En el Concello de Pontecesures el mobiliario urbano se ha colocado en el centro del debate político local. Y parece que va a ser ahí donde se quede, al menos de momento. La teniente de alcalde de esta localidad, Cecilia Tarela, confesaba ayer que «non sabemos onde imos colocar» los bancos, las papeleras y las jardineras compradas por el anterior gobierno con cargo a una subvención de la Xunta. «Compraron tal cantidad de mobles e duns tamaños tan enormes que non caben, non hai onde poñelos», señalaba.
Los muebles habían sido adquiridos para la arteria principal de Pontecesures. La calle más comercial. Para embellecerla, el gobierno anterior había hecho unas compras que no gustan nada a los nuevos inquilinos del consistorio. Y es que estos no están dispuestos a sacrificar «o espazo que se gañou ampliando as aceras» con la colocación de bancos, papeleras y jardineras que acabarían provocando que «non poidan ir pola beirarrúa nin sillas de bebés, nin cadeiras de rodas».
Tarela señala que, nada más llegar al Concello, se intentaron enmendar algunos de los errores detectados. Así se cambiaron los bancos originales por otros de un mmodelo más pequeño, pero aún así siguen siendo demasiado grandes «e non caben nos sitios que habían marcado para eles». También se cambió el modelo de jardineras porque las que hay colocadas se están deteriorando a pasos agigantados».
Protestas de Sabariz.
Precisamente de esta cuestión hablaba ayer el concejal de la ACP. Luis Ángel Sabariz, que lleva meses exigiendo al actual gobierno local que coloque el mobiliario urbano. El cambio de modelo de las jardineras es, dice, una «chapuza» ya que en las calles centrales van a convivir dos modelos distintos, lo que da una imagen «negativa e antiestética». «Dende LOgo, a xestión do goberno local neste tema do mobiliario está a ser realmente lamentable», argumentaba Sabariz.
LA VOZ DE GALICIA, 15/06/12