A pesar de su tamaño, Pontecesures ha sido uno de los municipios de la provincia de Pontevedra que más titualres ha acaparado. Porque todo allí ha sido digno del mejor culebrón venezolano.
Era previsible que el PSOE no pactara con el BNG debido, de nuevo, a las malas relaciones entre los cabezas de lista. Con el resultado final, sin embargo, no contaban ni los dirigentes autonómicos socialistas ni nacionalistas; la que fue investida como alcaldesa fue una concejal independiente que había cosechado unos 200 votos en las elecciones de mayo. Una vez expulsado del PSOE por evitar que el nacionalista Luis Alvarez Angueira se hiciese con el bastón de mando, Luis Sabariz tuvo vía libre para pactar un tripartito con la regidora y el PP. A pesar de declararse socialista incluso después de la polémica, no le tembló la mano para abrazarse con su supuesto enemigo. Fue el ejemplo más claro de que el acuerdo marco de Santiago y las directrices del partido no siempre pueden más que el deseo de dos cabezas de lista de permanecer separados.