El Concello de Pontecesures envió ayer al Arzobispado de Santiago y al párroco cesureño, Arturo Lores, las alegaciones que se presentaron en las últimas semanas en contra de la retirada del símbolo franquista existente en la fachada de la iglesia. El período para presentar reclamaciones finalizó el pasado 31 de agosto. En los treinta días en que permaneció abierto el plazo fueron seis los escritos que se hicieron llegar al Concello. Sumaban, en total, 59 firmas de otras tantas personas que reclaman que la inscripción no sea retirada, especialmente por razones sentimentales, ya que alegan que se trata de un recuerdo que no debe molestar a nadie. A favor de la eliminación del símbolo no se presentó ningún escrito.
Fue el propio Arzobispado de Santiago el que propuso que, antes de tomar una decisión sobre la eliminación o no de este símbolo, se abriese un plazo de exposición pública para que los familiares o personas vinculadas a los nueve fallecidos que figuran en la inscripción hiciesen las sugerencias que considerasen oportunas.
La retirada del símbolo fue solicitada por el BNG y acordada por el Pleno del Concello, en donde se creó una comisión formada por representantes de los distintos grupos políticos y los concejales no adscritos para hacer un seguimiento del expediente.
DIARIO DE AROUSA, 16/09/09