O BNG, a prol das tradicións, quere carrozas cos Magos, e non o que se fixo este ano.

Estos días de tanto ??revuelo? mediático escoitamos e lemos en moitos comentarios ??facer política con esto? ??facer política con aquelo?, en ocasións para darnos os parabéns e noutras para o contrario.
Ben, nós, o BNG, estamos na política precisamente para iso, facer política. Entendemos como facer política, entre outras cousas, opinar sobre as actividades que se desenvolven no noso pobo organizadas e/ou participadas polo equipo de goberno; do mesmo xeito que, cando somos nós os que formamos parte de ese equipo de goberno, somos criticados sen que ninguén se escandalice nen bote as mans a cabeza.
Tampouco se trata de un acoso ou derribo ó alcalde como queda reflexado nalgúns comentarios. O señor Seage é o máximo responsable do equipo de goberno, sobre él recae a responsabilidade de que as cousas se realicen de xeito correcto e organizado; senon é así, ¿cal sería o seu cometido? Do mesmo xeito que, cando os que agora están gobernando estando na oposición criticaban ós anteriores alcaldes/equipos de goberno, agora somos nós os que opinamos sobre o que, ó noso parecer, non está ben xestionado.
Dar a nosa opinión sobre a xestión e a organización da cabalgata de reis non é facer política nin cos nenos nin cos maiores. ? opinar sobre o que, pensamos, está mal feito, xestionado, organizado, ou como cada quen o queira denominar. Pódense poñer todas as fotos que se queiran, dende todos os planos, alturas ou perspectivas; isto non significa que as cousas se fagan ben. Pode entrar o concelleiro de obras como un elefante nunha cacharrería (hai circunstancias nas que é mellor non acceder ás RRSS ;)) na nosa páxina dando unha lección de como ningún cargo público debería actuar e/ou responder as críticas, isto non lle da a razón.
No tempo que o BNG gobernou, sacáronse catro carrozas á rúa; tres para os reis magos e unha para o carteiro real; este ano, ningunha. Sempre contamos cunha altísima participación, sobre todo de rapaces que ateigaban as carrozas pero tamén de maiores que acudían de paxes. A comitiva percorría todo o pobo, xerando expectación e xente na rúa; xente que, mentras agarda, merca e consume no comercio local. A festa prolongábase ata ben rematada a tardiña, xerando un ambiente festivo do que todos podíamos desfrutar. Claro, todo hai que dicilo, organizar esto leva tempo e precisa de xente con ganas de traballar, por suposto
O que nós criticamos é que, a participación foi menor que calquera dos anos anteriores (retamos a calquera a demostrar o contrario), non houbo carrozas polo que o ambiente no pobo era como o de calquera día; a comitiva real chegou de noite ó peirao, ás sete da tarde, despois de máis dunha hora agardando; os rapaces no medio da carretera sen poder acercarse ós reis; saimos en procesión para rematar na prazuela e dar por terminada a festa ás oito da tarde quedando a prazuela, e por extensión o pobo, deserta a partir de esa hora. Alguén di nun comentario que se a festa durase máis tempo, tamén o criticaríamos; por favor, non nos confundamos de páxina, eso está ben para esas persoas que todo o critican e que, nas súas críticas, caen con moita frecuencia no absurdo. Estamos seguros que na cabalgata do vindeiro ano, o equipo de goberno fará caso do BNG e recuperará a cabalgata no seu formato tradicional; nós recuperaremos este post para darlle os parabéns se é preciso!
(Hoxe ás 10:30 os restos da cabalgata seguían tirados na Prazuela. Máis tarde alguén decideu colocalos detrás da carpa….pero, por favor, non fagamos política con esto.

BNG Pontecesures

Morreu “Adelina a Grela”.

Aos 86 anos de idade morreu hoxe a veciña de Condide, Avelina Pereira Grela, viúva de Ramón Jesús Dopazo Martínez. O velorio está instalado no Tanatorio Iria Flavia de Padrón. Mañá luns 9 de xaneiro, ás 15:45 horas, terá lugar o funeral “Corpore Insepulto” na Igrexa de Pontecesures. De seguido os restos mortais recibirán sepultura no Cemiterio Parroquial de San Xulián.
Descanse en paz.

El Belén de Valga cierra hasta la próxima Navidad.

El domingo 8 es el último día para ver el famoso Nacimiento.

Terminadas las Navidades toca recoger los Belenes. En los hogares, las figuras y las luces vuelven estos días a las cajas, donde permanecerán durante los próximos once meses. Y lo mismo ocurre con los grandes Nacimientos públicos que se montaron para las fiestas en Valga o Vilanova.
El de Valga cierra el domingo, 8 de enero, sus puertas. Durante la jornada, podrá visitarse entre las 12 del mediodía y las 14.00 horas, y volverá a abrir por la tarde entre las 17.00 y las 20.30 horas. La entrada es gratuita.
Se trata de una composición que está situada en el lugar de Campaña, y que ha alcanzado tal fama en los últimos años que incluso encabeza el díptico especial editado en Navidades por la Xunta de Galicia para promocionar los atractivos turísticos que había durante las fiestas en la comunidad.
El humor y el desenfado son dos de los principales ingredientes de un belén que cuenta con un buen número de piezas articuladas. Además, están hechas a mano por vecinos de la localidad, lo que le confiere un valor añadido.
No obstante, la composición destaca sobre todo porque va más allá de la representación tradicional religiosa, e incluye escenas de la actualidad política, social o cultural de los últimos meses. También hay espacios para la etnografía e incluso para la historia y la arquitectura de Valga.
También cierra el domingo 8 la exposición de “Belenes del mundo” que ha montado en la parroquia de Caleiro el sacerdote vilagarciano Gonzalo Rodríguez, que colecciona desde hace años este tipo de Nacimientos. La muestra está en el local parroquial, al lado de la iglesia, y ha sido una de las sorpresas de la Navidad en O Salnés, al congregar un gran número de visitas.
En la muestra pueden verse hasta 300 composiciones, procedentes de varios rincones del mundo, con culturas y religiones mayoritarias diferentes.

Faro de Vigo

El bar de Valga que se adelantó a los tiempos.

Lleva cincuenta años yendo un paso por delante, pero sin olvidar que las tapas tradicionales funcionan.

Pedirle a Carmen Potel que cocine es abrir el abanico de opciones a colocar sobre la mesa. Le gusta innovar ante los fogones. No es sorprendente. Creció cerca de ellos. Aunque es necesario hacer un buen retroceso en el tiempo, el bar que regenta en Valga comenzó siendo una casa de comidas del plato del día. Ya llovió desde aquella, cincuenta años concretamente, pero a Carmen Potel no le cuesta echar la vista atrás. Ni poner fechas. «Celebramos las bodas de oro el pasado 1 de septiembre», señala Potel. Fue su madre, Agustina Touceda, quién apostó por lanzar su propio negocio familiar «a pesar de que ya había dos casas de comida en las cercanías». Esto no fue un impedimento. «Desde el principio fue muy bien», recuerda la ahora propietaria. Desde muy joven, tanto ella como su hermano, al que le lleva diez años, comenzaron a ayudar. «Si no servías para servir, podías recoger los platos», señala. Toda mano era siempre de agradecer.

En este retroceso al pasado, resulta imposible no fijarse en como el paso del tiempo dejó su huella en los servicios que ofrecían. Especializados en el menú del día, al último plato le seguía una copa. «Ahora es impensable verla incluida. Ya ni se piden, fueron sustituidas por los cubatas», relata. También fue cambiando la relación con las empresas de la zona. En un principio, estas pagaban la comida de sus trabajadores, que acudían en autobús hasta los alrededores del bar. Pone el ejemplo de la constructora Malvar. «Generalmente, era mi padre el que iba una vez al mes hasta la oficina de Pontevedra para cobrarles», explica.

Cuando cambió el sistema y las empresas apostaron por los vales para sus empleados, «no tuvimos ningún problema». Potel señala que, aunque los trabajadores podían elegir el lugar donde comer, no notaron una reducción de los que apostaron por ellos. Acudían además profesionales de sectores de lo más dispares, que hicieron del bar una gran familia. «Al grupo escolar formado por profesores del colegio y de las escuelas unitarias se terminaron uniendo el médico y el farmacéutico de aquel entonces», cuenta.

Fue, con el paso del tiempo, la enfermedad de su madre la que provocó que optasen por cerrar el servicio de comedor. Continuaron así con el de barra. «Conservamos también las tapas», cuenta Potel. Todavía las mantienen. Empanada de berberechos o zorza, callos y filloas son algunas de sus especialidades para acompañar la consumición. No falta, entre ellas, la tortilla. El plato que escoge para la ocasión. Aunque son muchas las veces que opta por prepararla rellena (ya sea de chorizo, jamón o, incluso, de anchoas) se decanta por la que más éxito tiene entre sus clientes. «La normal, la de toda la vida, es la que más gusta», afirma. Tampoco pasa desapercibida su lamprea a la bordelesa.

Pioneros.

Carmen Potel puede presumir de regentar el primer bar que incorporó una cafetera y el grifo de cerveza en Valga. «Llegamos a retirarlo», cuenta sobre este último, porque «la gente prefería la cerveza de botella». Y, del tiempo. «En la nevera teníamos muy pocas», indica. Ahora, sin embargo, sus clientes las prefieren frías. También fueron los primeros en comprar lotería. «Se enviaba en autobús», recuerda. Desde la quiniela hasta la de Navidad, que repartió, gracias a la maquina, la combinación del segundo premio del año que recién concluyó.

Entre las vivencias que acumula durante todos estos años entregada al bar, le resulta difícil quedarse con una. Las noches de fin de año son, sin embargo, un gran momento entre sus recuerdos. «Como casi no había televisiones, los vecinos se acercaban para pasar la velada. Cantábamos y bailábamos hasta altas horas», señala. Aunque esta tradición ya no se mantiene, en parte porque cierran, son muchos los vecinos que siguen acudiendo hasta allí para tomar algo antes de la cena. «Es de agradecer. Más allá de lo económico está lo sentimental», señala. Aunque a veces es un trabajo esclavo, asegura que también gratificante.

La Voz de Galicia