Candela Romero (derecha), durante la recepción municipal que recibía el año pasado por su medalla mundial.
Diego Romero finalizó cuarto en la prueba corta del C1 Sénior
La jornada inaugural del Campeonato de Europa de maratón se cerró ayer en Poznan (Polonia) con la primera medalla de la amplia representación gallega. Candela Romero, canoísta del Náutico Pontecesures, logró el bronce en C1 Júnior tras palear en 1.14.10,07 los 11,8 kilómetros de la prueba. Diego Romero (Breogán do Grove) fue cuarto en el C1 Sénior Corto.
Clara Troncoso López ganó el XIII premio nacional Avelina Lamas en poesía visual, y Carla Herrero fue finalista en el II Premio de relato corto para jóvenes escritores de la UNED.
El alumnado del Instituto de Valga despunta esta temporada en Literatura, y dos de sus mejores estudiantes de Bachillerato han recabado reconocimientos en certámenes. Así, Clara Troncoso López se llevó el primer galardón del XIII premio nacional Avelina Lamas en poesía visual, mientras que Carla Herrero fue finalista en el II Premio de relato corto para jóvenes escritores de la UNED.
En concreto, Troncoso obtuvo el máximo reconocimiento del Avelino Lamas en la categoría de poesía visual dentro de la convocatoria del Departamento de Lingua Castelá del IES Aller Ulloa de Lalín, una sección en la que los participantes “tiñan que combinar un fragmento literario creado (como unha reflexión, un breve poema…) cunha imaxe elaborada esta última en calquera soporte ou formato”, según el IES.
Explora la etapa 2 del Camino de Santiago desde Pontevedra, un viaje que te llevará desde Caldas de Reis hasta Padrón.
En el corazón de Galicia, la etapa 2 del Camino de Santiago ofrece a los peregrinos y viajeros una experiencia inolvidable que entrelaza la belleza natural, la riqueza histórica y la espiritualidad. Partiendo desde Pontevedra, este tramo conduce a los caminantes de Caldas de Reis, un pueblo conocido por sus aguas termales curativas, hasta Padrón, lugar íntimamente ligado a las leyendas del Apóstol Santiago.
Este tramo del camino de Santiago desde Pontevedra discurre entre ríos, bosques y pequeñas aldeas. Y, aunque supone un desafío para el cuerpo, permite a los peregrinos disfrutar de la paz de los paisajes gallegos y sumergirse en la historia del camino.
El Camino Portugués se divide en varias etapas clave, desde la salida de Lisboa hasta la llegada a Santiago de Compostela, pasando por ciudades encantadoras como Caldas de Reis y Padrón.
Esta etapa del Camino Portugués que transcurre de Caldas de Reis aPadrón es una mezcla fascinante de paisajes naturales, patrimonio histórico y espiritualidad. Comenzando en Caldas de Reis, conocido por sus aguas termales curativas, el camino pronto se adentra en el encantador valle de Bermaña, envuelto en bosques centenarios que ofrecen un refugio de paz y una atmósfera casi mística.
Tras dejar atrás la iglesia de Bemil, el camino presenta un suave ascenso hacia Santa Mariña de Carracedo. Esta parte del trayecto, aunque incluye una ligera subida, sigue siendo accesible y ofrece vistas de una rica vegetación y campos cuidadosamente mantenidos. La ruta continúa luego hacia el Casal de Eirigo y O Pino, serpenteando a través del monte Albor, donde los paisajes se abren a vistas más amplias y a veces, en días claros, permiten observar la silueta distante de otras partes de Galicia.
Uno de los puntos destacados es el molino de Solleiros, un vestigio de la arquitectura rural tradicional gallega, antes de que la ruta gire suavemente hacia San Miguel de Valga. Aquí, el camino se siente más habitado, con pequeñas aldeas que salpican el recorrido hasta llegar a Infesta, en Pontecesures.
El tramo final antes de llegar a Padrón cruza el histórico puente romano de Cesures, una estructura que ha soportado el paso de los siglos y sigue siendo parte integral del camino. Al entrar en tierras coruñesas, el camino sigue paralelo a la carretera N-550, guiando a los peregrinos directamente a Padrón, un lugar imbuido de una fuerte tradición jacobea y conocido por ser el supuesto lugar de desembarco del cuerpo del Apóstol Santiago.
Este segmento del Camino Portugués es notable por su relativa facilidad, con pocos desniveles y un camino bien mantenido, lo que lo hace accesible no solo para caminantes sino también para ciclistas y personas con discapacidad. Los paisajes son variados y pintorescos, desde densos bosques hasta tranquilas aldeas, y cada paso está impregnado de la historia y espiritualidad que hacen del Camino de Santiago una experiencia única.