Vuelven a revisar la grúa para aclarar el accidente de Valga.

La investigación abierta para esclarecer las causas del accidente que el pasado viernes costó la vida a Jesús Vejo y José García aún no ha dado el fruto deseado. Los inspectores comunicaron ayer a los responsables de Extrugasa, empresa en cuyo recinto tuvo lugar el desgraciado accidente, que en los próximos días volverán a la planta de Valga para inspeccionar la plataforma con brazo articulado.

El pasado viernes, la grúa volcó. Y no hay nada, explica el jefe de mantenimiento de Extrugasa, Román Castro, que a simple vista explique algo así. «Dende o venres non tocamos nada, deixámolo todo como estaba. Pero hoxe [ayer] pedíronnos que a levantásemos, porque a queren inspeccionar ben», explicaba. Así que ayer se iba a realizar esa operación porque «o que nos gustaría é que isto se aclare canto antes».

Garantías

El jefe de mantenimiento de Extrugasa indicaba ayer que, antes de contratar a Gama e Hijos para acometer el cambio de una cubierta, «esixíronselle unha serie de garantías de seguridade. Os que se piden sempre», argumenta Castro. Por eso, dice no entender qué pudo fallar el pasado viernes. «? obvio que algo non funcionou», pero no entiende dónde pudo estar el fallo. Y es que la maquina tenía todos los papeles en regla, «estaba homologada e pasara todas as revisións». Y la zona en la que se produjo el accidente «ten un terreo firme e compacto».

Tanto el servicio de inspección de accidentes laborales como la empresa Gama e Hijos están realizando indagaciones paralelas para intentar arrojar algo de luz sobre un accidente que segó la vida de dos trabajadores cuando, precisamente, estaban colocando la red de seguridad que debería protegerlos mientras colocaban la nueva cubierta de una de las naves de Extrugasa. «Mandeille poñer as redes para protexelos e saíu todo ao revés», decía ayer, aún muy afectado por lo ocurrido, el responsable de mantenimiento de la empresa Extrugasa.

El «segundo que nos cambiou a vida a todos» se produjo el viernes, al filo de las doce y media de la mañana. Un estruendo alertó a todos los trabajadores de la planta de Valga de que algo había pasado. Siguieron el ruido y no tardaron en comprobar que la grúa se había caído y que los dos operarios que sobre ella trabajaban estaban malheridos, en el suelo.

Los servicios médicos que se desplazaron hasta el lugar de los hechos no pudieron hacer nada por salvar la vida de José García, un joven de 22 años, natural de Cuntis, ni de Jesús Vejo, de 43 años y vecino de Rianxo, aunque natural de Valga. Los dos fallecieron en el lugar de los hechos, hasta donde poco después llegaban sus familiares, descompuestos de dolor. Valga, en un pleno exprés celebrado esa misma noche, decretó dos jornadas de luto por tan dramático suceso.

La Voz de Galicia

Traballo inspecciona por segunda vez la grúa en la que murieron dos operarios en Valga.

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La Inspección de Trabajo acudió a Extrugasa el día del accidente.

Técnicos de la Inspección de Traballo tienen previsto acercarse a lo largo de esta semana a las instalaciones de Extrugasa para recabar mayor información sobre el accidente del pasado viernes, en el que fallecieron José García Vázquez, de 22 años de edad y vecino de Cuntis, y Jesús Vejo Trigo, de 43 y vecino de Valga. Así se lo comunicaron a los responsables de la factoría valguesa en el día de ayer, los cuales, todavía no han recibido ningún informe sobre lo que pudo haber ocurrido para que se desplomase la grúa en la que trabajaban los dos operarios de la empresa Gama cuando colocaban una red de seguridad para proceder a la sustitución de una cubierta.

El jefe de mantenimiento de la empresa Extrugasa, Román Castro, apuntaba ayer que «Inspección de Traballo se ha puesto en contacto con nosotros para recabar más datos sobre el accidente, e incluso, quieren levantar la grúa para realizar una serie de comprobaciones que permitan esclarecer las circunstancias en las que ocurrió este trágico accidente».

La ausencia de testigos del accidente dificulta la realización de un informe sobre el mismo, ya que ninguna de las cámaras de seguridad que posee la factoría alcanzó a grabar el instante en que se cayó la grúa ni ninguno de los operarios de la factoría valguesa se encontraba en la zona en ese momento. «Los trabajadores acudieron cuando escucharon el tremendo golpe de la grúa contra el suelo», explica Castro. El propio responsable del mantenimiento de la factoría reconoce que existen incógnitas en lo ocurrido que espera que se clarifiquen con la investigación, ya que «este tipo de máquinas acostumbran a ser seguras, por eso resulta extraño que se viniese abajo cuando tan solo se había levantado ocho metros del suelo».

También desde el sindicato Confederación Intersindical Galega (CIG) mostraban ayer su extrañeza con lo ocurrido y se encuentran a la espera de analizar el accidente con los inspectores de trabajo que están llevando el caso. El responsable de CIG Industria, Jon Barturen, apuntaba ayer que «hay muchas cosas a aclarar en este suceso ya que Jesús Vejo era una persona con mucha experiencia en el manejo de este tipo de plataformas, además de ser un trabajador muy diligente, por eso resulta extraño que ocurriese el siniestro».

Los familiares de las dos víctimas, que todavía siguen sin explicarse lo sucedido y en estado de shock, también han reclamado una investigación en profundidad del accidente para que «no vuelvan a ocurrir».

El accidente ha conmocionado un municipio como el de Valga, de donde era natural uno de los operarios fallecidos en el suceso, llegando a motivar que el Concello declarase dos días de luto oficial por lo ocurrido en el interior de las dependencias de Extrugasa.

Los restos mortales de los dos fallecidos en el accidente de Valga recibieron sepultura el pasado domingo tras serles realizadas las autopsias en el Instituto de Medicina Legal de Pontevedra. Jesús Vejo trigo, pese a ser natural de Valga, recibió sepultura en el cementerio de la iglesia parroquial del Divino Salvador de Taragoña, donde residía desde hace años, mientras que José García Vázquez descansa en el camposanto de la parroquia de San Félix de Estacas de Cuntis.

Faro de Vigo

El caso del gasoil de Cesures llega a la Audiencia ocho años después.

Como el Guadiana, el caso del gasoil es uno de esos asuntos que cada cierto tiempo reaparecen en la vida política de Pontecesures. Un año después de que la Audiencia ordenase al juzgado de Caldas reabrir un asunto que este había decidido archivar por tercera vez, el caso acaba de ser trasladado al palacio de justicia de Pontevedra. Todo apunta a que allí serán juzgados por un tribunal popular el alcalde Manuel Luis Álvarez Angueira (BNG) y Xurxo Gerpe Jamardo, a quienes se les acusa de un delito de malversación de caudales públicos.

En noviembre del 2013, la audiencia ordenaba al juzgado de instrucción número uno de Caldas reabrir un caso que se remonta al año 2006, cuando el PP y la ACP denunciaban al alcalde Angueira y al trabajador municipal Xurxo Gerpe de haber abonado hasta 6.822 euros de más en concepto de combustible para un vehículo del servicio de obras. Ese asunto, recordaba Angueira hace un año, había sido archivado «tres veces, en tres momentos distintos e por tres xuíces diferentes». En los tres casos, los denunciantes Luis Ángel Sabariz y Alfonso Diz decidieron presentar recurso, y en las tres ocasiones Pontevedra les dio la razón, asumió sus argumentos e impidió que el asunto se cerrase.

La fiscalía pide el archivo.

Tras el último tirón de orejas recibido de la Audiencia, el juzgado de Caldas dio la palabra a todas las partes implicadas. En febrero de este año, la acusación particular presentó un escrito en el que solicitaba la apertura de juicio oral. «En el mismo trámite -dice el auto- el Ministerio Fiscal solicitó el sobreseimiento provisional y archivo de las presentes actuaciones», tal y como había hecho en ocasiones anteriores. La defensa de los acusados, por su parte, «solicitó la libre absolución de los defendidos».

En esta ocasión, la jueza de Caldas considera que «procede el enjuiciamiento». «Manuel Luis Álvarez Angueira y Xurxo Gerpe, durante el período de tiempo que desempeñaron funciones de gobierno en el Ayuntamiento de Pontecesures, autorizaron y/o consintieron el pago de combustible a cargo de los presupuestos del Concello, siendo que el combustible adquirido a través de tales pagos no se destinaba al uso por parte de vehículos pertenecientes al Concello en cuestión, ni para la prestación de servicios al mismo», explicaba la resolución adoptada a principios de noviembre.

Por ello, en un auto dictado en noviembre, la titular del juzgado de Caldas decretó la apertura del juicio oral, señalando como órgano competente para asumir esa tarea al tribunal del jurado de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Tal vez allí se resuelva, de una vez por todas, un asunto que lleva ocho años dando vueltas por los juzgados.

La Voz de Galicia

El pequeño Nicolás busca su sitio en el belén de Valga.

Tal vez, como él mismo confesó con pasmosa facundia televisiva hace un par de semanas, el fiasco de Ribadeo le haya impedido continuar viaje a Ribadumia. No importa. Como premio de consolidación, el pequeño Nicolás, uno de los hombres del momento en este atribulado país, verá recompensados sus desvelos institucionales con un lugar propio en el belén artesanal de Valga. Así lo reconocía el domingo un miembro del equipo responsable del magnífico Nacimiento que cada año abre sus puertas en el municipio arousano entre el puente de la Constitución y el segundo domingo de enero. Quienes acudieron a la cita inaugural no pudieron, sin embargo, disfrutar de la contemplación de este personaje de complicada definición. Un descuido privó al numeroso público de tan sobresaliente experiencia. No obstante, la organización, siempre atenta a los bandazos de la actualidad social, política y económica, no podía sobrevolar el fenómeno de Francisco Nicolás -su paso por los platós le va agrandando el nombre por fascículos, en un fenómeno parejo al del pinchadiscos antes conocido como Paquirrín- sin abrirle un hueco en los 250 metros cuadrados en los que se expande su pequeño universo navideño. Así que no será exactamente una figura, pero Nicolás, más amigo de sus amigos que por lo visto sus amigos de él, se ha ganado un sitio en Valga. El reto consiste, ahora, en dar con él.

El último grito

De esta forma, el chaval que sedujo a empresarios, prebostes de todo tipo y condición y burócratas pertenecientes a los más delicados departamentos de la función pública compartirá belén con Isabel Pantoja, recién entalegada para la ocasión; Teresa Romero a las puertas del hospital Carlos III limpia de ébola; Pedro Sánchez, flamante líder del puño y la rosa; un AVE de cartón que, al ritmo de los acontecimientos, será el más rápido que durante algún tiempo veamos por Galicia; una mesa consagrada a Podemos aunque sin coletas; o la impresionante etapa que se marcan los muchachos de La Vuelta ciclista a España.

La Voz de Galicia