Explora la etapa 2 del Camino de Santiago desde Pontevedra, un viaje que te llevará desde Caldas de Reis hasta Padrón.
En el corazón de Galicia, la etapa 2 del Camino de Santiago ofrece a los peregrinos y viajeros una experiencia inolvidable que entrelaza la belleza natural, la riqueza histórica y la espiritualidad. Partiendo desde Pontevedra, este tramo conduce a los caminantes de Caldas de Reis, un pueblo conocido por sus aguas termales curativas, hasta Padrón, lugar íntimamente ligado a las leyendas del Apóstol Santiago.
Este tramo del camino de Santiago desde Pontevedra discurre entre ríos, bosques y pequeñas aldeas. Y, aunque supone un desafío para el cuerpo, permite a los peregrinos disfrutar de la paz de los paisajes gallegos y sumergirse en la historia del camino.
El Camino Portugués se divide en varias etapas clave, desde la salida de Lisboa hasta la llegada a Santiago de Compostela, pasando por ciudades encantadoras como Caldas de Reis y Padrón.
Esta etapa del Camino Portugués que transcurre de Caldas de Reis a Padrón es una mezcla fascinante de paisajes naturales, patrimonio histórico y espiritualidad. Comenzando en Caldas de Reis, conocido por sus aguas termales curativas, el camino pronto se adentra en el encantador valle de Bermaña, envuelto en bosques centenarios que ofrecen un refugio de paz y una atmósfera casi mística.
Tras dejar atrás la iglesia de Bemil, el camino presenta un suave ascenso hacia Santa Mariña de Carracedo. Esta parte del trayecto, aunque incluye una ligera subida, sigue siendo accesible y ofrece vistas de una rica vegetación y campos cuidadosamente mantenidos. La ruta continúa luego hacia el Casal de Eirigo y O Pino, serpenteando a través del monte Albor, donde los paisajes se abren a vistas más amplias y a veces, en días claros, permiten observar la silueta distante de otras partes de Galicia.
Uno de los puntos destacados es el molino de Solleiros, un vestigio de la arquitectura rural tradicional gallega, antes de que la ruta gire suavemente hacia San Miguel de Valga. Aquí, el camino se siente más habitado, con pequeñas aldeas que salpican el recorrido hasta llegar a Infesta, en Pontecesures.
El tramo final antes de llegar a Padrón cruza el histórico puente romano de Cesures, una estructura que ha soportado el paso de los siglos y sigue siendo parte integral del camino. Al entrar en tierras coruñesas, el camino sigue paralelo a la carretera N-550, guiando a los peregrinos directamente a Padrón, un lugar imbuido de una fuerte tradición jacobea y conocido por ser el supuesto lugar de desembarco del cuerpo del Apóstol Santiago.
Este segmento del Camino Portugués es notable por su relativa facilidad, con pocos desniveles y un camino bien mantenido, lo que lo hace accesible no solo para caminantes sino también para ciclistas y personas con discapacidad. Los paisajes son variados y pintorescos, desde densos bosques hasta tranquilas aldeas, y cada paso está impregnado de la historia y espiritualidad que hacen del Camino de Santiago una experiencia única.
Diario de Pontevedra