Padrón cuenta con un nuevo albergue de peregrinos, situado en Iria y que difunde la riqueza cultural del lugar.

Cruces de Iria. Así se llama el nuevo albergue privado de peregrinos que acaba de abrir en Padrón, concretamente en Iria-Flavia, a pie del Camino Portugués y de la carretera N-550. Está casi frente a la Fundación Pública Gallega Camilo José Cela, a pocos metros del cementerio de Adina y de la antigua colegiata de Iria. El hospedaje funciona en la casa familiar de Héctor Cruces Saavedra, de 40 años, que también lo regenta. Oferta 16 plazas, en litera, en un inmueble amplio y luminoso que combina con mucho gusto la madera y los tonos blancos. Salvo los trabajos de albañilería y carpintería de aluminio y madera, todo lo demás lo realizó el propio Héctor Cruces, según cuenta. El albergue lleva un mes abierto y «a xente está quedando moi contenta», de acuerdo con el titular del hospedaje. Este se promociona en las redes sociales.

Héctor Cruces habla de labor de información que hace para dar a conocer los recursos culturales de Iria-Flavia donde, según opina, falta mucha señalización para promocionar lo que fue y es este núcleo en la historia de Padrón.

Por ello, el titular del albergue echa en falta un panel informativo que indique e informe a los peregrinos y visitantes sobre la Fundación Cela, la antigua colegiata, el cementerio de Adina e incluso la existencia de la tumba del Premio Nobel gallego pero también de la lápida que aún hoy da fe de que en Iria estuvo enterrada Rosalía de Castro. «Moitos peregrinos descoñecen moita información de Iria e, cando lla contas, quedan agradecidos», explica Héctor Cruces. También señala que el hecho de que el trazado del Camino Portugués esté desviado en este punto, para evitar caminar de par de la vía N-550, hace que muchos caminantes pasen de largo sin darse cuenta de la existencia de la Fundación Cela, de la antigua colegiata y del propio cementerio, lo que para el titular del albergue es una pena. Por ello, Héctor Cruces no duda en asegurar que los recursos naturales de Iria-Flavia están «desaproveitados» y cree que es necesario empezar por mejorar la señalización de los mismos, para poner en valor la importancia de este núcleo, según explica. Hospedaje en obras Con la apertura del albergue Cruces de Iria, son seis los hospedajes privados que han abierto en Padrón en los últimos años, a la par que crece la afluencia de peregrinos por la ruta portuguesa. Hay, además, otros dos establecimientos en obras para abrir con el mismo uso. Uno está en A Escravitude, en una antigua casa de capellanes, y el otro en el casco urbano, en la zona de la guardería, en un local bajo que, cuando funcione, será el de mayor capacidad del concello, con 44 plazas, según confirmó ayer el promotor del mismo, Santiago Montenegro, empresario de la capital del Sar.

La Voz de Galicia

El convento de Herbón avanza en la recuperación de espacios.

El convento franciscano de Herbón, en Padrón, celebró ayer la festividad de San Antonio de Padua, con misas en la iglesia durante todo el día y la presencia constante de fieles, que renovaron su fe en la imagen que se venera en el monasterio padronés.

Detrás de la organización del programa de actos y del propio convento está el fraile Francisco Honrubia, prior desde diciembre del 2014, que abrió una nueva etapa en la vida del monasterio, declarado bien de interés cultural (BIC) en el año 2013.

Esta declaración le valió para acceder a importantes ayudas, como la conseguida a través de la Dirección Xeral de Turismo para la restauración del retablo mayor de la iglesia, además de su iluminación. Ayer, el prior anunció que espera poder rehabilitar el claustro principal del convento, una «joya» que está en muy mal estado de conservación.

Para ello, está en trámites con la Consellería de Cultura, a través de la Subdirección Xeral de Conservación e Restauración de Bens Culturais, que le confirmó la posibilidad de ejecutar un proyecto de restauración.

La intención de la Orden Franciscana es rehabilitar este espacio del monasterio y abrir, en la parte alta, un museo con piezas importantes de toda la provincia. Entretanto, el prior ya tiene permiso de Patrimonio para talar las especies foráneas de árboles que crecen en la huerta del convento, con el fin de dejar solo las autóctonas, como los robles o castaños. La idea es abrir espacio en el exterior para, de cara al próximo año, habilitar un lugar para las tiendas de campaña para los campamentos de acogida de colegios religiosos, que tiene previsto poner en marcha el convento en 2018. Para ello, dentro de las obras menores, está con la mejora de los dormitorios del antiguo colegio, que no dará tiempo a poner en uso este verano, tal y como explicó ayer el superior Francisco Honrubia.

Una vez rehabilitado el claustro, quedaría pendiente la renovación del tejado del convento, otra de las obras más urgentes, al estar muy deteriorado en algunas zonas. El prior también quiere renovar la iluminación de la iglesia.

Todo ello, mientras, en mayo, comenzaron las visitas al recinto, siempre con cita, ya sea a través de la Oficina de Turismo de Padrón o del propio monasterio. Asimismo, también funciona el albergue de peregrinos en instalaciones independientes del mismo, gestionado por la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago. Así, paso a paso, el prior avanza en su idea inicial de conservar las instalaciones para darles uso y ponerlas en valor.

La Voz de Galicia

El albergue de San Antonio de Herbón reabre hoy con 30 plazas.

La Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago (AGACS) abre hoy el albergue de peregrinos San Antonio de Herbón, en Padrón, y lo hace en dependencias distintas del convento franciscano y con más plazas que en años anteriores. Para ello, desde la entidad explican que han «trabajado duro para cambiar nuestro albergue», de modo que han conseguido «integrar las antiguas celdas usadas por los monjes como dormitorios».

Así, considera que «hemos dado un paso más en el concepto de albergue tradicional», de modo que en cada una de las celdas podrán dormir solo dos peregrinos. Desde la entidad cuentan que ello «les aportará más intimidad a los peregrinos, estando juntos en el hospedaje con sus compañeros de Camino».

El albergue oferta 30 plazas, siempre atendido por hospitaleros voluntarios al no ser de pago, «sino de una ayuda o donativo voluntario». La asociación ha realizado una «inversión considerable» para adecentar las instalaciones, según explican. Habla de que «será sensacional durmir dous peregrinos nas celdas; van quedar encantados», dicen desde la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago.

Y no solo por el servicio del albergue sino también por el «entorno precioso» en el que se sitúa el convento, añaden. El albergue ofrece la posibilidad de cenar y tomar un desayuno comunitario, sin coste alguno. A cambio, el peregrino dejará su voluntad, para lo que habrá una caja para depositar los donativos anónimos.

La asociación abrió el albergue en Herbón por primera vez en el 2004, después de firmar un convenio de 20 años con la Orden Franciscana. Al principio el alojamiento estaba en un edificio exterior del convento y ahora pasa a las celdas. La entidad quiere abrir un museo sobre su historia en la zona del antiguo albergue, coincidiendo con el 25 aniversario de su fundación.

El hospedaje se desvía en torno a 2,5 kilómetros del itinerario oficial del Camino, pero está debidamente señalizado, según explican desde la entidad. Para ello, los voluntarios limpiaron y desbrozaron días atrás el camino, además de renovar la señalización para que no haya pérdida.

Además de incrementar las plazas de alojamiento en Padrón, la apertura del albergue sirve para poner en valor las instalaciones del monasterio ya que, como dicen desde la propia asociación, «estarían abandonadas se non fose por nós».

Habitualmente abre de junio a finales de octubre pero este año adelanta la apertura a abril. Además del hospedaje y disfrutar del entorno, el peregrino también puede asistir a un oficio religioso, si lo desea, en la iglesia del convento.

La Voz de Galicia

Padrón abrirá este mes un nuevo albergue privado de peregrinos.

Lo promueve Carlos Agrasar en un edificio del casco histórico.

Padrón contará con un nuevo albergue privado a partir del 15 de marzo, día en el que abre sus puertas el alojamiento A Barca de Pedra, situado en la calle Vidal Cepeda, en pleno casco histórico. Su promotor es el médico y docente padronés afincado en A Coruña Carlos Agrasar.

Enamorado del Camino, que ya recorrió por distintas rutas, Agrasar abre el albergue en el edificio familiar, de modo que ofrece 22 plazas en literas, distribuidas en cuatro habitaciones: una de 8 plazas; una de 6 y dos habitaciones cuatro cada una.

El alojamiento tendrá un horario de recepción de una de la tarde a seis. Dispone de wifi gratuita; sala de estar con televisión; ordenador y una pequeña biblioteca. También tiene cocina a disposición de los clientes, además de servicio de lavadora y secadora.

La inversión realizada en el acondicionamiento del albergue fue de 50.000 euros, según cuenta Carlos Agrasar, que tiene previsto contratar a dos personas, una para las tareas de limpieza y otra para atender la recepción. La apertura del establecimiento se retrasa unos meses sobre las previsiones iniciales de su promotor a causa, precisamente, en la demora en distintos temas, una vez que tuvo que acondicionar el interior del inmueble.

Toda la información sobre el mismo se puede consultar ya en la plataforma mundial de reservas booking.com, en la que figuran también los otro cuatro alojamientos privados de Padrón de este tipo.

Carlos Agrasar es un enamorado del Camino desde que en el año 2003 lo recorrió en bicicleta, junto con tres amigos, desde los Pirineos hasta Santiago. Así, cada verano hacían una nueva ruta, «sumando outros amigos a estas viaxes»: el Camiño Portugués desde Barcelos, el Primitivo desde Oviedo, el de la Prata desde Puebla de Sanabria o el Inglés desde Ferrol. Y así Carlos y sus amigos completaron todos las rutas de Santiago que transcurren por Galicia.

De todas esas experiencias, en las que el grupo siempre pernoctaba en albergues, nació la idea de convertir la casa de sus padres en un alojamiento de este tipo.

Dispone de 22 plazas en literas, entre otros servicios, tras una inversión de 50.000 euros.

La Voz de Galicia

Apuesta por dar servicio hasta tarde para facilitar las visitas nocturnas al pueblo.

Agrasar quiere que el albergue que gestiona en Padrón cierre sus puertas lo más tarde posible por las noches. «A miña intención e facilitar a entrada ata tarde, para que os peregrinos poidan saír a cear e disfrutar un pouco do pobo», explica. «Iso era o que queríamos nos cando faciamos o Camiño en bicicleta», añade en alusión a sus experiencias en las distintas rutas que recorrió.

Con respecto al horario del albergue público de la Costanilla del Carmen, la Asociación de Empresarios de Padrón, Rois y Dodro solicitó al Concello que retrase su cierre una hora por las noches, para permitir que los caminantes puedan cenar y dar una vuelta por el pueblo y no lo que hacen muchos ahora, comprar algo en los supermercados y subir para el alojamiento, ante la inminente hora de cierre. La asociación explica que el Concello no respondió a su petición.

Desde la entidad son conscientes del peso que tiene el peregrino en Padrón (más de 52.000 en el 2016) y quiere que sectores como la hostelería y el pequeño comercio aprovechen su paso. Así, para empezar, se propuso atrasar una hora el cierre del albergue de la Xunta, cuyo horario es de 13 a 22 horas, sin posibilidad de salir una vez que se cierra, según consta en la información oficial del establecimiento. Padrón constata cada año un incremento del número de caminantes, de modo que, desde la puesta en servicio del albergue de la Xunta, han abierto cuatro alojamientos más y el quinto lo hará en dos semanas, sin contar los hoteles y hostales de que también alojan a peregrinos cuando no hay plazas libres.

La Voz de Galicia

Más de 52.000 peregrinos llegaron el año pasado a Compostela tras recorrer el Camiño Portugués, según datos oficiales del Xacobeo, que habla de un año histórico de visitantes. Ello supone que, obligatoriamente, pasaron por Padrón, como última parada de la ruta portuguesa antes de Santiago. Esa afluencia de peregrinos se notó en la villa rosaliana, especialmente, en los meses de verano, cuando era posible ver a decenas de ellos caminando en dirección a la capital de Galicia.

También lo notaron los albergues de la localidad, empezando por el público de la Costanilla del Carmen, que gestiona el Ayuntamiento de Padrón. De acuerdo con datos facilitados por la Oficina Municipal de Turismo, en el albergue padronés pernoctaron el año pasado un total de 8.840 peregrinos. A esta cifra hay que sumar los 906 que lo hicieron en instalaciones del propio convento y 1.803 en el pabellón polideportivo del Campo del Souto, al que recurre el Concello cuando no hay plazas en el albergue.

En total, en los establecimientos públicos pernoctaron el año pasado 11.549 caminantes. A mayores están los albergues privados que fueron abriendo en los últimos años (cuatro), además de los hostales padroneses, que también tienen entre los caminantes a uno de sus clientes habituales.

Plataforma de reserva

En cuanto a los albergues privados, tres de ellos superan la calificación de 9 en la plataforma mundial de reserva en línea Booking.com, que recoge los comentarios de los peregrinos que usan sus instalaciones. Uno de ellos, el Corredoiras, incluso llega al 9,6 de nota media, calificándolo la plataforma de «excepcional». En sus instalaciones pernoctaron en 2016 un total de 3.412 peregrinos, según datos aportados por uno de los titulares Xaquín Canabal, que cuenta que el establecimiento ya tiene «unha chea de reservas para este ano».

El albergue Camiño do Sar tiene, por su parte, una nota en la plataforma Booking.com de 9,5, con la calificación de «excepcional», y el Rossol, de 9,2, como «fantástico». Por último, el albergue pensión Flavia tiene una nota de 7 y calificación de «bien» en la plataforma mundial de reservas de alojamiento en línea, en base a los comentarios de los peregrinos que pernoctaron en ellos.

Pero no solo los albergues se beneficiaron de la llegada de caminantes, sino también todo el sector hostelero de la villa de modo que, por ejemplo, en verano era habitual ver a los peregrinos en las terrazas de los bares y cafeterías, sin contar los turistas, sector en el que fue un buen año.

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