Si la situación en la ría llega a ser alarmante, no es menos preocupante en el río Ulla. El principal cauce fluvial de Arousa tampoco es ajeno a la contaminación debido, entre otros motivos, a la dejadez de la Administración.
El caso más sangrante se produce en Pontecesures donde se siguen vertiendo las aguas residuales directamente al río, sin ningún proceso previo de depuración. Aquí tienen depuradora desde hace una década, pero no funciona porque el Concello carece de capacidad económica para sufragar los gastos de mantenimiento. O eso es, al menos, lo que dice el alcalde, frente a las críticas de la oposición municipal que ya ha presentado varias iniciativas para tratar de poner fin a esta situación. Desde el Concello esperaban que la Xunta asumiera este gasto, pero Medio Ambiente ya ha dicho que se trata de una competencia municipal.
Hace un mes, Luis Álvarez Angueira no sabía más acerca del fuego que lo necesario para encender una barbacoa. La salvaje oleada de incendios que ha destruido la mayor parte de los bosques del pequeño Ayuntamiento del que es alcalde por el Bloque Nacionalista Galego le ha convertido en un consumado experto a la fuerza. Su intervención directa, junto con tres operarios municipales, en el desalojo de dos aldeas aisladas por las llamas fue decisiva para salvar a sus habitantes de la muerte.
Arturo Lores Santamaría tomará posesión, el próximo domingo, como titular de la única parroquia de Pontecesures, San Xulián de Requeixo. El acto tendrá lugar en la iglesia parroquial, a las doce del mediodía, y está prevista la asistencia de arzobispo de Santiago, Julián Barrio.
Los municipios más afectados son Pontecesures, Soutomaior, Campo Lameiro (Pontevedra), Padrón y Rianxo (A Coruña).