Las policias locales de Pontecesures y Valga.

En Pontecesures y en Valga no hay exactamente un cuerpo policial. Son vigilantes municipales, con funciones de agente de la autoridad pero sin armas. Con todo, en Pontecesures hay tres agentes, por lo que desde las ocho de la mañana a las nueve y media de la noche, el servicio está cubierto. Eso sí, con un solo agente por la tarde y los sábados por la mañana. La situación todavía es peor en Valga, que tiene un solo agente. José Manuel Otero es vigilante municipal y a la vez responsable de la agrupación local de Protección Civil, por eso dice con sorna que «eu teño un corpo moi grande». Siguiendo con la gracia, se podía decir que José Manuel es un cambiachaquetas, porque lo mismo se viste el uniforme policial que el de la agrupación de voluntarios.

La Voz de Galicia

Padrón busca fondos para arreglar las pasarelas del Sar.

pasar

El óxido se come las barandillas que protegen las pasarelas que cruzan el río Sar en Padrón.

El Concello de Padrón solicitó a la Diputación de A Coruña una subvención por importe de unos 39.000 euros para cambiar las barandillas de las dos pasarelas de peatones que cruzan el río Sar, una junto al Paseo del Espolón y la otra en la zona del campo de fútbol, y para comprar contenedores de basura y aparatos de juego infantil.

No obstante, de esa cantidad, la Diputación únicamente le concedió 6.700 euros, según confirmó ayer el concejal de Servicios de Padrón, José Ramón Pardo, un dato que ya había facilitado en el reciente pleno ordinario a raíz de una pregunta formulada por el Partido Galeguista Demócrata.

El Ayuntamiento usará el dinero concedido para comprar contenedores de basura mientras que elaborará una nueva memoria para la sustitución de las barandillas de las pasarelas, que están en un estado lamentable, casi de ruina, y para arreglar y pintar la barandilla que recorre un margen del río Sar desde los institutos de educación secundaria hasta la plaza de la Leña.

El concejal José Ramón Pardo explicó ayer que las actuales barandillas «non cumpren coa normativa» de seguridad, al tener una separación demasiado grande entre los barrotes, por lo que la nueva sí estará adaptada conforme a la memoria que ya está elaborando un técnico de la Oficina de Rehabilitación. El Concello espera conseguir los fondos necesarios para realizar esta obra, dada la peligrosidad que empieza a representar el estado actual de las dos estructuras que protegen las pasarelas.

Por estos pasos cruzan a diario cientos de personas, sobre todo estudiantes que se dirigen a los centros de educación, tanto a los dos de secundaria (Camilo José Cela y Macías O Namorado), como al de primaria (Flavia). También las usan padroneses que residen en esa zona y vecinos de Dodro, además de caminantes. El óxido come las barandillas en muchos puntos hasta el extremo de que hay barrotes rotos del todo y espacios por los que cabría un niño sin problemas.

La Voz de Galicia

El saxofonista de Valga que triunfa en el Mediterráneo.

rbarr

Quizás si sus padres no lo hubiesen apuntado a la escuela de música, jamás hubiese descubierto su gran pasión. Quizás si el director de la banda de Valga no lo hubiese seleccionado para entrar a tocar con los mayores, jamás se hubiese planteado hacer de la música su profesión. Pero a lo largo de los 23 años de vida del valgués Roi Barros, «todo me foi levando ata onde estou agora». Está en Mallorca, acabando los estudios en el aula internacional de saxofón de Palma y cosechando premio tras premio. El último lo ha obtenido este mismo fin de semana, cuando el grupo del que forma parte, Thesis Quartet, se ha aupado al segundo puesto en el Concurso internacional de música de cámara Ciutat de Vinaròs.

Los compañeros

Thesis Quartet está formado por Roi Barros y sus compañeros Álvaro Arias, Tomás Alonso y Pablo Vigo. Los cuatro tocan el saxo y los cuatro estudian en el Conservatorio superior de Musica de las Islas Baleares. Precisamente ese centro convocó hace unas semanas su tradicional concurso de solistas, cuyo premio consiste en participar en un concierto con la Orquestra Simfònica del Conservatori. Y en febrero, cuando sea el famoso recital, será el valgués Roi Barros quien se suba al escenario convertido en saxo solista.

Para Roi el reconocimiento tiene mucha carga simbólica. A fin de cuentas, este es su último curso en Mallorca y le gusta la idea de marcharse por la puerta grande. ¿Dónde va a ir? El joven valgués no lo sabe aún, pero sí tiene claro que su destino le exige «dar o salto aos Pirineos» y prestar oídos al mundo. «Aquí aprendín moito, pero agora que coñezo o que temos e o que se fai en España, penso que chegou o momento de ver máis, o que hai por aí fóra». De momento, tiene tres ciudades en mente, pocas prisas y el aval de haberse formado en un centro, el de Mallorca, que «en saxofón leva uns cuantos anos despuntando, catapultando xente para o estranxeiro».

El sueño

El saxofonista valgués sabe que cada día que pasa, cada premio que gana, está más cerca de ver cumplido su sueño. «Non pido moito. O meu soño é chegar a vivir disto, facer da música a miña profesión. Con iso xa me conformo ao cen por cento. Non preciso ser un divo. As prazas de divo xa están copadas», sentencia. Quiere mantener los pies en la tierra, y a eso lo ayuda bastante el no haber perdido de vista sus orígenes. «Eu empecei na escola de música de Valga», cuenta. Como todos sus compañeros, disfrutó «coñecendo todos os instrumentos, probando uns e despois outros». Hasta que dio con el saxofón. O, más bien, hasta que el saxofón dio con él. Fue en un concierto, relata Roi desde Mallorca.

El flechazo

Tendría diez u once años cuando «un profesor deu un concerto de saxo e eu quedei anonadado». Enseguida supo que el saxofón era su instrumento. Y pronto comprobaron sus maestros que aquel amor era recíproco. Roi se aplicó, puso atención a sus lecciones y se convirtió en integrante de la banda de música de Valga. Sus padres lo vieron tan interesado y atento que no dudaron cuando el rapaz les dijo que de mayor quería ser artista, que quería matricularse en el grado medio de música que se imparte en Pontevedra.

Los maestros

Tiven moita sorte, porque os meus pais sempre me apoiaron en todo. Cando era cativo apuntáronme a unha chea de actividades extraescolares e foi así como descubrín a música». Después, profesores como Diego García, Marcos Mariño o Rodrigo Vila hicieron el resto. Y el pequeño valgués al que los ojos le hacían chiribitas cuando escuchaba el saxofón se ha convertido en una joven promesa cuyo nombre, quién sabe, tal vez acabe sonando por toda Europa.

La Voz de Galicia

Sabariz tilda de “tomadura de pelo” que el Concello presuma de la obra del pabellón.

A Luis Sabariz, portavoz de ACP, le parece una “tomadura de pelo” que el alcalde de Pontecesures pretenda “vender” los trabajos rrealizados en la cubierta y las bajantes del pabellón como una “gestión eficaz” para evitar filtracciones de agua en el recinto.

Recuerda Sabariz que las filtracciones se producen desde hace meses, “con charcos en la pista”, y de ello culpa a la “inoperancia del Gobierno local que tardó nada menos que diez meses en ordenar la colocación de unas chapas en la cubierta” de un polideportivo que habían destrozado los temporales de enero del año en curso.

ACP ya había denunciado la tardanza en varias ocasiones “y nada se hizo hasta ahora”. En cuanto a las bajantes, Luis Sabariz dice que los trabajos parecían “inacabables en el tiempo y han tenido que llegar las lluvias para que espabilara el gobierno y se decidiera a activar las obras”

Por todo ello, Luis Sabariz insiste en que la postura del Gobierno local es “una tomadura de pelo para los deportistas y para los vecinos que, después de tanta infeficacia, se nos quiera vender la gestión”.

Reconoce la importancia de mantener las instalaciones en las mejores condiciones posibles “pero a un gobierno donde tres concejales perciben una dedicación exclusiva, entre ellos el edil de deportes, Roque Araújo, hay que exigirle bastanta más”.

Por ello, el edil pide al Gobiernio local que se ponga “a trabajar” y gestione ayudas y obras que mejoren la calidad de vida de los vecinos.

Diario de Arousa