La abstención de la oposición impide al ejecutivo local, en minoría, asumir la prestación del servicio //El alcalde tuvo que interrumpir el pleno en varias ocasiones//Los trabajadores responsablizan a PSOE y CIPa de no obligar a la empresa Global Vambrú de cumplir los acuerdos pactados
Los políticos padroneses no se ponen de acuerdo y los vecinos tendrá que seguir soportando los malos olores porque el servicio de recogida de basura se mantiene en huelga. En un tenso y polémico pleno, que fue suspendido en varias ocasiones, el gobierno local (PSOE y CIPa, con 6 ediles) no pudo sacar adelante su propuesta de intervenir el servicio, dado que la abstención de PP, BNG y PG (7 ediles) impidió alcanzar los apoyos suficientes para que el Ayuntamiento directamente la recogida de la basura.
Las intervenciones airadas de representantes de los trabajadores y miembros del sindicato de UGT , que obligaron a suspender el pleno extraordinario en dos ocasiones, responsabilizan directamente al equipo de gobierno de la situación, por no obligar a la empresa Global Vambrú a ejecutar los acuerdos de mejora salarial alcanzados hace poco más de seis meses.
La postura de la empresa sale reforzada tras el acuerdo plenario, que deja las cosas como están después de dos semanas consecutivas de huelga, durante las cuales la Consellería de Sanidade ordenó retirar la basura de las calles por motivos de salud pública en dos ocasiones y no se descarta que en las próximas horas mande un nuevo requerimiento
El conflicto de la huelga en el servicio de recogida de residuos en Padrón, que va camino de la tercera semana, sigue siendo noticia por polémico. La reunión mantenida ayer entre representantes de la concesionaria del servicio Global Vambrú y del ejecutivo padronés no fructificó, y el pleno de hoy estuvo plagado de interrupciones e insultos.
El pleno que comenzó a las 12 de la mañana tuvo que ser suspendido dos veces durante media hora. A los veinte minutos de comenzar, miembros de UGT interrumpieron la marcha de la reunión exigiendo a gritos al ayuntamiento que garantizase la estabilidad laboral de los catorce trabajadores de la empresa, así como que se cumplieran los acuerdos de mejora salarial a los que se llegó en octubre del año pasado , tras la anterior huelga.
Ante esta situación, el alcalde de Padrón se vio obligado a suspender el pleno durante media hora, tras lo que se reanudó para votar una enmienda del BNG en la que se pedía que la intervención del servicio no durase más allá de quince días después de la constitución de la nueva corporación, así como que se garantizase la estabilidad de los puestos de trabajo. Así, antes de someter dicha enmienda a votación, la secretaria advirtió que para ser aprobada necesitaba mayoría absoluta, además de que podía ser impugnable porque no contaba con un informe de intervención.
El resultado obtenido tras la votación fue de 5 votos en contra (faltaba un miembro del equipo de gobierno que luego se incorporó), 5 abstenciones (4 del PP ya que el exalcalde, Jesús Villamor, que firmaba en 2007 el acuerdo con la concesionaria ya como regidor en funciones, no acudió al pleno, y 1 del PG) y uno a favor (BNG), tras lo que se produjo otra interrupción por un miembro de UGT que con palabras subidas de tono recriminó la actitud del Gobierno y le exigió garantizar los puestos de trabajo y las mejoras salariales.
Tras este nuevo alboroto, el alcalde pidió al exaltado que abandonase la sesión de plenos hasta en dos ocasiones, pero al negarse éste, el edil se vio obligado a suspender el debate por segunda vez, mientras en la calle se oían consignas del tipo «Gobierno sinvergüenza».
Finalmente, y al abstenerse la oposición (PP, BNG y Partido Galeguista) no se alcanzó la mayoría absoluta necesaria (los dos partidos en el gobierno suman 6 de 13 concejales) para poder intervenir el servicio, por lo que la situación se mantendrá igual que durante los últimos días, ya que los trabajadores no tienen intención de suspender la huelga. Es más. Los representantes de los mismo y miembros de UGT anuncian la toma de medidas más duras.
Los huelguistas, que ayer se encerraron en el salón de plenos sobre las dos menos cuarto de la tarde, fueron desalojados de las dependencias municipales de madrugada (minutos antes de que el reloj diese las 5.00 horas). La Guardia Civil les propuso abandonar las instancias municipales de motu propio o esposados. Los trabajadores, que pretendían mantener el encierro de forma indefinida, optaron por salir voluntariamente, ya que querían estar presentes durante el debate del mediodía. Uno de los representantes del comité de empresa indicó al término del pleno que «no vamos a descartar ninguna nueva medida de presión. Esta madrugada nos invitaron a salir del ayuntamiento más de 50 guardias civiles y 18 coches, para tan solo 14 trabajadores».
EL CORREO GALLEGO. Edición digital
03/05/11