Localizan en Florencia un mapa del siglo XIV o XV que acredita la existencia de un antiguo puerto en Campaña.

Restos del puerto que existía antaño en la parroquia de Campaña, a orillas del río Ulla.

El Concello de Valga, en coordinación con la Xunta de Galicia, realiza gestiones para intentar traer para el municipio un mapa que data de los siglos XIV o XV y en el que se acredita la existencia del puerto romano de Campaña y su importancia en la zona del Ulla, puesto que aparece reflejado en el documento como uno de los ??puertos de Europa?.
La administración local tuvo conocimiento de la existencia de este plano hace tiempo. El Concello sabía que estaba en Italia y comenzaron entonces las gestiones para tratar de confirmar el dato y, sobre todo, localizar el lugar exacto en el que se encontraba. Explica el alcalde, José María Bello Maneiro, que ??nos puxemos a investigar e enviamos cartas a tódolos museos de Italia? para tratar de conocer si alguno de ellos guardaba entre sus documentos históricos este plano.

Estos primeros sondeos resultaron infructuosos por lo que el gobierno local buscó la intermediación de la Xunta de Galicia para continuar con las pesquisas. Finalmente, gracias a la colaboración de la Consellería de Cultura, se logró localizar el mapa, que se encuentra custodiado en un museo de la ciudad de Florencia. Comenta Bello Maneiro que se trata de un plano sobre puertos de Europa y recoge, entre otros muchos, ??a existencia dun porto en Santa Cristina de Campaña?, en el río Ulla. Ahora, ??estamos a facer xestións para poder dispoñer del no noso concello? o, al menos, poder conseguir una copia del documento dado su valor histórico.

De esta estructura portuaria todavía se conservan algunos restos en Campaña. Prácticamente sólo quedan los cimientos, así como alguna de las torretas que formaban parte del sistema de transporte aéreo que utilizaba la empresa Novo y Sierra para trasladar materiales y materias primas desde el Ulla a la fábrica o viceversa. También era de utilidad para los pescadores del municipio.

Hace justo una semana, la zona fue visitada por el presidente de Portos de Galicia, José Manuel Álvarez-Campana, que presentó al alcalde un anteproyecto para la recuperación de este puerto, al que se quiere dar proyección turística como uno de los puntos de paso y parada de la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla. La reconstrucción del embarcadero, que ya no tendrá uso industrial sino que se destinará al atraque de catamaranes, podría contar con un presupuesto de hasta 250.000 euros, ya que incluiría el acondicionamiento de un área de ocio.

Se construirá una explanada de cien metros cuadrados sobre las ruinas del puerto original. Esta zona se pavimentará con paneles de tarima de madera sobre una capa de hormigón para adecuarla al entorno. De la explanada arrancará una pasarela aérea de 46 metros de longitud y 2,5 de ancho, compuesta por una celosía de tubos de aluminio, sujeta sobre pilotes de acero fijados en el fondo del río. Esta pasarela tendrá pavimento de madera y barandilla de aluminio. En el final de esta estructura, en la que el calado alcanzará un metro, el anteproyecto prevé ubicar una plataforma aérea de tres metros de ancho y 25 de largo, dispuesta perpendicularmente a modo de martillo. Servirá para el apoyo de las embarcaciones que atraquen, que previsiblemente serán catamaranes de unos 22 metros de eslora, 1,20 de calado y 7,3 metros de mando, que son los que navegan por la Ría de Arousa.

DIARIO DE AROUSA, 26/03/10

Referencias a Pontecesures en la época de Gelmírez.

Los historiadores de Galicia calificaron así a nuestra primera mitad del siglo XII por el protagonismo ejercido por el primer arzobispo compostelano, que contribuyó a la gloria de Santiago.

Con el nombre «Unha soa bágoa. Crónica en tempos de Xelmírez e dona Urraca», la cuarta de las seis Monografías del Proyecto Galicia se introduce con la época de Gelmírez. Con toda justicia y merecimiento, los historiadores de Galicia calificaron así a nuestra primera mitad del siglo XII por el protagonismo ejercido por el primer arzobispo compostelano, que contribuyó a la gloria de Santiago. Finalizó la construcción de la catedral, construyó el claustro, el palacio arzobispal que aún hoy lleva su nombre, la casa de los cánónigos, levantó la nueva planta de las iglesias de San Fiz, San Bieito, San Miguel y Santa María de Salomé. Se preocupó por la morfología urbana de Santiago, abriendo las calles concentradas en torno a la catedral, y dotó a la ciudad de una conducción de aguas que llegó hasta el siglo XIX. Garantizó a Compostela el suministro de productos llegados de toda Europa, reforzando la vía comercial de Pontecesures y Padrón, defendiendo las rías, e incluso construyendo una flota de barcos de qguerra que defendiesen las costas. Pero todo eso fue insuficiente para consolidar los afectos a los compostelanos. Comerciantes, cambiadores, artesanos, jefes militares, clérigos y posiblemente artistas y intelectuales, formaban la masa contestataria y antigelmiriana, la Hermandad hostil a Gelmírez, al que intentaron matar en varias ocasiones.
Redactada en gallego por Esteban Perelló Renedo, sus 112 páginas se recrean en ilustraciones de Luis Sendón Cedrón.

Monografías. Revista Galicia, Febrero de 2010.

Las areneras del Ulla.

A orillas del Ulla aún se pueden apreciar restos de barcazas que se dedicaban a la extracción de áridos.

Las quejas ejercidas por los mariscadores remataron con la extracción de áridos en los lechos del río Ulla a finales de la década de los 80.

En la década de los años sesenta y setenta, e incluso en los ochenta, era habitual ver surcar el lecho del río Ulla por grandes barcazas cargadas de arena. Era una actividad emergente que nació bajo el paraguas de la construcción, pues las obras, tanto públicas como privadas, comenzaban a aflorar por todos los municipios de la comarca y Galicia. Fue una actividad muy importante y que dio de comer a muchas personas. Eso sí, arrancó casi sin hacer ruido pero acabó en una gran polémica y rodeada de amenazas y grandes cantidades de dinero en pérdidas.
La arena era el material más utilizado y también el más barato. Estaba al alcance de casi todos en los ríos. Solo había que poner los medios necesarios para sacarla y ponerla a la venta.
Marineros y vecinos de Isorna, en Rianxo, fueron los pioneros en explotar este recurso. Reconvirtieron barcazas e incluso se las ingeniaron para mejorar los sistemas de extracción y hacer más fácil esta actividad.
En esta parroquia rianxeira bañada por el río Ulla todavía se pueden apreciar restos de una actividad que dio de comer a más de quinientas personas de la zona. Barcos abandonados y grúas oxidadas son testigos mudos de una economía que tenía como principal nexo de unión el cauce del río.
Pioneros
Los vecinos del lugar todavía recuerdan los inicios de esta actividad. «Facía falla area, e no río había moita». En la década de los años 50, la construcción despuntaba con fuerza. «En Isorna démonos conta que vender o material era un bo negocio».
Dicho y hecho. Los pioneros de una actividad nueva fueron precisamente los vecinos de esta parroquia rianxeira. Los primeros en extraer el material tenían un pequeño barco y lo colocaban encima de un «lombo de area e esperabamos a que quedara en seco. Despois e cunhas palas, enchiamos a nave e esperabamos a que subira a marea para poder volver a navegar e levar o material para a beira». Los comienzos fueron duros pero «moi positivos».
Con el paso de los años, la situación fue cambiando y mejorando. Los empresarios pusieron cucharas a bordo y comenzaron a instalar las conocidas chuponas, unos aparatos que succionaban los áridos y en quince minutos cargaban la cubierta. Los puntos de venta se fueron instalando a lo largo del río en la parte de Rianxo y llegó a haber hasta cuatro lugares distintos. Otro puerto de referencia fue el de Pontecesures, donde los empresarios de Isorna también fueron pioneros.
Hubo épocas en las que hasta unos veinte barcos surcaban el Ulla cada día con el preciado material, y daba trabajo a cerca de cien personas, entre las que iban a bordo y las que estaban en tierra, sin contar a los transportistas que recorrían toda Galicia con el material procedente del río.
El negocio iba viento en popa hasta que llegó la época de los años 80. La actividad marisquera no era todo lo buena que los marineros querían. La producción iba a menos y entonces las miradas se dirigían hacia las naves que se dedicaban a remover los fondos de los ríos y extraer áridos.
Las movilizaciones de los mariscadores comenzaron en Carril. Poco a poco sus quejas fueron a más y las movilizaciones llegaron hasta los políticos que con la presión ejercida, apostaron por eliminar una actividad muy importante para la parroquia de Isorna y de la que vivían decenas de familias.

LA VOZ DE GALICIA, 21/03/10

Hace 50 años: Piñeiro Ares, corresponsal de «El Correo Gallego» informa sobre la muerte de una niña en el Sar.

AHOGADA EN EL RÍO SAR

Una niña de dos años, Maricarmen Jamardo Oliveira, falleció ahogada en el río Sar, en el lugar llamado Paraíso. Iba en compañía de la joven Pilar Túñez, de 14 años. José Piñeiro, corresponsal en Puentecesures, firma la crónica de un suceso que ha conmocionado a la comarca padronesa.

EL CORREO GALLEGO (Hemeroteca). 18/03/10

Avelino Pousa Antelo estivo no homenaxe ao asistente do Xeneral Líster.

Vemos a Don Avelino, de segundo pola dereita, na primeira ringleira.

No terceiro aniversario do seu pasamento, amigos e representantes do mundo da cultura volveron rendir homenaxe a Alfredo García Caramés, cunha intensa vida na que foi asistente do xeneral Enrique Lister. A homenaxe completouse ca presentación na Estrada da obra de Alonso Montero coas cartas de republicanos condenados a morte.

TIERRAS DE SANTIAGO, 16/03/10