La laguna natural de Mina Mercedes, en el Concello de Valga, ya está oficialmente catalogada como coto de pesca para practicar la captura sin muerte. Esa era la intención inicial del Concello que preside José María Bello Maneiro, tal y como él indicó durante el largo proceso de regeneración y potenciación de este espacio lúdico, y así lo ha entendido la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras.
Esta vieja explotación minera convertida de forma natural en laguna y acondicionada por el Concello y la Xunta a modo de pequeño «paraíso» natural donde se puede estar en contacto con la naturaleza (con merenderos, pantalanes, bancos y demás) se divide en varias zonas de pesca, y en la primera de ellas se da prioridad para obtener los permisos a los vecinos con menos de 16 años y a los que tengan más de 65. Se trata, por tanto, de una apuesta más del Concello para arropar a dichos colectivos y ofrecerles alternativas de ocio.
Ese tramo, el 1, tiene una longitud aproximada de 151 metros y se sitúa en la cara Oeste de la laguna, donde se instalan actualmente dos plataformas flotantes que son las que marcan el límite de este tramo. El número 2 tiene 108 metros, el 3 mide aproximadamente 357 y el tramo 4 es de 183 metros.
En la Xunta inciden en que es un coto clasificado como «de pesca sin muerte» que va a centrarse en la trucha arcoiris, una especie de la que se liberaron el año pasado 1.200 unidades, procedentes de Cernadas (Val do Dubra), que se sumaron a los 2.000 ejemplares que se soltaron en abril de 2010 para generar valor añadido en la laguna, formada después de que hace muchos años se hicieran allí importantes excavaciones para obtener arcilla.
Anguilas
Cuando se liberaron aquellas truchas en esta laguna de la parroquia de Campaña, desde el Concello apuntaron que el siguiente paso sería la suelta de anguilas.
José María Bello Maneiro incidía el pasado verano en la importancia de la suelta de truchas, organizada en colaboración con la Consellería de Medio Rural y Proxecto Home, donde se ocuparon de la cría de los peces hasta que alcanzaron los 20 o 21 centímetros y fue posible liberarlos en Mina Mercedes.
Ya entonces el regidor anunciaba la confección de unas bases para organizar en este espacio la actividad de pesca sin muerte, «la cual va a estar dirigida a los niños, las personas mayores y aquellos ciudadanos que presenten algún tipo de discapacidad», apuntaba.
La intención del primer edil no era otra que convertir la pesca en algo así como una terapia que permita a los participantes disfrutar de la pesca y ver después cómo los peces son liberados.
FARO DE VIGO, 28/02/12