Padrón se hermana con la ciudad japonesa de Shingu.

Una delegación nipona ha visitado este miércoles con el gobierno padronés lugares de interés de la capital del Sar

Una delegación de la ciudad japonesa de Shingu, situada a unos 500 kilómetros al sur de Tokio, está en Padrón, donde los alcaldes de los dos lugares han firmado en la mañana de este miércoles un acuerdo de colaboración para hermanarse en base a vínculos y objetivos comunes. Así, los dos pueblos están unidos por el hecho de atesorar siglos de historia y cultura, por la relevancia de un río en sus emplazamientos y, sobre todo, por ser enclaves de referencia en dos de los principales caminos de peregrinación del mundo y los dos únicos reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. Son el Camino de Santiago y la ruta Kumano Kodo. Esta última es una red de itinerarios que conecta los tres grandes santuarios conocidos como Kumano Sanzan.

En la mañana de este miércoles, el gobierno local de Padrón, encabezado por el alcalde Anxo Arca, ha recibido en el Concello a la delegación japonesa, formada por miembros del departamento de planificación de la prefectura de Wakayama, a la que pertenece la ciudad de Shingu, de la Universidad de Tokio y del propio municipio hermanado, representado por el alcalde, Taoka Michitoshi. Al acto también han asistido el técnico de Turismo, Alberto Rey, y el presidente de la Fundación Rosalía de Castro, Anxo Angueira.

El alcalde padronés ha dado la bienvenida a la delegación visitante, incluidas unas palabras de recuerdo al primer regidor democrático de la villa, Eduardo Otero, fallecido el martes, seguidas de un minuto de silencio en su memoria. A continuación habló el alcalde de la ciudad japonesa, Taoka Michitoshi, quien deseó que la relación de hermanamiento sea «fructífero para los dos lugares», según tradujo la intérprete. También recordó que el intercambio coincide con el vigésimo aniversario de la declaración de la ruta Kumano Kodo como Patrimonio de la Humanidad.

Por su parte, Anxo Arca ha manifestado que Shingu acoge uno de los santuarios de la ruta espiritual que tiene mucho en común con el Camino de Santiago. El regidor ha añadido que «la fe, el aprecio por el patrimonio natural y cultural o la voluntad de conocer a otras gentes son motivos que hacen que las personas se decidan a transitar por nuestros caminos, que se convierten así en espacios de intercambio cultural, de enriquecimiento personal y también una oportunidad económica para los pueblos». Anxo Arca ha señalado que «firmamos este acuerdo de colaboración con la intención de ahondar, precisamente, en ese intercambio cultural entre los dos pueblos, que se encuentran en lados opuestos del mundo, pero establecemos un gran puente para ahondar en la amistad, en el trabajo conjunto y fomentar la concordia y el conocimiento entre regiones muy distintas, pero con voluntad de entendimiento».

Anxo Arca también ha señalado que este acto «es un primer paso, que espero que tenga desarrollos más concretos en el futuro. España y Japón son pueblos que han conocido la guerra, la destrucción, las alteraciones que produce el enfrentamiento entre personas y con acuerdos como este podemos ahondar en construir caminos de paz, de concordia y de intercambio cultural entre ambos. Espero que la visita sea de su agrado y sea de provecho para ambos pueblos», ha manifestado el regidor.

Al finalizar las intervenciones, Padrón y Shingu se han intercambiado regalos. Así, el Concello padronés ha obsequiado a la ciudad japonesa con una figura del peregrino de cerámica de Sargadelos, una pequeña cesta con productos gallegos a cada uno de los diez integrantes de la delegación japonesa y una bolsa con material turístico sobre la capital del Sar.

Por su parte, el alcalde japonés le ha entregado al padronés una tabla hecha con madera típica de Shingu y en la que están tallados los escudos de los dos municipios y una frase relativa al acuerdo firmado hoy. La delegación nipona también ha repartido entre los presentes regalos promocionales de su tierra. 

Tras el acto protocolario en el Concello, los concejales del gobierno padronés y la delegación de Shingu han ido a pie visitar la iglesia parroquial. También estaba previsto visitar otros lugares de interés como la Fuente del Carmen, al monte Santiaguiño, a la Fundación Camilo José Cela, a la Casa de Rosalía y el paseo fluvial de la desembocadura del río Sar. 

El hermanamiento de Padrón con Shingu coincide con la celebración de los veinte años de la declaración de la ruta Kumano Kodo (en concreto de los llamados Sitios sagrados y rutas de peregrinación de los montes Kii), como Patrimonio de Humanidad por la Unesco. En la desembocadura del río Kumano-gawa, la ciudad puede presumir de un trecho fluvial de peregrinación y acoge el santuario de Hayatama Taisha, uno de los tres grandes santuarios de la ruta Kumano Kodo. También es célebre el santuario de Kamikura-jinja, levantado en lo alto de un cantil.

La Voz de Galicia

Padrón, entre los 12 destinos de España y Portugal de visita obligada en 2025.

El municipio figura en la lista de seleccionados de una revista especializada del sector

Padrón está entre los 12 lugares de España y Portugal de visita obligada en el año 2025, según una revista especializada de viajes. Condé Nast Traveler -así se llama la publicación especializada en viajes y estilo de vida- ha realizado un año más la selección de los mejores destinos españoles y portugueses que visitar el próximo año, lugares que por razones culturales, gastronómicas o de aperturas hoteleras, entre otras, que dice que más que nunca merecen una escapada cercana y fomentan las ganas de viajar.

El equipo de Condé Nast Traveler España ha elegido Padrón como destino de España y Portugal que nadie puede perderse este 2025 por su gastronomía, con las mejores parrillas de España o sus pimientos y por la casa de Rosalía de Castro, un rincón auténticamente gallego, señala. La publicación destaca del destino padronés su gastronomía, de la que escribe que «cuando uno prueba los verdaderos pimientos de Padrón, como los que se sirven en Taberna O Pemento de Rois, por ejemplo, solo querrá volver y volver… O el galardonado restaurante O Pazo, uno de los templos parrilleros de España y del producto gallego».

 También habla de su parada clave en el Camino de Santiago Portugués, a medio trayecto entre las Rías Baixas y Santiago de Compostela. Dice así que «la casa de la escritora Rosalía de Castro es un museo visitable en Matanza, otro lugar de Padrón». Y da un consejo: «No te vayas sin descubrir el mirador Monte da Muralla».

La lista de los 12 lugares aparece tanto en la edición española de la revista como en las distintas ediciones internacionales, por lo que podrá ser consultada en diversos idiomas. Forma parte de un proyecto global en el que de manera conjunta todas las ediciones de Condé Nast Traveler en España, India, Alemania, Italia, Reino Unido, Oriente Medio, China y Estados Unidos elaboran diferentes listados sobre los destinos que visitar en 2025, incluyendo una lista global. Además, próximamente lanzarán un listado específico de los destinos europeos que visitar en ese mismo año.

Los lugares incluidos en las listas (países, ciudades, regiones) se seleccionan en función de las nuevas aperturas y las ofertas más interesantes, con información proporcionada por su red de colaboradores y expertos de todo el mundo.

La Voz de Galicia

Los miembros de Protección Civil desplazados a Valencia regresan a Valga: «Nunca viramos nada igual».

Los miembros de Protección Civil de Valga que, durante la última semana, se desplazaron a Valencia, para colaborar en las tareas de limpieza tras la DANA están ya de regreso. José María Otero «Caamaño», responsable de la agrupación, Alberto Otero y Juan Jesús Santalla fueron recibidos, a su llegada a Valga, por el alcalde, Bello Maneiro, que se acercó a la sede de Protección Civil para agradecerles su solidaridad. También fueron recibidos con aplausos la noche de este lunes los efectivos de Protección Civil de Cuntis, Portas y Moraña, a la llegada a este municipio.

«Foi máis estrés psicolóxico que físico, porque queres facelo todo pero non podes asimilar todo o que ves», explicó Alberto Otero a su llegada. Los miembros del servicio de emergencias valgués llegaron a la zona afectada por la DANA el pasado miércoles. En un primer momento fueron destinados a Alfafar y, conforme pasaron los días y la situación allí fue mejorando, se trasladaron a otros municipios como Picaña o Paiporta. En este último encontraron «o peor de todo. Era un campo de batalla con barro por todas partes, coches amoreados uns enriba doutros, rúas intransitables…Nunca viramos nada igual. Vivendas que estaban situadas xunto ao barranco desapareceron por completo, outras probablemente acabarán caíndo en cuestión de días e os testemuños da xente eran desgarradores», lamentaron los voluntarios.

«Agora o que se necesita é maquinaria pesada e equipos específicos, co material que nós non temos e non podemos facer máis» señaló Otero que regresó con una lesión. «Os hospitais da zona están colapsados e atendéronme nun centro médico que improvisaron nunha residencia de anciáns. Aparentemente teño unha escordadura bilateral, pero non puideron realizarme unha radiografía», explicó.

Diario de Arousa.

El BNG de Valga exige la cobertura de directora del CIM y suplir la baja de una trabajadora social

El BNG de Valga exige la cobertura de directora del CIM y suplir la baja de una trabajadora social
Ediles del BNG de Valga.

El BNG de Valga, a través de un comunicado, ha instado al gobierno local que cubra la plaza vacante en la dirección y coordinación del Centro de Información á Muller (CIM) tras la marcha de la anterior directora. Los nacionalistas destacan que la falta de cobertura de esta plaza provoca que se preste este servicio “moi en precario”. De hecho señalan que las llamadas realizadas al centro no son respondidas directamente por personal cualificado del CIM, no respetando de este modo la confidencialidad, el anonimato y la privacidad de las usuarias.

Además, el Bloque pide que se cubra la baja de la trabajadora social responsable de atender a los y vecinos de las parroquias de Setecoros, Valga y Xanza y la cobertura de la plaza de educadora social, vacantes que, señala, el gobierno “se nega a cubrir”. 

Diario de Arousa

Muere Eduardo Otero, primer alcalde de Padrón de la democracia.

El Concello decreta un día de luto oficial por el exregidor, fallecido a los 77 años.

Eduardo Otero González, a la derecha, el primer alcade de Padrón de la democracia
Eduardo Otero González, a la derecha, el primer alcalde de Padrón de la democracia.

Eduardo Otero Gonzálezprimer alcalde de Padrón de la democracia, ha fallecido ayer martes a los 77 años de edad.

De izquierda a derecha, Xosé García Lapido, Eduardo Otero González, Enrique Basadre y José Manuel Cortizo, miembros de la primera corporación democrática de Padrón
De izquierda a derecha, Xosé García Lapido, Eduardo Otero González, Enrique Basadre y José Manuel Cortizo, miembros de la primera corporación democrática de Padrón.

Tras confirmarse la noticia, el alcalde de Padrón, Anxo Arca, decretó un día de luto oficial en el municipio, donde las banderas de la casa consistorial ondean a media asta. «O pobo de Padrón rende unha merecida homenaxe ao seu primeiro alcalde tras a restauración da democracia e agradece a súa contribución á prosperidade e mellora da calidade de vida no noso municipio”, reza el decreto.

Asimismo, el regidor, «en nome da corporación e de todo o pobo de Padrón», traslada las condolencias a la familia y amigos de Eduardo Otero.

«Padrón avanzou da súa man con ilusión cara a normalidade democrática tras a cruenta ditadura franquista, iniciando unha nova etapa de liberdade e convivencia pacífica entre iguais froito da capacidade de moitos e moitas por

acadar consensos. Unha capacidade que ten como máximo expoñente a consecución da aprobación da Constitución de 1978 que nos permitiu experimentar a maior etapa de paz, estabilidade e progreso da nosa historia”, añade el alcalde.

Elegido alcalde por UCD

Otero fue elegido regidor de Padrón en las primeras elecciones democráticas celebradas en 1979 en las listas de Unión de Centro Democrático (UCD). En 1983 se presentó de nuevo a las municipales como cabeza de lista de una formación independiente y perdió la alcaldía en favor de Jesús Villamor, de Alianza Popular (AP), con el que empató a 4 concejales pero con menos votos. Concurrió como independiente en las elecciones de 1987 y de 1991, mandato en el que se retiró definitivamente de la política.

En el ámbito profesional, era aparejador y fue propietario de la empresa de construcción Otegón S. L. 

El Correo Gallego

Fina, 50 años siendo churrera: «Me levantaba a las cinco de la mañana y no volvía hasta las diez de la noche. Ahora quiero que mis nietos me paguen un viaje a Punta Cana».

Después de toda una vida en su puesto de churros, Fina cuelga el delantal. Ahora continuará con el legado su nieto Ibai, que ha conseguido transformar el negocio de su abuela. «Sentí un orgullo inmenso cuando mi nieto me dijo que quería seguir con la churrería», confiesa

Fina tiene 67 años y hace pocos días que ya está jubilada. Durante 50 años ha recorrido mercados, ferias y romerías con su puesto de churros. Una vida ambulante que puso en marcha su bisabuelo en 1842. Ahora, su nieto Ibai se convierte oficialmente en la quinta generación al frente del negocio, ya que hace un año lo transformó y abrió las puertas del local que lleva la esencia de su abuela y de su tatarabuelo: La Quinta.

A pesar de haber iniciado su jubilación, a Fina todavía «le pica» seguir vigilando que vaya todo bien y poder echar una mano. «Es que son tantos años seguidos que se me hace raro», confiesa. Pero está tan contenta que no deja de sonreír y recuerda el momento en el que su nieto le dio la noticia de que Churrería Fina no moriría. «Para mí fue una sorpresa muy grande. Sí que es verdad que venía conmigo a la feria a trabajar y a hacer las masas, pero yo nunca me imaginé que iba a poner el local que puso», explica. Y además en un sitio fijo en plena capital gallega. «Trabajábamos por toda la zona de Vigo, Redondela, Tui, Porriño… Íbamos hasta a la feria de Arteixo. Que mi nieto trajese la churrería para Santiago, que es la capital, fue un orgullo inmenso», afirma.

Su vida no fue fácil, porque tuvo un trabajo muy sacrificado en el que no podía hacer planes ni preocuparse por la hora. «Es una vida muy dura. Te tiene que gustar muchísimo todo el mundo de la feria. A mí me gustaba mi trabajo. Yo hacía una masa para los churros y decía: ‘Bueno, pues tengo un gimnasio’ y cuando los freía pensaba: ‘Pues también tengo sauna e hidratación para la piel’. Iba haciendo del trabajo una alegría para llevarlo mejor», indica.

Madrugones y viajes en coche que incluían montar y desmontar un puesto para que su clientela pudiese disfrutar de unos churros recién hechos. «Me levantaba todos los días a las cinco de la mañana y a las seis salía de casa, pero no volvía hasta las diez de la noche. Los días de invierno llovía y te mojabas. Nos quedábamos con la mojadura, pero teníamos que ir, porque siempre había alguien que quería unos churros», detalla. Su agenda también se veía modificada por el trabajo. «Fíjate, cuando mis hijos se casaron, hicimos la boda en un día festivo por no perder el sábado y el domingo de atender a nuestra clientela. Amoldamos nuestra vida al negocio», confiesa.

«No me imaginaba mis churros con Kinder»

En cuanto Ibai abrió el local, ella acudió sin dudar para aportar la experiencia que ha recolectado durante tantos años en su puesto. «En la cocina estuve enseñando y dando consejos. Mi nieto me llamó y me pidió que le echara una mano porque quería tenerme ahí para contribuir con mi experiencia», cuenta. Aun así, no se imaginaba que sus famosos churros podrían convertirse en piruletas y corazones o estar bañados en salsa de Kinder o rellenos de dulce de leche. «Por supuesto que no lo imaginaba. Y eso lo hizo mi nieto y por eso digo que para mí es muy importante que él le pusiera tanta pasión a esto, porque nosotros hacíamos lo básico siempre, churros y poco más. Como mucho con un poquito de chocolate», puntualiza.

¿Y cuál es el secreto de unos buenos churros? «Creo que la clave es que te guste hacerlos, porque día a día mejoras la receta aunque ya la sepas. Y hablar con el cliente todos los días porque vas aprendiendo todavía más. Después siempre hay algún secreto que no se puede contar. Pero bueno, el resumen es tener ganas, hacer un buen amasado y tener un buen aceite y una buena harina. De ahí te sale un buen churro», admite.

Mientras Fina no le quita el ojo a su nieto con su sonrisa intacta, Ibai explica los inicios del proyecto. «Hace dos años falleció mi abuelo y decidí ir a echarle una mano porque estaba un poco sola. Además a mi abuela ya le costaba ir a las ferias porque son duras y que duran todo el día. Ten en cuenta que sales de casa a las seis de la mañana, coges el coche y no vuelves hasta que dan las diez de la noche. Yo también estaba pasando por un momento de mi vida un poco de transición y venía de otros trabajos. Sobre la marcha se me fue ocurriendo una idea que ya mi padre pensó en su día y que el resto de la familia tenía ahí un poco en un vaivén. Al final los astros se alinearon, por así decirlo, y abrimos el local», cuenta.

Porque Ibai, a pesar de ser gallego, se marchó de Galicia cuando era pequeño. «En Madrid estuve estudiando, pero en Marruecos pasé toda mi infancia. En cuanto me deshice de la empresa que tenía allí, justo pasó lo de mi abuelo y acabé volviendo para aquí. Mientras le ayudaba ya tenía la intención de ver por dónde podíamos tirar y por dónde podíamos reconstruir el negocio», afirma. Escoger el nombre tampoco fue sencillo porque tenía que reflejar que continuaba el legado. «Todos los churreros que tú te encuentres por la provincia y alrededores suelen ser familia de mi abuela. Tuvimos la idea de ponerle Churrería Fina para continuar, pero decidimos buscar un nombre un poco más simbólico, que leyéndolo con un pequeño matiz que tienes la gente lo entendiese», cuenta.

«Mi abuela es exigente»

Y así nació La Quinta. «El tema de la empresa fue algo que me encantó desde siempre. Antes de esto tuve una empresa propia y nos dedicábamos al mundo de la construcción, que también me atrae mucho. En mi casa el negocio ambulante siempre se vio como algo muy duro, en el que a la mínima si tenías la opción de estudiar, estudiabas. Pero al final en mi caso acabó tirando también la tradición familiar. Me daba pena que se quedara sin continuidad después de tantas generaciones y de tantos años de trabajo. Finalmente encontramos la manera de darle una vuelta y de reconvertirlo, por decirlo de alguna manera», confiesa. Además tuvo claro desde el principio que se lo tomaría en serio. «No queríamos que fuese solamente una marca, de montar el local y olvidarnos, sino que detrás de la marca, seguir trabajándola y poner el mismo empeño que se ponía en el puesto de la churrería desde siempre», afirma.

Ibai es igual de perfeccionista que su abuela. «Mi abuela aquí no lo es, pero en su negocio lo fue mucho», confiesa. «Aquí, porque él es el dueño, pero en el mío sí», le replica ella. Pero a todo se le saca el lado positivo. «Yo pienso que serlo es algo bueno. Aunque mucha gente siempre te suelta el comentario de que los churros solo son harina, agua y sal, es algo mucho más complejo de lo que se piensa. Al ser algo artesano, requiere que seas siempre perfecto y constante. Nosotros aquí lo que intentamos es que tú vengas un día, te comas un churro, y al cabo de tres meses vuelvas y te comas otra vez el mismo churro sin ninguna variante. Eso es muy difícil de conseguir», explica él.

Además de querer todo perfecto, a la familia también les caracteriza el don de gentes. «Estar de cara al público siempre nos gustó mucho, así que ya estamos acostumbrados. Si ibas a la feria tenías que ser bueno con la clientela, no te quedaba otra. Entonces, esa parte fue lo que menos costó. Y como en la familia siempre hubo la costumbre de que los fines de semana se trabajaba, no cambia nada de que aquí también se haga», detalla Ibai.

Su primo Borja —que también es nieto de Fina— aporta su granito de arena en los fogones. «Mi primo Borja está de cocinero. Estuvo desde el principio aquí conmigo echándome una mano. Fue aprendiendo poco a poco y ya se quedó. Como sigue estudiando en la universidad, compagina los estudios con esto para sacarse un extra», indica. «Ver lo jóvenes que son y que tengan esas ganas de trabajar y de luchar es lo que me llena, porque pienso que todo lo que hemos hecho con nuestro negocio tuvo su fruto y no se quedó ahí. Ahora continúa», indica Fina.

¿Y ahora qué hará con tanto tiempo libre? «Me gusta viajar, lo que pasa es que por mi trabajo no podía. Ni tampoco podía tener esos fines de semana para descansar. Los domingos trabajaba siempre en la parte sur de Galicia, aunque nos movíamos por otras zonas para fiestas y romerías. El otro día fui al mercado a Padrón y me di cuenta de que llevaba 40 y pico años sin ir de paseo. Ya no me acordaba de lo que era aquello», confiesa. Por su parte, le deja caer a sus nietos —que son tres en total— que deberían pagarle un viaje. «A ver, yo creo que entre todos no es tanto… Le toca poner poquito a cada uno, ¡eh!», exclama Fina «¿Tú qué prefieres, playa o montaña?», le pregunto. «¡Playa, playa!», responde efusivamente. «¿Punta Cana?», le propongo. «¡Por ejemplo!», contesta mirando a su nieto. «Algo se hará. Hay que agradecer también todo el esfuerzo», afirma Ibai. Lo que no cabe duda es que a esta abuela se le cae la baba.

La Voz de Galicia