En Marea denuncia la existencia de una trama de corrupción en Valga.

Una trama de corrupción que implicaría al alcalde de Valga, José María Bello Maneiro (PP), a Juan Manuel Salguero, secretario del municipio, y a Juan José Vidal, interventor, ambos en situación de acumulación. Esta es la denuncia que Luis Villares, el portavoz nacional de En Marea, acaba de efectuar desde la sede de Esquerda Unida en Vilagarcía. Villares, arropado por representantes de EU, Podemos, Somos Cambados, Somos Ribadumia y Gañemos Vilanova, atribuye a la cúpula del concello del Baixo Ulla varias irregularidades. En primer lugar, el mantenimiento de ambos empleados en sus puestos de forma irregular, ofertando salarios muy por debajo de su categoría para evitar que alguien más concurra a las dos plazas. Su objetivo, «nomear alguén de confianza que faga a vista gorda á actividade do rexedor». ¿En qué? Según el equipo de investigación de En Marea, en decisiones como adjudicar un contrato de refuerzo administrativo a una socia del interventor en la firma Iglesias Lago Vilanova Asesores. Una mujer que «nin sequera pisou o Concello unha soa vez porque quen fai o traballo, mesmo dende o mostrador de atención ao público, é Luis Nieto, outro dos socios da empresa, que está xubilado». Por si fuese poco, ambos funcionarios, derivados a Valga desde los concellos de Ribeira y Sanxenxo, perciben «dietas de xeito irregular».

Además de exigir la dimisión de Bello Maneiro y explicaciones al presidente provincial del PP, Alfonso Rueda, En Marea entregará toda la documentación de la que dispone a la Fiscalía, al Consello de Contas y a Inspección de Traballo. Entre otras cuestiones, Villares entiende que el regidor popular puede haber incurrido en malversación de fondos y prevaricación.

La Voz de Galicia

Sin acuerdo en la reunión con Renfe para asignar más interventores a Galicia.

La delegación del sector ferroviario de CC.OO. se reunió ayer en Madrid con altos cargos de Renfe para intentar lograr más plazas de interventores para Galicia, pues los sindicalistas calculan que unos 12.500 trenes circulan cada año sin esta figura crucial para el control de billetes y para otras funciones.
Los representantes de la dirección de la operadora se mostraron inflexibles con la posibilidad de aumentar la cuota gallega en el reparto estatal de plazas, así que CC.OO convocará una asamblea para ver qué medidas de presión se deciden tomar. La huelga está en la agenda.

La Voz de Galicia

Renfe afronta una amenaza de huelga por falta de interventores, ausentes en 12.500 trenes en el 2017.

La escasez de revisores provoca que unas 60.000 personas al año vayan sin billete en Galicia, según CC.OO.

El sector ferroviario de Comisiones Obreras está dispuesto a ir a la huelga en Galicia en los canales de venta y en la intervención si no se mejora la cobertura de plazas de interventores para la comunidad, obligatorios por ejemplo en las líneas de larga distancia y en otras de ocupación alta, pero ausentes por lo general en las conexiones menos utilizadas. La gota que ha colmado el vaso fue el reparto de la adjudicación de plazas, pues solo se cubrieron tres vacantes de las 103 adjudicadas en el resto del país. De ellas, 32 se fueron para Cataluña, 25 para Madrid y 23 para Andalucía. Galicia se quedó con solo el 3 %, cuando se calcula que se precisa la cobertura de al menos 25 puestos. Unos 12.500 trenes circularon sin interventor el año pasado en Galicia, según el sindicato.

«Tenemos además una plantilla envejecida, con una media de edad de 55 años, y con jubilaciones a la vista», explica Severino Rodríguez, secretario provincial del sector ferroviario de Comisiones en la provincia de A Coruña. Asegura que en el ámbito del canal de venta de billetes «sucede algo muy similar», pues la plantilla, dice, también es «insuficiente» para atender el creciente número de viajeros en Galicia a raíz de la mejora de las conexiones ferroviarias.

Hoy tienen una reunión en Madrid para negociar cambios en el reparto de plazas y, en un comunicado, el sindicato afirma que, si no hay acuerdo, «o conflito está asegurado». En 1994 el número de interventores era de 109, y ahora de 97, pero con muchos más trenes y más viajeros.

Los interventores no solo cobran el billete a los pasajeros que o no pudieron comprarlo o salen desde estaciones donde no hay venta. También atienden las necesidades de los viajeros, organizan evacuaciones en caso de emergencia y sirven para que en los vagones haya algún representante de la empresa con autoridad en caso de que se produzca algún conflicto entre usuarios.

En algunas conexiones ferroviarias poco utilizadas se prescinde de la figura del interventor (el revisor de épocas pasadas) prácticamente por norma. CC.OO. calcula que el año pasado circularon por Galicia 12.500 trenes sin interventor, 4.500 en media distancia -un cálculo que coincide con el que realizó otro sindicato, la CGT- y unos 8.000 en la red de ancho métrico (antigua Feve). Creen que Renfe deja de ingresar unos 300.000 euros anuales, «pois máis de 60.000 persoas ao ano viaxan en Galicia sen título de transporte», explican.

Las líneas más afectadas son las de A Coruña-Ferrol, la convencional que va desde Santiago a Vilagarcía y la conexión interior que parte desde A Coruña a Lugo y Ourense vía Monforte. Pero la que se lleva la palma es la línea de la antigua Feve. Estos viajeros no se contabilizan en las estadísticas y agudizan la sensación de que estas líneas se quedan sin usuarios.

Aceras de Cesures que piden un lavado de cara para ser más accesibles.

El Concello solicita a Carreteras del Estado que arregle de una vez los márgenes de la N-550, plagados de baches y desniveles.

«Ya ves como está, no hace falta decir gran cosa». Estas palabras de una vecina de Pontecesures hacen referencia al estado de la acera que da acceso al portal de su vivienda. Señala hacia uno de esos trozos de acera que uno esquiva al andar: los adoquines están levantados y la gravilla sale a la luz. Vive en la avenida de Vigo, una de las dos calles para las que el gobierno local cesureño solicita una puesta a punto de las aceras. La otra es la calle José Novo. Por ambas transcurre la N-550. «Estamos elaborando un pequeno proxecto para presentar a Carreteras del Estado», indica el responsable del área de obras, Ángel Souto. Y es que tal y como indica la misma vecina, transitar por las aceras de estas dos calles se complica en determinadas situaciones. «Tengo dos niñas y la más pequeña todavía va en carrito, la situación de las aceras complica que puede llevarla con normalidad», señala. La más mayor es una verdadera aficionada de las bicicletas. «Tampoco son las mejores aceras para ir con ella», relata.

Desperfectos a un lado, son varios los vecinos que inciden en los numerosos cambios de nivel que se encuentran en sus caminatas. No les falta la razón. Si uno echa a andar en la rotonda que da acceso a Pontecesures en dirección a la casa consistorial, se encuentra con varios de estos desniveles. Están coloreados de salmón, algunos un tanto borrados, y alertan de pequeños cambios de rasantes que no llevan a ningún lado: Aunque todo parece apuntar a que dan acceso a un garaje, la verdad es que al otro lado de la acera derecha solo hay un descampado. ¿En el lado izquierdo?. Nada. Verjas y barandillas fijas, por las que los coches no pueden pasar.

Es frente a la papelería Adolfo Piñeiro donde nos encontramos con José Ramón Cascallar dando un paseo. «Suelo caminar por esta zona, y hay muchos sitios que están mal. Hace bastante tiempo que no se realiza ninguna actuación», lamenta. El transcurso del paseo mejora a la altura de Hierros Comercial Moncho, pero vuelve a verse parte del asfalto levantado al pasar el Concello. «Que los coche se suban sobre la acera no ayuda a que se conserve bien», lamenta otra vecina. Todas estas quejas han llegado al gobierno local, que está trabajando en la memoria que presentarán a Carreteras del Estado. «Xa estivo un técnico por aquí, queremos aproveitar que estamos a primeiros de ano para que teñan en conta esta actuación, que é moi necesaria», indica Souto.

La Voz de Galicia

La rotura de una tubería deja a buena parte del Baixo Ulla sin agua.

La incidencia, en la que se está trabajando, dejó a Catoira sin agua y al depósito de Cordeiro, Valga, bajo mínimos.

Una avería en la red que suministra Augas de Galicia deja a buena parte del Baixo Ulla sin agua. La incidencia fue detectada ayer por la noche por la empresa concesionaria del suministro, Espina&Delfín, que percibió como la presión bajaba en un 90 %. Pero, hasta esta mañana no pudieron ponerse manos a la obra para solucionar el problema: la tubería afectada se encuentra en el islote de Bello, en el río Ulla, situado entre el límite de los municipios de Dodro y Valga, siendo imposible actuar al anochecer. La derivación afectada es la que lleva el agua sin depurar hasta los depósitos de Catoira y Valga. Desde el Concello de Catoira explican que se está llevando agua al centro de salud y colocando bandos informativos en bares y bloques de edificios para que los vecinos estén informados de la avería. Una avería que también afecta a Valga, donde todavía no hubo cortes, pero puede terminar afectando a las zonas más altas de Cordeiro, más concretamente entre los lugares de Ferreirós y Vilar. “los depósitos estaban llenos y también beben del río Valga”, indican desde el Concello. Pero, “en el depósito de Cordeiro solo queda una capa de cincuenta centímetros de agua”. Desde Espina&Delfín indican que el problema quedará solventado a primera hora de la tarde, sin llegar a afectar a Valga.

La Voz de Galicia