cuya degustación tenemos que promover, por eso me da pena ver que la desidia de este gobierno lo llevan a arruinar poco a poco una celebración como esta”.

Lo que quiere decir es que “hubo menos gente que nunca, se vivió un ambiente poco festivo y, lo que resulta más lamentable, es la primera vez que no se acondiciona la explanada del recinto festivo, por lo que con el piso de tierra, barro y piedras, sobre el que se instaló una carpa pequeña con mesas y sillas sucias, lo que se hizo fue proyectar una imagen lamentable de nuestro pueblo”. Y no solo eso, sino que “en el entorno había maleza y basura acumulada, dejando clara la escasa o nula ilusión con la que este gobierno afrontó la fiesta”.

Sabariz cree que el tripartito “debe explicar en qué condiciones se dejó la fiesta en manos de una misma empresa que se ocupó de la lamprea, el pulpo y el churrasco”, como también entiende que “la crisis no es disculpa para semejante devaluación de la propia fiesta y de la imagen de Pontecesures”.

FARO DE VIGO, 16/04/13

Solo la calidad de la lamprea del Ulla salva la cara a una fiesta en horas bajas.

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El producto del río siempre es bueno, pero el recinto festivo dejaba mucho que desear

La calidad de la lamprea del Ulla es incuestionable, y eso es lo único que puede salvar una fiesta de exaltación del producto como la celebrada ayer en Pontecesures, ya que los problemas detectados fueron muchos. Y es que el lugar en el que se instalaron las mesas para saborear este manjar de la cocina tenía un firme irregular de piedras, tierra y barro, lo cual contribuía a que las propias mesas y las sillas estuvieran más sucias de lo aconsejable. Las quejas y críticas no se hicieron esperar, y eso que, al menos, la soleada mañana dominical calmaba mucho los ánimos.

También se notó menor afluencia de público que en otras ocasiones, quizás por aquello de que la organización baila con la fecha año tras año y porque esta vez no se hizo coincidir con la celebración de San Lázaro. Aún así, acudieron ciudadanos de diferentes partes de Galicia que pudieron degustar la lamprea a un precio de 10 euros la ración, además de pulpo y churrasco, en ambos casos a 8 euros. Se prepararon, en las cocinas habilitadas en la plaza de abastos, alrededor de doscientas lampreas de las que se obtuvieron del orden de 600 raciones al estilo bordelesa, cocinadas por Carmen “A Cacharela”, Carmen Herbón Figueira y María del Carmen Batalla.

“La lamprea está deliciosa, pero para una fiesta con tanta fama como ésta necesitarían un sitio mejor en el que celebrarla, ya que el estado de este recinto es lamentable”, indicaban José Antonio Torres y Pilar Rivadulla, vecinos de Vila de Cruces que asistían a la fiesta pontecesureña por primera vez. Cerca de ellos comía un matrimonio de Campo Lameiro: “Es la primera vez que venimos y la lamprea está buena; es una lástima que el sitio esté en tan malas condiciones”, lamentaban Rogelio y Pilar.

Más críticos se mostraban José, Francisco y José “O Vienés”, tres hombres de unos sesenta años desplazados desde Noia hasta Pontecesures. “Es la primera vez que venimos, porque había oído hablar de esta fiesta otros años, pero nos vamos muy disgustados, ya que esto parece lamprea ó caldeiro; no tiene sustancia y, la verdad, nos esperábamos otra cosa mejor”.

Muy molestos, apostillaban que el sitio elegido tampoco es el adecuado, al menos en ese estado tan deprimente.

Aquellos que quisieran disfrutar del día de otro modo tenían la opción de visitar los puestos instalados en la primera feria del comercio local, instalados a lo largo de la calle, o dirigirse a alguno de los restaurantes de Pontecesures que, como El Olivo, están especializados en la mejor lamprea del río.

Y así transcurrió un día en el que la fiesta de la lamprea cumplía la mayoría de edad, los 18 años de celebración. Y dado que estuvo a punto de no celebrarse, ya que se acordó hacer la fiesta hace apenas un mes, ahora está por ver si habrá edición número 19 y si se llevará a cabo en las mismas condiciones o no.

FARO DE VIGO, 15/04/13

Un susto con hechuras de drama.

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Once personas fueron asistidas al volcar dos lanchas de rafting en el Ulla

Un lugar de difícil acceso. El suceso tuvo lugar en el punto que muestra la imagen superior, al paso del Ulla por las inmediaciones de la depuradora, en el término de Padrón. Hasta allí se desplazó incluso un helicóptero del 112 para auxiliar a los 11 ocupantes de las dos lanchas, algunos de los cuales figuran en la fotografía inferior. merce ares

Salieron con la ilusión de disfrutar de una magnífica jornada de sol y regresaron con un nudo en la garganta. Sucedió a mediodía de ayer, en el término municipal de Padrón. Al servicio local de Protección Civil llegó un aviso con tintes dramáticos que movilizó un amplio operativo de emergencia: «Volcaron dúas embarcacións no Ulla. Hai once persoas desaparecidas».

Minutos antes, ocho mujeres y un hombre, acompañados por sendos monitores, habían embarcado en dos lanchas alquiladas para practicar rafting. La que iba delante llevaba cinco chicas y un monitor a bordo. La seguía otra embarcación con cuatro ocupantes (tres mujeres y un varón) y otro monitor. Una de los que bajaban el Ulla en esta segunda balsa era María José Sieira, de Ribeira. «Todo ía ben ata que vimos volcar á primeira lancha. Tres persoas quedaron agarradas a unha árbore. Cando chegamos xunto a eles, subiron á nosa lancha e co peso encheuse de auga e afundímonos. O meu mozo marchou río abaixo», relató. Su pareja es José Manuel Martínez, Pera, también de Ribeira: «Es la tercera vez que hago rafting, así que me dejé ir río abajo. Fue un susto, pero las chicas se alarmaron mucho con tanto despliegue».

Una de ellas es Verónica Montes, que iba con otras cuatro amigas de Cambre en la lancha que volcó. «Pasamos miedo, porque nos vimos arrastrados». Más calmada, una vez que todos los implicados pudieron salir de las frías aguas del Ulla por su propio pie, Verónica bromeaba sobre su experiencia: «Digamos que se puede mejorar».

Los tres expresaron su asombro por la dimensión del operativo de auxilio que se desplazó hasta el lugar, una zona de difícil acceso en las inmediaciones de la depuradora de Padrón. El dispositivo movilizado incluyó una unidad de Protección Civil, los bomberos de Boiro (aunque también se alertó a los de Santiago, finalmente no fue necesario su desplazamiento), tres ambulancias del 061 y un helicóptero del servicio de emergencias 112, además de personal del PAC de Padrón. En ese punto de atención continuada fueron asistidas las personas involucradas en el suceso, ya que alguna presentaba incluso síntomas de hipotermia. Pero todas fueron dadas de alta.

Por otra parte, el helicóptero Pesca I rescató en A Lanzada a dos surfistas. La alerta tuvo lugar sobre las 14 horas, cuando una joven que se encontraba practicando surf fue incapaz de salir del agua, según informa Maruxa Alfonso. Dos compañeros, uno de ellos de O Grove, fueron a ayudarla, pero, al ver que tampoco ellos podían remolcarla, uno volvió a tierra y dio aviso a los servicios de emergencia. El grovense llegó a salir al mar, pero al final los rescató el helicóptero, que los dejó a salvo en el aparcamiento de la playa.

LA VOZ DE GALLICIA, 15/04/13