Técnicos de Centro de Hidrobiología que la USC tiene en las inmediaciones del embalse de Castroagudín, en Vilagarcía, se desplazaron ayer hasta la parte más urbana del río O Con para utilizar algunos de los mújeles que lo pueblan en el estudio sobre el ciclo vital de la lamprea que le encargó la consellería de Medio Ambiente.
Para proceder a la captura de los mújeles cargados con las parasitarias lampreas, los biólogos colocaron una gigantesca red que unía ambos márgenes del río.
Su director, Fernando Cobo explicó que tras estudiar el comportamiento de las larvas de la lamprea y el regreso de la adulta al río, el objetivo ahora es arrojar luz sobre una fase mucho menos conocida de su etapa vital: cuando la larva sufre la metamorfosis que la convierte en juvenil y que le modifica sus hábitos alimenticios. Mientras que la larva es filtradora, es decir, se alimenta de partículas en suspensión en el agua, la lamprea juvenil es hectoparásita: se alimenta de la sangre y de los fluidos de los peces. Así que al convertirse en juvenil, la lamprea se fija en los mújeles y se traslada por estos al mar.
Cobo destacó que hay pocos sitios donde aparezcan masas importantes de lampreas fijadas en poblaciones de mújeles y que además lo hacen en épocas muy concretas, de ahí que si no se está atento al momento en que se produce la migración, las poblaciones se pierden en el mar sin posibilidad de realizarles seguimiento. Sus técnicos ya bajaron el lunes al río pero éste llevaba demasiado lodo para permitirles realizar su trabajo, de ahí que regresasen ayer a la captura de los mújeles a fin de poder estudiar a las lampreas que portan.
Los técnicos de la USC controlarán su peso, su talla, su sexo y hasta le tomarán muestras de ADN. Lo hacen cortándole un pedacito de la aleta caudal, la única que tiene la lamprea. Y después sueltan todas las unidades capturadas de ambas especies.
El equipo que lidera Fernando Cobo lleva dos años trabajando en el estudio de la lamprea, centrándose hasta el momento en las fases larvaria y desove de los adultos en el río. El pasado verano recorrieron distintos ríos de Galicia, incluídos el Umia y el Ulla y contaron con la colaboración de los valeiros de Pontecesures, a los que Cobo quiere transmitir su agradecimiento. Gracias a ellos pudieron analizar aspectos como la longitud de los adultos o realizar pruebas genéticas con el objetivo de determinar si varían de un río a otro. Cabe recordar que la lamprea adulta desova en el río y muere. Las larvas pasan en él entre 5 y 7 años y después bajan al mar, donde pasan 1 o 2 más.
Pez promiscuo que se aparea en grupo.
Cobo explicó que en la Unión Europea existe gran interés por todas las especies migradoras (lamprea, salmón, angula…) por ser las más afectadas por la pérdida de calidad del río. De ahí que la Xunta les encargase este informe que recogerá datos como la densidad por ríos. Cobo explicó además algunas curiosidades como que la lamprea es una especie promiscua que para aparearse monta verdaderas orgías; una hembra se aparea con dos machos o un macho con varias hembras «ellas suelen salir perdiendo, la verdad», bromea. En esta especie el orificio anal coincide con el sexual, aunque los machos tienen la prolongación del órgano más larga que las hembras.
FARO DE VIGO, 13/03/08