La polémica está servida, y la lucha por el poder en el PSOE de Pontecesures, también. Esta noche se celebra una asamblea para acordar la petición de dimisión de los ediles Luis Sabariz y Alfonso Diz, que se presentaron a las pasadas eleciones con los socialistas y acabaron siendo expulsados pro formar gobierno con el PP. Pero que la agrupación que dirige ?scar Gerpe pida la marcha de Sabariz y Diz ya no es actualidad, pues Gerpe se quedó sin foto de cartel en su beneficio. De lo que si se discutirá acaloradamente hoy, es de la existencia de dos militancias paralelas y claramente enfrentadas.
?scar Gerpe y sus directos colaboradores, léase militantes y otros familiares directos que se dieron de alta en su momento para contrarrestar otras incorporaciones que podían hacer peligrar la dirección, no quieren que en la agrupación entren ciertas personas, sobre todo si proceden de la lista independiente que hasta el año pasado lideraba Luis Sabariz o si sospechan que puedan llegar avaladas por la cúpula socialista para despejar el camino hacia la renovación.
Pero, por otra parte, hay gente que quiere ser socialista de carné y no soporta que en Pontecesures se lo impidan, por eso pidieron su alta como militantes a través de la ejecutiva comarcal. Y en Madrid aceptaron esas nuevas altas y lo comunicaron a Pontecesures, pero el equipo de Gerpe no reconoce esas nuevas incorporaciones.
Todo esto significa que el PSOE de Pontecesures está partido en dos y que, tarde o temprano, quizás alguien acabe quitando las llaves a Gerpe, que ayer no quiso pronunciarse sobre el conflicto «interno».
Desde la provincial explicaron que «el partido no es patrimonio ni coto privado de nadie, y todo el mundo sabe que en el PSOE de Pontecesures quedaban dos afiliados y el tambor». A ?scar Gerpe «ya solo lo apoyaba su familia y amigos muy cercanos, por eso decidimos dar nuevos aires y buscar un partido renovado».
Fue así como se apostó por Sabariz, Diz y otros independientes que pasaron a capitanear el PSOE y tras las pasadas elecciones se negaron a pactar con el BNG para formar gobierno. «Pero nunca nos mintieron, sabíamos de antemano que no se unirían al Bloque», confiesan pesos pesados socialistas.
Esa es una parte de la polémica. La otra es la que dice que la provincial, con Modesto Pose al frente, promueve afiliaciones «para tener el control de la dirección en Pontecesures», algo que Pose explica diciendo que lo que se hizo fue dar entrada a militantes que Gerpe y los suyos no aceptan.
FARO DE VIGO, 23/05/08