Ni en Pontecesures ni en Valga entienden qué ha llevado a Fomento a elegir la alternativa 4, definida como la «solución más favorable». Afectará a un tramo de 5,73 kilómetros y tendrá un presupuesto de licitación de 33,42 millones de euros. «Non sei cales son as ventaxas que lle poden atopar», decía ayer el enfadado alcalde de Valga, Bello Maneiro. Y es que tanto en su municipio, como en Pontecesures, la actuación exigirá el derribo de viviendas -a veces núcleos completos- e incluso alguna fábrica.
Los dos concellos afectados explicaron ayer que enviaron a Fomento escritos en los que mostraban su rechazo frontal a esta alternativa y su apuesta firme por otro de los trazados previstos por Fomento, el bautizado como número uno, que discurre «sobre a autopista». En el caso cesureño, el pleno aprobó en 2010 una moción en la que mostraba su firme apuesta por esa alternativa, pero su postura no ha sido tenida en cuenta por el Gobierno central. Otro tanto ocurre con Valga, que también se posicionó «en reiteradas ocasións» a favor de ese trazado y cuyo alcalde también hizo ver varias veces a los responsables de Fomento los problemas que la alternativa número cuatro tendría para su localidad.
Ahora, los dos Concellos se topan con que sus recomendaciones han caído en saco roto. Y tanto cesureños como valgueses observan sin creérselo un proyecto que afecta a 5.728 metros y que incluye tres enlaces. Además, Fomento ha señalado que en el trazado destaca un viaducto sobre el Ulla de 320 metros, y están previstas siete obras de drenaje, tres viaductos, cinco pasos superiores y siete inferiores.
La Voz de Galicia