La empresa defiende el proyecto y que los productos usados en el procesado no son tóxicos ni peligrosos
Los colectivos contrarios a la implantación de la mina de cobre que se proyecta en Touro y O Pino solicitaron ayer el apoyo de la Xunta ante la iniciativa de Cobre San Rafael SL., que de la mano de la corporación internacional Atalaya Mining pretende la extracción de cobre «a ceo aberto» en una extensión de 689 hectáreas.
Las plataformas Mina Touro-O Pino Non y de Defensa da Ría de Arousa demandan informes autonómicos negativos a la propuesta empresarial en base «a todas as afeccións que o proxecto implica e que acaban cos nosos medios de vida, a nosa saúde e son un atentado ao medio ambiente». Según denunciaron en Santiago, la mina eliminará 341 hectáreas de masa forestal y 150 de cultivos y vegetación y su actividad prevé una media de seis voladuras diarias de entre 9 y 16 toneladas de explosivo «a menos dun quilómetro de 20 núcleos de poboación, unha gardería e unha residencia da terceira idade».
Además, en el proceso de separación del cobre de las rocas se utilizarán compuestos químicos «perigosos para as persoas e o medio ambiente, sospeitosos de causar cancro, nocivos para os organismos acuáticos, con efectos a longo prazo e non facilmente biodegradables», exponen en el manifiesto que recoge su preocupación por la instalación y sus demandas para frenarla. Un manifiesto al que ayer puso voz la actriz Uxía Blanco, natural de Touro, y en el que advierten de que las altas concentraciones de metales pesados en la mina tendrán impacto en el sector del mar de Arousa, donde desemboca el Ulla y donde «se atopa o maior banco marisqueiro de Galicia». El presidente de esa plataforma, Xocas Rubido, indicó que la «megamina» es un problema «público que afecta a todos os galegos» y en el que quieren «ter ao noso lado ao presidente da Xunta»: «A súa obriga legal e moral está cos galegos», dijo.
Cobres San Rafael dice que ese escenario está muy lejos de una mina del XXI y de un proyecto que no construirá la balsa de almacenamiento de estériles que tanto preocupa a esos colectivos, sino un depósito estanco que, como el resto de las instalaciones, «trabajarán en circuito cerrado», lo que «garantiza al 100 % la ausencia de cualquier salida al exterior». Y además de considerar la oportunidad social del proyecto, defiende que ni los minerales extraídos ni los productos utilizados en su procesado contienen sustancias tóxicas ni peligrosas.
La Voz de Galicia

Un vecino de Dodro de 42 años ha recurrido la multa de tráfico que le notificaron en diciembre pasado por un supuesto exceso de velocidad cuando circulaba un mes antes por la carretera N-550 a su paso por A Picaraña, en el municipio de Padrón. Según la sanción, el conductor circulaba a 72 kilómetros «teniendo limitada la velocidad a 50», un hecho considerado como grave, por lo que lo multaron con 300 euros y la pérdida de dos puntos del carné.
Cuando recibió la notificación, el vecino de Dodro se molestó en comprobar como estaba señalizado ese tramo de la vía N-550 en ese momento y, para su sorpresa, cuenta que no existía señalización que limitara la velocidad a 50 kilómetros en el tramo posterior a la rotonda de A Picaraña, concretamente en el kilómetro 75 en dirección A Coruña. Lo primero que hizo fue sacar fotografías del tramo.
La denuncia la ha hecho pública ahora el padre del conductor, después de que la N-550 fuese señalizada en este punto a finales de enero, con indicadores de límite de velocidad a 50 kilómetros por hora, lo que lleva a este vecino de Dodro a pensar que se decidió tras el recurso presentado por su hijo. En la reclamación, el afectado aporta fotografías de como estaba la vía el día que fue sancionado y como está ahora, con la nueva señalización. «? inadmisible o que fixeron e, sobre todo, é grave, ao tratarse dunha administración pública», señala el padre del conductor en alusión al Ministerio del Interior.
Cuenta que el tramo posterior y anterior a la rotonda de A Picaraña estuvo sin señales de límite de velocidad desde marzo de 2016 a enero de este año por lo que, añade, «seguramente moitos condutores caeron coma pardillos no radar de velocidade e nin se molestaron, coma nós, en mirar como era a sinalización».
Señala que si te llega una multa «das por feito que é legal e xa non comprobas nada», pero el padre asegura que este no el caso ya que «non podían sancionar ao non haber sinal de límite de velocidade». «¡A canta xente inocente lle sacudiron o peto!», dice. En su caso, con el recurso administrativo presentado con fecha 4 de enero y sin tener respuesta todavía, asegura que están dispuestos a recurrir a la vía judicial para que se anule la multa porque están convencidos de que el expediente sancionador abierto es «nulo de pleno dereito».
La Voz de Galicia
