Detectan trazas de oro en los pigmentos del cruceiro de Carreiras.

Las obras de restauración de la pieza cesureña ya están acabadas.

Se hicieron de rogar, por el obligado parón por la pandemia, pero por fin las obras de restauración del cruceiro de Carreiras, en Pontecesures, están rematadas. Y con sorpresa porque los trabajos que realizó el restaurador Xosé Lomba sirvieron para descubrir que los pigmentos del monumento contienen restos de oro, de ahí que tenga esa coloración tan particular.

La composición de las pinturas fue analizada por el grupo de estudios medioambientales aplicados al patrimonio natural y cultural (GEMAP) de la Universidad de Santiago. «Nesta investigación explicouse que a cor verde esmeralda contiña arsénico e as cores douradas e amaralas contiñan unha cantidade de ouro responsable da devandita coloración», explican desde el concello cesureño.

Por otro lado, los trabajos de restauración, cofinanciados por el Concello de Pontecesures y la Diputación, también sirvieron para descubrir que la cruz figurativa está hecha en dos piezas y con dos tipos de piedra. Además, se observaron tres tapones de plomo, que sellan sus correspondientes picos de hierro.

No fue esta la última sorpresa, porque al eliminar la planta que cubría parte de los escalones se encontró un pavimento básicos de granito «que con toda probabilidade se estende por debaixo do resto do piso, de formigón». El Concello de Pontecesures está considerando recuperar el suelo original de la plaza para, de esta forma, poner en valor este elemento patrimonial, que data de finales del siglo XVIII.

La Voz de Galicia

Retomáronse as obras da pista do peirao.

No día de onte retomáronse de novo as obras na pista polideportiva a carón do peirao. Adxudicadas á empresa Zona de Obra, consisten en unha renovación do pavimento existente con resinas epoxi e acrílicas e o marcado das liñas das pistas deportivas. Tanto a nova pista de pádel coma o resto da instalación estaría rematada, se as condicións climatolóxicas o permiten, a vindeira semana.

Concello de Pontecesures

El hombre fallecido en el río Ulla es un vecino de Valga.

Los servicios de emergencias, tras rescatar al fallecido. Los servicios de emergencias, tras rescatar al fallecido.

El hombre que apareció muerto el sábado en el río Ulla, entre Padrón y Pontecesures, ya ha sido identificado. Se trata de un vecino de Valga de 46 años, de iniciales J.L.V.R. Está siendo velado en el tanatorio municipal de esta localidad, y será enterrado a media tarde de hoy en el cementerio parroquial de Santa Cristina de Campaña.

El fallecido vivía solo, lo que explicaría por qué la familia tardó tanto en echarle en falta y en denunciar su desaparición. De hecho, a última hora de la tarde del sábado, el cuerpo todavía no había sido identificado, a pesar de que el cuerpo apareció a las dos de la tarde y se cree que el hombre pudo caer al río a última hora del viernes.

De todos modos, todavía no se pueden concretar las causas del deceso y como se produjo. Eso sí, los primeros indicios descartan la participación violenta de otras personas. En cualquier caso, al no aparecer todavía la bicicleta y otros enseres del fallecido, tampoco se puede determinar en que zona del Ulla cayó al agua.

La comitiva fúnebre saldrá del tanatorio de Valga a las 17.30 horas, y la misa de funeral será en la iglesia de Campaña, a cuyo término los restos mortales de J.L.V.R. recibirán sepultura en el cementerio parroquial. En la esquela se advierte a amigos y allegados que el aforo máximo en la iglesia será de 25 personas, debido a las restricciones impuestas por el coronavirus.

El cuerpo sin vida del valgués fue visto en A Ponte (entre Padrón y Pontecesures) sobre las 14.00 horas del sábado. Llevaba ropa deportiva y un casco de ciclismo, por lo que se sospecha que pudo salir a hacer deporte, pero no fue identificado al estar sin documentación.

Faro de Vigo

…Cuando del cauce del Ulla se extraían grandes cantidades de arena para usar en construcción.

Operarios de una empresa arenera trabajan en el cauce del Ulla a la altura del concello pontevedrés de Pontecesures.

El cauce del Ulla fue un importante punto de extracción de arena durante décadas. Un negocio en el que participaron numerosas empresas en los años sesenta y setenta, sobre todo, del siglo pasado. España se encontraba entonces en pleno proceso de desarrollo, y el sector de la construcción demandaba grandes cantidades de áridos para levantar bloques de edificios y obras públicas. Los barcos areneros explotaron durante años este tramo del río Ulla, que sigue siendo navegable. Hasta Pontecesures (Pontevedra) llegaban grandes barcazas para transportar al puerto de Vilagarcía y otros puntos el material que se iba acumulando. Era entonces una actividad importante de la que vivían numerosas familias. Al principio, el trabajo se realizaba con unas técnicas y embarcaciones muy rudimentarias, que con el paso de los años fueron mejorando, gracias a la mecanización de parte del proceso. En algunas épocas, surcaban el Ulla hasta una veintena de embarcaciones cargadas de arena destinada a alguna obra.

El Correo Gallego