Declaran la emergencia cinegética en Ulla-Umia y O Barbanza para controlar la población de jabalí.

Se permitirá cazar este animal sin límites desde el 12 de octubre al 23 de febrero.

Declaran la emergencia cinegética en Ulla-Umia y O Barbanza para controlar la población de jabalí
Una manada de jabalís en el campo en una imagen de archivo.

La Xunta declarará una emergencia cinegética temporal para poder cazar sin límite jabalís en las comarcas de Ulla-Umia y O Barbanza, a partir de este sábado, 12 de octubre, hasta el 23 de febrero de 2025. Una medida que se llevará a cabo en un total de cuarenta comarcas, que suponen 260 concellos y casi el 85% del territorio gallego.

Así lo anunció la directora general de Patrimonio Natural, Marisol Díaz, durante una visita a Portas, donde explicó que el aumento de presencia de este animal y los daños que acarrea han llevado a la Xunta a tomar esta medida excepcional.

Se trata de la cuarta vez (2019, 2021 y 2023) que se convoca este instrumento temporal, abatiéndose en los últimos años 40.000 jabalís, pese a que se considera que no es suficiente para subsanar los problemas con este animal, según también anunció la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, en Santiago.

En concreto, durante la vigencia de la declaración en estas comarcas se permitirá abatir o capturar, sin límite de ejemplares, jabalís de ambos sexos, prioritariamente hembras adultas y subadultas de cualquier edad. Asimismo, será posible abatir crías y hembras sucesivas de crías siempre y cuando haya una autorización especial previa por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural.

Además, se habilitan herramientas como la ampliación de los periodos en los que se puede ejercer la actividad cinegética. Cabe señalar que de las tres ocasiones en que la Xunta recorrió a esta medida, es la primera vez que se hace extensible a un número tan grande de concellos y comarcas, especialmente en Arousa, donde se hará efectiva en los municipios de Ulla-Umia y O Barbanza. 

Diario de Arousa

Inician la reparación de la cubierta del CPI de Pontecesures y prevén retomar las clases para la semana.

Inician la reparación de la cubierta del CPI de Pontecesures y prevén retomar las clases para la semana
El fuerte temporal se llevó consigo parte de la cubierta del colegio.

El paso de los restos del huracán ‘Kirk’ dejó un reguero de incidencias, especialmente en la comarca de Ulla-Umia, registrándose el desprendimiento de parte del tejado del CPI de Pontecesures, dejando varios desperfectos también en su interior, lo que provocó que los alumnos se quedaran sin clase. Desde la Consellería de Educación señalan que la empresa especializada en ejecución y reparación de este tipo de cubiertas ya está trabajando para retirar los escombros y ejecutar los trabajos que permitan retomar la actividad lectiva cuanto antes, previsiblemente la semana próxima. No obstante, el gobierno gallego precisa que en este tipo de trabajos “sempre se depende da situación meteorolóxica, dado que se requiren unhas mínimas condicións de estabilidade para que os traballadores poidan subir á cuberta”, por lo que no se puede precisar con exactitud la fecha en la que se podrá retomar la actividad escolar en el municipio.

Así, los técnicos trabajarán a contrarreloj para que el colegio reúna las condiciones exigibles para que el CPI de Pontecesures pueda reiniciar la actividad lectiva, una tarea compleja ante los daños que presenta la cubierta del centro. 

Diario de Arousa

Los centros escolares afectados por Kirk: «Por sorte, non pasou nada»

En Pontecesures no se van a retomar las clases hasta la próxima semana.

El colegio de Pontecesures volverá a estar hoy cerrado. «Eu son o primeiro que quere ver á rapazada correndo polo patio, pero a seguridade é o principal», decía ayer Miguel Calvo, el director de un centyro que vio como la cubierta del edificio de Primaria y Secundaria salió por los aires empujada por los vientos del temporal Kirk. Ayer, operarios de una empresa especializada trabajaron para retirar el escombro que aún quedaba en lo alto del inmueble, un primer paso imprescindible para «poder retomar a actividade lectiva canto antes».

La Voz de Galicia

Pontecesures plantea en Carreteras una reforma de la N-550 a su paso por la localidad.

Mejorar las aceras, reordenar aparcamientos e instalar pasos de peatones y semáforos son algunas de las propuestas trasladadas durante una reunión en Madrid

La alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocino (BNG) se reunió este jueves en Madrid con el Director General de Carreteras para exponer las carencias que presenta la N-500 a su paso por esta localidad pontevedresa y, sobre todo, para reclamar la adopción de medidas que corrijan dichos problemas cuanto antes.

El principal asunto que preocupa al gobierno local son las aceras. Señala la regidora que estas se encuentran muy deterioradas, rotas en algunos puntos. Y que en otros lugares son utilizadas como aparcamiento, lo que obliga a los peatones a bajar a la calzada para poder avanzar. En ese sentido, el Concello urge la reforma de dichas aceras y «que se garanta a accesibilidade peonil reorganizando os aparcamentos». Al respecto de esta cuestión «a resposta foi moi positiva. De feito, xa teñen previsto actuar no tramo entre José Novo e a Avenida de Vigo», en el entorno inmediato a la casa consistorial.

Desde el Concello se trasladó también la necesidad de mejorar la accesibilidad al lado Este de la carretera, donde se encuentra el centro de salud, los colegios, la biblioteca… Para ello se plantean dos posibilidades: instalar un ascensor en la pasarela que cruza la N-550 o bien crear un sendero que rebaje la pendiente del talud situado frente a la casa consistorial.

Por último, durante la reunión celebrada en Madrid se pusieron sobre la mesa las reclamaciones de los vecinos y vecinas de la zona de O Redondo, que demandan desde hace tiempo pasos peatonales, semáforos y paradas de bus escolar en el tramo que discurre entre la plaza de Pontevedra y el límite con el Ayuntamiento de Valga.

La Voz de Galicia

El colegio de Pontecesures y el instituto de As Bizocas permanecen sin clase a raíz del paso del temporal.

Educación trabaja en la reparación de sus cubiertas, que el exhuracán Kirk, que también afectó a centros como el de Tremoedo o el Castro Alobre de Vilagarcía, se llevó por delante

El temporal Kirk llegó ayer a Galicia con la vitola de un exhuracán. Y, desde luego, se comportó a la altura de lo que prometían las previsiones meteorológicas. El viento y la lluvia barrieron la comarca de O Salnés y el mar de Arousa, dejando tras de sí un reguero formado por centenares de incidencias. Las más graves se cebaron en los centros escolares de dos municipios situados en los extremos de la comarca: el instituto de As Bizocas, en O Grove, y el colegio de Pontecesures, cuyos tejados sufrieron daños de extraordinario alcance.

Las clases, de hecho, tuvieron que ser suspendidas, tanto en ambos centros como en el colegio San Bartolomé de Tremoedo, en Vilanova, ante el riesgo que el temporal entrañaba para alumnos y profesores. En Pontecesures, la caída de un árbol inhabilitó el acceso a las instalaciones educativas. Pero lo peor sucedió en la propia escuela, buena parte de cuyo tejado voló por los aires.

La alcaldesa cesureña, la nacionalista Maite Tocino, fue alertada de lo que estaba sucediendo a las siete y cuarto de la mañana. Ya entonces la brigada municipal de Obras se había puesto manos a la obra. Tras una primera inspección del edificio, la regidora no se anduvo por las ramas: «Os danos son cuantiosos e obviamente a continuidade das clases vese comprometida, non xa hoxe [por ayer], obviamente, senón tamén en xornadas sucesivas, polo que estamos á espera da solución que adopte a Consellería de Educación».

Kirk arrasa el tejado del colegio de Pontecesures e inunda sus aulas

Kirk arrasa el tejado del colegio de Pontecesures e inunda sus aulas.

El estamento autonómico informó de que sus servicios técnicos estaban trabajando ya «de cheo nas tarefas de limpeza e o arranxo dos danos para poder retomar a actividade normal no menor tempo posible». En casos como este, explica la consellería, existe un protocolo de supervisión por parte de su unidad técnica «para que as empresas poidan acceder a arranxar os desperfectos nos centros e que actúen, así, coa máxima dilixencia posible».

La labor se antoja compleja. En el interior de las aulas y los pasillos del nivel de Ensino Secundario Obrigatorio (ESO), el área más afectada por la desaparición de la techumbre, llovía ayer sin contemplaciones mientras en el exterior del colegio se acumulaban planchas metálicas de hasta diez metros de longitud. Un material frecuente en los últimos tiempos en la construcción pública, que también fue empleado en el tejado de As Bizocas.

La Voz de Galicia